Un comentario a “vuela pluma”. Incomoda la estrategia desvergonzada, cínica y destructiva que es utilizada por los detractores de la nueva administración federal, mismos que sin autoridad moral arremeten contra las iniciativas y proyectos que pugnan por un mejor devenir. En lugar de instrumentar contrapropuestas fundamentadas y factibles optan por el sendero sencillo de la satanización y de las burlas ponzoñosas. Ante ese tropel desacreditador urge que el equipo gobernante y los representantes públicos que llegaron al sitial de mando por el sufragio popular pongan en operación sus mejores herramientas, sus idóneas acciones e inteligentes iniciativas en sus quehaceres diarios para desenmascarar a esos falsos adalides pronosticadores de desastres y a esos heraldos trasnochados del viejo orden de las trapacerías.
Hago el llamado ciudadano urgente a esa nueva clase política para que defienda la causa reivindicatoria del pueblo mexicano expresada multitudinariamente el primero de julio del año pasado. Para nada olvidar que en esa jornada histórica se reprobó al viejo sistema de la corrupción, de la impunidad y de la democracia adulterada; con el sufragio autónomo de la colectividad se bosquejó un nuevo país para superar, entre otras cosas, la crisis vigente, también ofrecer oportunidades a los sectores marginados, dar cauce a las participaciones e iniciativas de la gente, defender en serio los derechos humanos, vigorizar la economía, impulsar el campo y a la industria, así como darle la importancia plena a la educación y a la investigación científica. Esos nuevos cuadros dirigentes deben proceder como auténticos luchadores sociales y políticos, olvidándose de las vanidades y de los roles desacreditados de los “burócratas de cuello blanco”.
En el momento actual observamos con cierta preocupación que algunos funcionarios de los tres niveles deambulan con inseguridad y cometen pifias, omisiones o acciones imprudentes, lo cual es aprovechado a las mil maravillas por los enemigos emboscados. Muy saludable sería que esos representantes se sometan a procesos de autoanálisis para obtener enseñanzas de sus caídas, sin dejar de lado opciones para que personas de su confianza los auxilien para acometer con éxito las futuras encomiendas. Por otra parte, resulta gratificante que una buena parte de los colaboradores de Andrés Manuel López Obrador están poniendo en juego sus mejores empeños para cumplirle al electorado y se desempeñen en su trabajo de manera congruente, con la eficiencia y honestidad que demanda nuestra atribulada Nación.
Aprovecho las circunstancias para expresar una voz de alerta a todos los colegas, amigos y conciudadanos para que no sean atraídos por los falsos y mediocres “redentores del pueblo”, los cuales en el pasado reciente gozaron a plenitud de las mieles del poder y ahora destilan a plenitud veneno y podredumbre moral. Por favor, ya no caigan en la redes de esos entes que se atreven a calificar a todos sus adversarios de ineptos, cuando ellos a lo largo de los períodos trianuales, cuaternales o sexenales sólo se llenaron las bolsas del patrimonio colectivo, sin dar muestras fehacientes de un legado decente y humanista.
Atentamente
Profr. Jorge E. Lara de la Fraga. |
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