Jorge E. Lara de la Fraga
Ya se fue. No estará más con nosotros por estas tierras del gran Conejo, de las chicatanas, del tlaltonile y de los hongos de encino. Murió el paisano y conocido de muchos, el caballeroso Memo Landa que habitaba ese singular chalet “afrancesado” o ecléctico ubicado en la avenida uno, muy cerca del teatro Solleiro. Nos deja buenos recuerdos de su calidad humana, de su sapiencia en las cuestiones culturales y de su dominio lingüístico; casi a la semana de haber cumplido los 85 años transita de la vida al ámbito insondable de la quietud física. Lo conocí desde que era joven y estudiaba en México; nos contaba a los niños y adolescentes durante esa década de los 40 del siglo pasado sus experiencias en la UNAM y sobre sus iniciales trabajos prácticos en despachos e instituciones oficiales. Era entonces un incipiente profesionista de 21 a 22 años y nosotros unos chamacos de secundaria con 14 o 15 primaveras a cuestas. En lo personal reconozco que él me sirvió de referente positivo para seguir preparándome después de cursar el nivel medio básico.
Durante largas temporadas se ausentaba de su tierra nativa; por sus familiares cercanos sabíamos que estaba incorporado a la Secretaría de Relaciones Exteriores y que se desempeñaba como diplomático y representante cultural de nuestro país en varias naciones del llamado Viejo Mundo; el inquieto Guillermo tuvo la oportunidad de establecer conexiones con dignatarios, artistas, literatos, críticos, científicos e investigadores célebres de Francia, Polonia, Austria, Holanda, Checoslovaquia, Rusia y Alemania, para después retornar al Continente Americano y ejercer sus funciones humanísticas en Sudamérica(Paraguay) y en Centroamérica(Panamá). Durante tal periplo el connacional ilustre asistió a recitales y a exposiciones pictóricas, se deleitó con los conciertos de las sinfónicas de renombre, visitó los museos de las grandes capitales de la cultura y por su versatilidad en el dominio de varios idiomas colaboró en suplementos, revistas y publicaciones de varias naciones de Europa y del Nuevo Mundo. Como intelectual y ciudadano jubilado retorna a su añorado Huatusco para revitalizarse y ofrecer en su edad madura otros frutos de su creatividad literaria.
En mis visitas a mi terruño, cuando tenía oportunidad, lo saludaba y le deseaba lo mejor; él no perdía la oportunidad para comentarme algo interesante de sus proyectos, estaba al tanto de lo que acontecía en nuestro atribulado territorio patrio y externaba sus sutiles críticas a los malos procederes de algunos políticos. También me recomendaba lecturas aleccionadoras y en dos ocasiones tuvo la deferencia de invitarme como moderador en mesas redondas donde se exponían obras de su autoría; asimismo tuve el honor (en una Feria del Libro Universitario UV) de presentar su poemario titulado
“Regocijos del mirar”, el 15 de mayo del 2011 en la ciudad de Xalapa. Destaqué en tal ocasión que Guillermo era huatusqueño e hijo de dos oriundos de esas colinas de la esperanza, que era un ser dinámico y de ideas progresistas, poeta políglota y traductor, autor de textos y de publicaciones de índole cultural. Sobre el compendio poético referí que el autor Landa alude al amor, al erotismo; que también denuncia injusticias y se rebela ante el automatismo de la era contemporánea. Destaca personajes de la Ilíada; proyecta a un Fausto disfrazado de Goethe que anhela ser amado por una joven. Asimismo sufre por la fragmentación de Yugoslavia, sin dejar de lado su identificación ideológica con un poeta eslavo; los efectos físicos que propicia la vejez y la imagen imperturbable de la muerte.
Amerito adicionar que su obra literaria ha sido traducida al francés, al inglés, al servio-croata y al polaco. Entre sus poemarios se destacan los siguientes: De nuevo al mar, Este poemario que soy yo, Este mar que yo soy, Eucrático, Epitafios para la vida, Alción muerto, Filanta, Osario del amor no cumplido y el ya citado Regocijos del Mar. Fue colaborador de la revista Plural, de La Jornada Semanal, de la revista La Palabra y el Hombre (UV). Varias universidades le publicaron sus textos de poesía y de prosa (13). Especialistas y críticos dan su opinión sobre la poesía del paisano: “La fractura de la palabra, el radical ejemplo de un metalenguaje tomado de las propias fuentes de la literatura, una cierta recreación del mundo poético con la realidad, la superposición semántica de los vocablos, la aplicación erudita de la metáfora, la simbiosis entre las búsquedas modernas y los giros inolvidables del pasado…” “… la poesía de Guillermo nada tiene que ver con las medicinas de patente. Es una fórmula magistral bien balanceada, bien preparada en el mortero, bien olfateada y después de un breve reposo, convertida en una variación de fórmula fantástica…”
El último día del pasado mes de julio nos abandonó el compañero Guillermo Landa Velásquez, ya no estará como jurado en un certamen literario, no lo veremos caminar por las rúas del querido pueblo, ni asistiendo a una reunión cívica o cultural, ni comprando verduras o frutas en el mercado, mucho menos narrando sus aventuras diversas recolectadas en su transitar por el mundo. El que da, recibe, por ello lo recordaremos siempre con gratitud y afecto; en nuestra mente y en nuestro corazón se ubicará en el ámbito de las musas y en derredor de un universo, donde predomine el amor, el mar, la muerte, el arte, el esfuerzo humano, la naturaleza y el erotismo.
Profr. Jorge E. Lara de la Fraga. |
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