El juego de la democracia tiene periodos de trabajo, momentos clave, espacios decisivos y, así y todo, un gran margen de indefinición para el resultado final. A veces puede ser el inicio de un nuevo periodo de trabajo que permita girar el círculo del acontecer, o la conclusión de un proyecto malogrado. Todo tiene su tiempo. Llega o se niega. Esto se repite con distintivos y condiciones circunstanciales diferentes según las corporaciones y el momento.
Después de 79 años de existencia, el SNTE, atendiendo las necesidades de inclusión y libertad de adhesión plasmadas en la Constitución Política del país y motivado por la reforma al Título Cuarto, Capítulo Primero de la Ley Federal de los Trabajadores al Servicio del Estado, reglamentaria del Apartado B del Artículo 123 Constitucional, vivió en días pasados en Veracruz, por primera vez, los nuevos procedimientos de democratización en la forma de elegir a los dirigentes del Comité Ejecutivo Seccional.
La Sección 32 del SNTE concluyó el viernes de la semana pasada sus procesos de elección con el voto directo y secreto de sus bases (Art. 69, 4º párrafo, LFTSE), emitiendo el Comité Nacional Electoral el Resolutivo CNE/RES/S32/2022 que otorga la validez de la elección de la nueva Directiva de la Organización Sindical en comento, previo ajuste de la representación proporcional.
Esto tendrá una repercusión positiva para la base magisterial y un impulso definitivo para establecer nuevas formas en el desempeño sindical, pues el entramado actual de las leyes dispone, modifica y crea los procesos de selección para el ingreso y la promoción de los docentes, lo que terminó con la discrecionalidad de las propuestas (lo no sometido a regla, sino al criterio de una persona o autoridad) puesto que así lo permitían las Condiciones Generales de Trabajo y la Ley Federal mencionada. En este sentido el Sindicato había ganado, en el mundo laboral del magisterio, un espacio contundente.
En un intento de reglamentar las propuestas internas, se planteó un escalafón delegacional que al menos hizo un ejercicio más controlado de ellas, creando con esto una cultura de la demanda. En sólo una década, los cambios fueron significativos. Cambió la mentalidad para ingresar, ascender o promocionar una mejora económica personal, y ahora también habrá de cambiar y adecuarse la mentalidad en torno a los procesos de selección de las dirigencias sindicales, bajo el resultado del trabajo político-sindical desarrollado durante su gestión.
Las grandes epopeyas del maestro Alfonso y el maestro Juan quedarán para siempre en la historia sindical como ejemplos de lucha y de proyectos definidos que en su tiempo y momento fueron determinantes para organizar al magisterio federal veracruzano. El maestro Juan Nicolás Callejas Arroyo dejó, antes de partir, constancia de su visión sindical a largo plazo, pues predijo a los Comité anteriores lo que hoy está sucediendo y recomendó actualizar las formas de lucha y los espacios de empoderamiento sindical.
El maestro Daniel Covarrubias López resultó electo como Secretario General y el Equipo Político legitimado por la votación directa de las bases. Tienen una gran encomienda respaldada por la historia, la experiencia y el deseo de servir a las bases, con lo que podemos asegurar una muy buena gestión. ¡Bienvenidos a la nueva época sindical!
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