El viernes pasado escuchamos una conferencia en línea del Dr. Fernando Reimers, profesor del Programa de Maestría en Políticas Educativas Internacionales de la Universidad de Harvard. Experto en el campo de la educación global, ha escrito 37 libros, varios en el terreno educativo, pero en su disertación se basó en uno: “La educación global para mejorar el mundo. Cómo impulsar la ciudadanía global desde la escuela”, con prólogo de Howard Gardner, autor de la teoría de las Inteligencias Múltiples y compañero de la misma Universidad.
La invitación la hizo la SEP desde la Ciudad de México, dentro de un Curso Nacional de profesionalización docente. Fue bastante interesante la propuesta, que se movió en el ámbito de la enseñanza y el aprendizaje con el objetivo de ayudar a construir, desde la investigación y la reflexión rigurosa, la escuela del futuro que requiere de la participación colectiva del gobierno, la sociedad, los medios, los padres de familia, los docentes y toda la comunidad.
No se concibe la educación del futuro sin el esfuerzo colectivo. De lo contrario tardaremos muchas décadas en encontrar el camino. El objetivo central del libro, publicado en español por la colección Biblioteca de Innovación Educativa, de SM, y del cual tomo algunas ideas, tiene como principal objetivo orientar acerca de una mentalidad global para que los niños y jóvenes sean competentes y responsables a la hora de actuar ante los desafíos mundiales actuales.
El Dr. Fernando Reimers afirma que la educación debería centrarse en temas importantes y desafiantes para nuestro tiempo y para el futuro, al servicio de una población conectada globalmente. «El análisis de la historia –dice el autor– nos muestra que ya se han hecho esfuerzos por promulgar y lograr una única educación global, pero cada intento refleja una visión muy diferente de lo que debería aprenderse en la escuela, quién debería aprenderlo, cómo debería ser aprendido y cómo debería demostrarse ese conocimiento».
Es importante reconocer y afrontar –remarca Howard Gardner en el prólogo– los factores que dificultan una educación global, las cuestiones más urgentes y de mayor relevancia que pueden ser enseñadas de una manera efectiva, debido a que son temas controvertidos y con facetas políticas, además de los nacionalismos, patriotismos, localismos, xenofobias, etcétera.
Satisfacer la visión de líderes como el expresidente Trump, el presidente Putin de Rusia, el presidente Xi de China, y los líderes de países como Turquía, India, Brasil, Hungría, Israel, Polonia, Filipinas y muchos otros, es bastante difícil. Por ello, el autor propone una perspectiva sistémica a través de cinco miradas distintivas: Cultural o contexto en que se desarrolla la educación. Psicológica, cómo aprenden los niños. Profesional, habilidades, actitudes y disposiciones que necesitan los docentes. Institucional, toda una red de organizaciones y normas. Política, opiniones de varios grupos, con diversos grados de privilegio, poder e influencia: las escuelas, los padres, los ciudadanos, los encargados de elaborar políticas educativas, los medios de comunicación, que ameritarían una conciliación de intereses y opiniones nada fácil.
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