Así como cada año muchas personas invierten días en hacer un recuento de aquellos sucesos sobresalientes del año que concluye, y enumeran algunas cuestiones de interés para el año que comienza, así hay otras personas que contemplan inquietas las situaciones que quieren cambiar y no pueden, y otras no quieren perder su estado de confort rogando porque las cosas permanezcan inalteradas y nada cambie.
Sin embargo, la pandemia ha operado cambios notables en las relaciones sociales y de convivencia dentro de los límites del espacio personal. Hace dos años, nadie hubiera pensado que un abrazo espontáneo, fraternal o amoroso, se convertiría en un acto temerario, atrevido, incluso una transgresión a las reglas de sanidad social, ante la histeria y la ansiedad de no contagiarse de SARS-Cov-2.
Pero veamos otras cosas. Llegamos al 2022 y los científicos del espacio no han podido comprobar que haya vida inteligente en el universo próximo. Seguimos solos girando y moviéndonos en el espacio interestelar. Hemos seguido con emoción las noticias del aterrizaje del rover Perseverance de la NASA en Marte, el lanzamiento de la misión DART para modificar la órbita de un asteroide, el descubrimiento de casi 200 nuevos planetas más allá del Sistema Solar y el lanzamiento del telescopio James Webb, el más grande, complejo y poderoso del mundo.
Resulta, pese a los avances sobre vuelos espaciales, sorprendente que ya se hable del turismo espacial como un siguiente paso de manera automática en la exploración espacial. Y es natural que las empresas privadas quieran invertir en los proyectos. Es significativo, siguiendo los avances, el primer vuelo en otro planeta del pequeño helicóptero Ingenuity llevado por Perseverance a Marte.
En lo referente al cuidado de nuestra vagabunda casa estelar, la cumbre COP26 de noviembre pasado pone sobre la mesa de los debates, una vez más, el constante calentamiento del planeta. El Pacto Climático de Glasgow fue firmado por 197 países con la promesa de poner fin a la deforestación, reducir las emisiones de gases contaminantes y disminuir el uso de carbón y combustibles fósiles.
En el renglón de las acciones asombrosas, como de ciencia ficción, la sonda Parker es la primera nave espacial creada por humanos en aproximarse temerariamente al sol, ya que entró en la corona solar, a unos 13 millones de kilómetros de la superficie del astro rey, desde donde tomó muestra de partículas y campos magnéticos, y
envió a la Tierra imágenes increíbles. Esta nave, considerada como la más rápida creada por el hombre, en otro viaje en noviembre pasado, se aproximó a 8 millones de kilómetros de la estrella central de nuestro sistema.
El Reino Unido trabaja en la investigación de los polos del planeta, el Ártico y la Antártida, a bordo de la embarcación-laboratorio Sir David Attenborough, que se espera sea capaz de operar en medio del hielo y de las duras condiciones polares en ambos extremos. En plena Cumbre COP26 se dio el banderazo de salida en el Río Támesis, en Londres. Se espera que recabe información que ayude a conocer el repliegue de los glaciares en constante deshielo.
Si desea ampliar la información, todos los datos mencionados son de fácil acceso en BBC, euronews, El País, muyinteresante.es, y otras fuentes más.
gnietoa@hotmail.com |
|