La economía se ha convertido en un pilar del desarrollo en casi todos los países del mundo. Como ciencia, estudia la forma en que se organizan los recursos disponibles en las familias, las empresas y los gobiernos, buscando satisfacer las diversas necesidades para obtener un mayor grado de bienestar. La familia es la unidad básica de consumo y se determina por la capacidad de obtener bienes conforme los ingresos.
Los distintos agentes que intervienen en esta simbiosis se relacionan y se influyen mutuamente, surgiendo de estas relaciones el resultado final que ejerce una vital influencia en la forma de vida de una sociedad determinada. Me interesa el modelo simple de flujo circular con tres agentes: familia, empresas y Estado, manifestados al interior, aun a sabiendas de que existen otros agentes y que la economía puede ser abierta y mucho más compleja.
Al hablar de familia se refiere a grupos o personas, quienes forman la unidad básica de consumo. Las empresas son unidades básicas de producción, encargadas de transformar los factores productivos en bienes y servicios para ofrecerlos a las familias, que son parte fundamental de la sociedad. El Estado (gobierno federal), por su parte, tiene como función regular la economía nacional, permitir el libre flujo de los bienes y servicios y proveer lo que resulte necesario para este proceso (INE, Chile, 2022). Además, administra los recursos provenientes de los impuestos (ISR, IVA, aranceles, etc.) para proporcionar servicios públicos en todos los sectores a su cargo.
Desde hace muchos años existen divergencias al tratar a la economía como sistema y proceso, en cuanto a su ámbito teórico y de aplicación. Y en la clasificación de la economía, como ciencia y arte. Como ciencia es el conocimiento de las leyes económicas para estar en condiciones de crear y generar los cambios necesarios en la práctica. Como arte, se define como la habilidad para utilizar los instrumentos científicos que propicien identificar, diseñar y actuar en concordancia con dichas leyes, y generar, de esta manera, los cambios pertinentes que aseguren el logro de los objetivos trazados. (Hugo Pons Duarte, http://orcid.org/0000-0002-4328-7000).
Existe, según Augusto Bunge (1992), un criterio del arte como una feliz conjunción de experiencia, destreza, imaginación, visión y habilidad para realizar deducciones de tipo no analítico. Por esta razón, se consideran artes la medicina, la estrategia militar, la política, la publicidad, entre otras.
Calificar el comportamiento de las actividades productivas de un país depende de un sinnúmero de variables. Por ejemplo, si bien la economía en México ha mostrado un crecimiento sostenido en términos generales, la persistencia de la pobreza y el incremento en las desigualdades presentan un panorama aparentemente incongruente.
Parece que el desarrollo económico de nuestro país (hasta 2018) sufre de deficiencias que son un obstáculo para que los pobladores alcancen el nivel de prosperidad que desean y tengan las oportunidades de vida que mencionábamos en el artículo anterior, como un mal de México. En la investigación más reciente del CEEY titulada “El México del 2018. Movilidad Social para el Bienestar”, se señala que México se encuentra en un mal equilibrio, con bajo crecimiento económico, elevada desigualdad y baja movilidad social, destacando otro mal del país del águila y la serpiente.
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