La expresión escrita es una de las habilidades lingüísticas que deben cultivarse en la escuela, por medio de la producción de textos propios de los alumnos. Es el lenguaje verbal que se vierte en signos previamente aprendidos llamados comúnmente letras, aunque se puede auxiliar de otros elementos como dibujos, mapas, gráficas o fórmulas matemáticas para ampliar, complementar o profundizar la información o la idea que se expresa.
Es una de las funciones de la lengua que ha permitido la transmisión de la cultura, los conocimientos y las formas de pensar de una generación a otra a través de los tiempos. Hace muchos años, a las comunidades de cazadores y recolectores les bastó con la lengua oral para cubrir las necesidades tribales rudimentarias de comunicación. Pero conforme la organización social y económica se hizo más compleja, fue necesario crear la escritura y con ella comenzó a acelerarse el auge y desarrollo de los grupos humanos.
Hoy nos puede parecer increíble este hecho, pero estamos hablando de la evolución de varios miles de años. Escuchar y hablar son las primeras habilidades que desarrolla el niño en forma de imitación (la función de las neuronas espejo) a través de la convivencia diaria con los adultos. Y esa lengua que comienza a dominar lleva una gran carga ideológica del ambiente donde la está aprendiendo (la familia, la escuela, la iglesia, los medios de comunicación, la calle, un orfanato).
Cuando aprende a leer, se abre para el niño la posibilidad de un mundo amplio, diverso, múltiple y variado. Decodificar textos propios y ajenos es apenas el principio de la aventura para entrar en el universo ilimitado de las letras, en donde escribir es otra fase de ese universo que no todas las personas exploran y que conlleva la exteriorización de las ideas o la información desde un punto de vista personal.
A propósito de esta importante actividad, el pasado jueves 5 de marzo se llevó a cabo un concurso sobre composición literaria libre en las trece escuelas que conforman la Zona 10 Xalapa-Sur de escuelas secundarias generales. Los maestros extendieron a todo el alumnado esta actividad para interesarlos y darle un carácter formativo al evento. Finalmente, cada institución seleccionó a un representante para la fase final de Zona que se llevó a cabo en el Colegio Teresita desde las 9:45 a.m. del mencionado jueves.
El lugar que hayan obtenido los alumnos es lo de menos. La experiencia es lo valioso. La redacción se desarrolló a mano, frente al jurado, con dos temas rectores señalados al iniciar la actividad. Se les dio el tiempo necesario para la redacción del texto y entregaron sus escritos con un seudónimo.
El jurado estuvo integrado por Ariel López Álvarez, Lizardo Enríquez Luna y Fernando Hernández Flores “Tepetototl”, tres personalidades muy reconocidas en el mundo de los medios, quienes deliberaron ampliamente para otorgar un galardón a cuatro adolescentes: primer lugar, Andrea Córdoba Lira, Instituto Villa de Cortés. Segundo lugar, Isaí Morales Ponce, Colegio Teresita. Hubo dos alumnas en tercer lugar: Lilian Itzel Barragán González, de la secundaria general No. 1 Lerdo de Tejada, y Fabiola Yahely Montiel Flores, de la secundaria general No. 2 Julio Zárate.
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