Con la proclama torpe, infundada e incendiaria: “AMLO es un dictador comunista y la defensa de la Patria debe llevar a quitarlo del poder”, el Frente Nacional anti AMLO (Frenaa) llevó al cabo una serie de movilizaciones en 21 ciudades de nuestro país los días 30 y 31 de mayo en contra del Ejecutivo Federal, exhibiendo carteles de repudio y de quejas. Lo singular del caso es que esos “golpistas de opereta”, que se dicen apartidistas, efectuaron su sainete mediante caravanas de automóviles, camionetas y motocicletas, sin bajarse de sus “costosas e envidiables cabalgaduras”. Uno de los organizadores a nivel nacional, activista de derecha, Pedro Luis Martín Bringas, indicó que en el movimiento participan empresarios, ciudadanos honorables, académicos, periodistas y militantes comprometidos. La mayoría de los vehículos portaban banderolas, carteles y gráficos alusivos; llevaban cartulinas pegadas donde se leía: “¡AMLO, vete ya… Andrés Manuel, eres un peligro para México…Te quedó grande el puesto… En la ciudad de México no te queremos…Despierta México, AMLO nos está llevando a otro Venezuela… Ya no soportamos tanta injusticia, tanto robo…” Se filtró o se sabe que Pedro Ferriz de Con, Rafael Loret de Mola, Gilberto Lozano y Juan Bosco Abascal se identifican con esta causa.
Entre acompasados claxonazos y gritos destemplados, algunos participantes en la provincia jarocha se atrevieron a expresar directamente su sentir: “Todo el gabinete, empezando por el presidente, son unos ineptos, unos ignorantes; invierten donde no deben… Estamos hartos y por ello queremos la renuncia del presidente…López Obrador ya deja de hacerle daño a nuestro país… Si eres verdaderamente hombre, acepta tu ineptitud y renuncia a tu puesto…” Durante la parsimoniosa caravana los inconformes hacían sonar sus cláxones y ondeaban banderas nacionales. En Orizaba, uno de los convocantes y organizadores de la pintoresca marcha declaró campantemente que los objetivos de Frenaa son: “la revocación de mandato, convocar a nuevas elecciones (con un candidato único de los partidos de oposición) y la reconstrucción del Estado. La idea o meta es que salga AMLO antes del 30 de noviembre y que sea el pueblo mexicano el que determine al nuevo Mandatario. Nosotros somos el pueblo y mandamos. Ahorita, todos estamos amolados (sic) “…Nosotros queremos pasar de la dictadura a la democracia. Ya no queremos más políticas populistas”.
No cabe duda que ante una acción sobreviene o se hace presente una reacción. No tuvieron que esperar mucho esos airados “manifestantes de alta categoría automotriz”, pues ciudadanos de a pie –de un colectivo de la ciudad de México- externaron en un pronunciamiento periodístico su compromiso indeclinable en defensa de la insurgencia popular, que con su voto soberano llevó a la presidencia de la República, por primera vez en la historia reciente del país, a un gobierno democrático popular con más de 30 millones de sufragios, respaldo de una abrumadora mayoría que le otorga a AMLO legitimidad y legalidad nunca vistas en la historia patria. “Lo anterior confirma a Andrés Manuel como legítimo presidente constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, con lo cual ni es dictador ni es comunista, sólo mentes perturbadas y con una ignorancia supina, odio,
racismo, difamación e hipocresía dicen y gritan libremente esas abismales sandeces…” Además, tal colectivo hace un llamado respetuoso a los insurrectos, a esos opositores y enemigos del gobierno, para realizar un análisis mesurado o proceder a un debate de ideas, a fin de dirimir las diferencias en el ámbito de la pluralidad democrática. Evitar a toda costa intentos y tufos golpistas desestabilizadores.
Comentaristas y analistas políticos no se quedaron estáticos y, entre otras cosas, subrayaron que esa protesta vehicular, impulsada por un sector empresarial, demanda la renuncia de López Obrador y busca estar por encima de la voluntad de los más de 30 millones de connacionales que decidieron ponerle un alto definitivo a décadas de corrupción, complicidades, empobrecimiento y saqueo de la riqueza del país. También alertaron que tal desfile de autos de lujo es propiamente “el banderazo de salida para las elecciones intermedias del 2021 y el preámbulo para el proceso revocatorio del 2022”… Esos individuos, algunos perversos y manipuladores y otros, enajenados y resentidos, empujados por intelectuales derechistas y por políticos del viejo orden (panistas y priístas), hacen lo posible para generar las condiciones de un golpe de estado, con la supuesta esperanza de que el país se desfonde y López Obrador pierda su enorme base social. Entre otros maquiavélicos entes, no está por demás mencionar a los reaccionarios Enrique Krauze y a Héctor Aguilar Camín.
Por su parte, Andrés Manuel López Obrador, constantemente agredido por las hordas mediáticas, con tranquilidad espartana reacciona a esa protesta motorizada de los días 30 y 31 de mayo. “Que no coman ansias; en 2021, en las elecciones para renovar la Cámara de Diputados, el pueblo decidirá y en el 2022 se realizará la consulta de revocación de mandato…” Adicionó que se mantendrá en la Presidencia si tiene el respaldo popular. “A la fuerza, no; no soy un ambicioso vulgar. Yo mismo establecí las reglas: si la gente dice que renuncie el Presidente, nos vamos; si dice que continúe el Presidente, termino con mi compromiso hasta 2024; soy demócrata y partidario del sufragio efectivo, no reelección…” Con sensibilidad política remata: “El pueblo pone y el pueblo quita; un gobierno sin apoyo popular es como una hoja seca. Debemos tener siempre autoridad moral para tener autoridad política…”
Que se entienda y se asimile muy bien: hay resistencia porque, entre otras cosas, antes el presupuesto se usaba para satisfacer privilegios y “el virus que más ha dañado a México ha sido la corrupción”; hoy esos grupúsculos minoritarios e irascibles, son los resentidos que se quedaron marginados y fuera de las oportunidades para hacer negocios turbios que les ofrecían las administraciones anteriores, a cambio del respectivo apoyo electoral. En el fondo, asimismo, “subsiste un racismo y una discriminación hacia los humildes que se almacena en las cabezas y en los corazones de una parte de la sociedad que no termina por encontrarse a sí misma”.
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Atentamente.
Profr. Jorge E. Lara de la Fraga |
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