En el argot deportivo se expresa de manera reiterada que las marcas o récords que establecen los atletas de alto rendimiento no son para siempre, que aunque pase mucho tiempo en todas las competencias y disciplinas se impondrán nuevos retos a los protagonistas de la actividad físico – atlética. Algunos especialistas dejan entrever sus dudas sobre el particular y suponen que algunos récords de carreras de velocidad permanecerán inmutables como sería el caso de las marcas que el bólido de Jamaica Usain Bolt y la atleta norteamericana Florence Griffith Joyner proyectaron en los 100 y 200 metros. Pero entre son peras o son manzanas puedo manifestarles que estoy realmente sorprendido de los que ha pasado en las competencias de salto de garrocha o de pértiga, donde un joven que apenas rebasa los 20 años ha logrado éxitos extraordinarios, emulando al ucraniano Serguéi Bubka, “ese inmortal olímpico” que fue campeón en tal disciplina de 1983 a 1997, con 35 plusmarcas a su favor y con récord que duró 21 años antes de ser abatido. Tal marca suprema fue de 6.15 metros impuesta en 1993, ya en las postrimerías del siglo XX.
Con el nuevo siglo y el nuevo milenio han surgido nuevos portentos del atletismo y del deporte, por ello no fue sorpresa alguna que el competidor francés Renaud Lavillenie haya hecho realidad la hazaña de hacer un salto con garrocha en el 2014 (15 de febrero) a una altura de 6.16 metros, un centímetro más que el añejo registro de Bubka. Posteriormente se manifiesta con luz propia el increíble muchacho sueco Armand Duplantis y desde el 8 de febrero del 2020 – que rebasa la varilla a 6.17 superando al galo Renaud- hasta el actual 2022 ha hecho añicos el registro oficial en 4 ocasiones, estableciendo los records sucesivos de 6.17, 6.18, 6.19 y 6.20 metros, en razón de sus excelentes cualidades o fortalezas: vigorosa velocidad para el arranque o impulso, elasticidad singular, destreza para insertar debidamente la garrocha en el foso, habilidad gimnástica aérea, idónea elevación corporal y el “arte circense” del afamado Armand (“Mondo”, para sus familiares y amigos), el cual ha proferido: “No hay límites; el espacio (el cielo) o el cosmos es el límite…”
En la actualidad el prodigioso garrochista sueco tiene 22 años de edad, no es muy alto, alcanza una estatura de 1.81 metros y pesa 79 kilogramos; se dice que desde los 6 años empezó a superar obstáculos y que goza con saltar. Especialistas y ameritados expertos coinciden que Duplantis es un competidor fuera de serie, que no es musculoso como Bubka pero que posee otros tesoros físico – atléticos y que siempre ha estado rodeado por seres queridos y también deportistas que lo impulsan, lo asesoran y le señalan sus omisiones o errores. Su última marca suprema la establece en la localidad de Belgrado, capital de Serbia, muy cerca de la confluencia de los ríos Danubio y Sava, ante una multitud eufórica que colmó el estadio y que se sorprende cuando “el joven águila” rebasa los 6.20 metros de la varilla el 20 de marzo de 2022. “Un centímetro más para él que implica un vuelo infinito para el atletismo olímpico,” diría un comentarista europeo.
Cuando comparo o cotejo el magistral desempeño y el esfuerzo tanto de Serguéi Bubka como de Armand Duplantis vienen a mi memoria unos versos que leí sobre los ciclos de la vida y cuyo autor desconozco:
“Dejar que lo viejo sea viejo
agradecer y dejarlo ir
como hoja de otoño que cae
al atardecer…
“Dejar que lo nuevo llegue
como un loto abriendo
al amanecer.
Recibirlo y sonreír…
“Sonreír por lo que se va, porque
algún día estuvo
Sonreír por lo que llega y
también después se irá…”
Estoy seguro que mucho se hablará sobre este contendiente que nace en Estados Unidos pero que compite bajo la bandera sueca (su madre es nativa de Suecia), por lo pronto puedo reiterar que sus familiares y amigos lo llaman “Mondo” y que sus padres han sido sus más fieles maestros en tal disciplina. Fue campeón de Europa en 2018, en París y se distinguió como participante juvenil en varios escenarios europeos y de Estados Unidos. Es hijo y hermano de atletas y aunque solo mide 1.81 es muy rápido y de técnica depurada. Lavillenie admira a Duplantis y le desea lo mejor; reconoció que los récords son para abatirlos y que el nuevo monarca tiene todo el tiempo y los atributos para seguir adelante. Ya lo veremos y felicidades para las justas de alto desempeño.
Atentamente
Profr. Jorge E. Lara de la Fraga. |
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