Honor a quien honor merece. Y qué mejor forma de reconocer el mérito, que concediéndole el título de Doctor Honoris Causa a quien ya es un doctor por su sapiencia y su trayectoria académica y social. El pasado sábado 8 del actual, el Consejo Técnico del Centro Regional de Educación Superior “Paulo Freire”, en términos de lo dispuesto por los artículos 137 al 142 de la normatividad institucional vigente, aprobó la propuesta del Mtro. Reynaldo Ceballos, Director Académico de la Institución, para otorgar al maestro Marcelo Ramírez Ramírez, el grado de Doctor Honoris Causa en educación.
Como legado de sus prácticas en la educación y la política, donde ha influido positivamente bajo circunstancias coyunturales, en la incertidumbre contemporánea, Marcelo Ramírez Ramírez nos ha entregado una serie de libros que constituyen su obra escrita, gracias a un intenso trabajo intelectual y social: “Los valores en la Ciudad Secular”, “Acercamientos a la democracia”, “Ética y praxis política”, “Reflexiones sobre un quehacer cultural”, “Temas sobre el sentido de la existencia”, “Abelardo y Eloísa”, “Política en la periferia, el debate de las ideas”, así como una serie extensa de artículos de fondo sobre la sociedad, la política y la cultura.
El Dr. Marcelo, ilustre mendocino declarado “ciudadano distinguido” de su pueblo natal, ha tenido una trayectoria trascendente, pues además de su calidad humana, sus libros y artículos, fungió como subdelegado de la SEP, Subsecretario de Educación Media Superior y Superior de la SEV, diputado local y federal, catedrático de la Escuela Normal Veracruzana, de la Normal Superior de México, de la Universidad Pedagógica Veracruzana, maestro de tiempo completo en la Universidad Veracruzana y fundador de la Academia Mexicana de la Educación en Veracruz.
En su discurso de aceptación, no pudo abandonar su espíritu crítico y analítico, al decirle al público: “¿Cómo reaccionar a esta iniciativa inspirada, no lo pongo en duda, por las mejores intenciones? La prueba de afecto y reconocimiento implicados en este gesto ¿es acorde al espíritu de la justicia? En otras palabras, me pregunto si las razones consideradas por el Consejo Técnico corresponden a mi desempeño en las aulas y fuera de ellas, de tal manera que dicho desempeño pudiera ser cotejado de algún modo por cualquier observador imparcial.”
La piel se enchina ante la honestidad expresada, que sólo confirma lo acertado de la propuesta al decir, después de una serie de consideraciones de gran profundidad filosófica y educativa: "Al margen de toda modestia, sea sincera o manchada de íntima vanidad, acepto con agradecimiento el honor que se me concede” y reconoció que “es el símbolo de una tarea inacabada, un estímulo para continuar en diálogo fecundo con los alumnos del CRES, calor gratificante que me mantiene activo de la mente en el analizar, dialogar y compartir”, concluyó.
Su familia, amigos e intelectuales que le acompañaron, se mostraron satisfechos por el evento. Al cerrar el discurso, el Dr. Marcelo se dirigió a su familia: “Me alienta y fortalece la presencia de mi familia. Hoy diré algo que le debo a mi querida esposa Sara Pitta: ella ha sido el vínculo suave, firme e inquebrantable a lo largo de una vida llena de cosas buenas, la cual no cambiaría por ninguna otra”.
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