La variante del coronavirus llamada Ómicron ha causado cierto estupor entre la sociedad. Su modus operandi es distinto, su capacidad de contagio muy alta, sus periodos de incubación más cortos y los síntomas, en apariencia, menos devastadores. Esta variante es la última en ser incluida en la lista de “variantes de preocupación” por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Reportada por primera vez en Sudáfrica el pasado 24 de noviembre y clasificada por la OMS dos días después, se ha extendido rápidamente por decenas de países y causa alerta entre las autoridades médicas por su alto número de mutaciones y los cambios que pudo tener. En mucho han ayudado las vacunas y sus refuerzos para contrarrestar los efectos del Covid 19 y salvaguardar la integridad física de las personas contagiadas, pero la prudencia llama a no bajar la guardia y continuar sosteniendo la cautela.
El virus SARS-CoV-2 ha causado mucho revuelo en el mundo y en este momento el temor es una de las manifestaciones más recurrentes en los círculos sociales medios. Es un temor mezclado con el torrente de datos que a diario consultan en la fuente que parece una prolongación de las manos en algunas personas y al que llamamos celular.
Mucha de la información allí depositada en contradictoria, alarmista, amarillista y tiende a llevar al asiduo consultor a callejones sin salida o laberintos sin esperanza. Pese a que muchas fuentes son de dudosa procedencia científica, algunas personas le dan mayor crédito que a los comunicados oficiales. La página de la OMS nos proporciona información básica sobre el Covid.19 (https://www.who.int/es/news-room/questions-and-answers/item/coronavirus-disease-covid-19) que se puede leer en español.
De igual manera tiene una página de orientaciones para el público (https://www.who.int/es/emergencies/diseases/novel-coronavirus-2019/advice-for-public) que se complementa con la lectura de “Consejos para la población acerca de los rumores sobre el nuevo coronavirus”. Incluso hay una página de orientaciones técnicas sobre el coronavirus con mucha información importante (https://www.who.int/es/emergencies/diseases/novel-coronavirus-2019/technical-guidance).
La OMS, a nivel mundial, está coordinando los esfuerzos por desarrollar y evaluar medicamentos que permitan tratar los síntomas de este virus de manera preventiva y en las personas contagiadas que presentan los síntomas. En tanto esto no ocurra, todos los cuidados son fundamentales. Miedo no, cuidados y prevenciones sí. Tenemos que aprender a vivir con este bicho como vecino próximo, muy cercano. Y extremar las precauciones durante los periodos de más contagios, como el momento actual.
Las recomendaciones sanitarias dadas hace más de 20 meses siguen teniendo plena vigencia, como lavarse las manos constantemente, usar una mascarilla que cubra bien el mentón, la boca y la nariz, ser escrupulosos cuando se deseche una mascarilla, guardar la distancia con otras personas, evitar las aglomeraciones y convites, ventilar las habitaciones de la casa, estornudar con el codo flexionado, evitar salir a la calle cuando no sea estrictamente necesario, prescindir de las visitas familiares o amistosas (hoy han sido causa de muchos contagios).
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