Es inmensa la evolución del pensamiento en la historia de la humanidad que se le debe a los grandes pensadores desde antes de Sócrates (470–399 a. C.) hasta entrada la tercera década del siglo XXI. Ellos han hecho posible, paulatinamente, el cambio en las culturas de los pueblos para transformar sus costumbres y sus ideas de la vida desde la salud, la educación, la política, las leyes, los valores, las relaciones sociales, el arte, la economía, el buen gobierno y la comprensión del mundo que se ha creado.
El lenguaje que se aprende en la comunidad donde se nace y crece, conforma y estructura el punto de vista sobre el entorno que les rodea, la concepción del mundo y de la vida de los niños en su evolución y desarrollo para ser adultos. El estilo de la comunicación refleja el autoconcepto personal y cultural, la interacción entre los hablantes y el énfasis adecuado respecto a las normas culturales de un pueblo.
Al comenzar esta tercera década del siglo, el bagaje de pensamientos que hemos heredado y la parte que aún está en construcción, tiene un formidable oponente en las redes sociales para la dispersión de las ideas, pues en ellas está inmersa la participación activa de la inmensa mayoría de las personas. Incluso sin tener un cuerpo riguroso, lógico y coherente en los fines de las ideas, éstas se difunden y multiplican “a la velocidad de un click” en el nivel de las emociones y el subconsciente (por debajo del umbral de la conciencia).
Seguro que conocer un poco de la historia del pensamiento humano no hace daño. Al contrario, fortalece la reflexión, la identificación con el mundo y la estirpe humana, y pone de manifiesto la importancia de este esfuerzo continuado por entender y desentrañar el porqué de las cosas en el consenso cotidiano de la vida y en todos los ámbitos de la actividad en que se involucran las personas. Dos obras pueden ser una introducción a la historia del pensamiento y la filosofía.
Una obra muy sencilla, todo un bestseller desde finales de la década de los noventa, es “El mundo de Sofía”, una novela del noruego Jostein Gaarder que ha enseñado a pensar a varias generaciones hasta el momento. Entre la amena trama de la novela, se convierte en una extraordinaria obra de divulgación para comprender los aspectos imprescindibles de la historia del pensamiento occidental.
Otra obra, publicada en 2008, es “La aventura de pensar” del español Fernando Savater, autor de “Ética para Amador” (1995) que tanto ha servido en las escuelas preparatorias de varias partes del mundo para despertar el espíritu analítico, reflexivo y crítico en los jóvenes que van dejando la complicada adolescencia. “La aventura de pensar” se adentra en los temas de la filosofía con los relatos de los filósofos que han enseñado a la humanidad a cuestionar las verdades irrefutables pero a entender que existe un hilo conductor en sus maravillosas teorías y enseñanzas, en el mundo real y aprehensible, y en el mundo comportamental.
Creo que tratar de captar lo que mueve a los grandes pensadores que han trascendido a la historia, occidentales o no, es adentrarse en el interés que ellos han tenido por desentrañar añejos problemas sustanciales a la naturaleza humana, a la relación entre sí y con todo aquello que le rodea, para buscar posibles soluciones siempre pensando en el entorno como un todo y en el fin último de las cuestiones a debate.
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