1. – Un pensador les indicaba a sus alumnos : “Si son humildes de cuna o de origen no tienen por que sentir vergüenza ; es más, es un tinte de orgullo surgir de las capas sociales modestas, porque en la medida que avancen en derredor de realizaciones superiores se deben enorgullecer y sentirse dignos de sus padres y de sus seres queridos…” Pobres de aquellos que olvidan sus raíces y tratan de esconder o negar a sus progenitores por el sólo hecho de carecer de recursos materiales o económicos y de tener poca instrucción escolar. Esos padres, con todos sus defectos, representan el inicio y el significativo referente consanguíneo del individuo que se ha superado en algunos renglones. De manera complementaria, hay que asimilar que se puede llegar a lo más alto, pero ello debe ser por las vías dignas, nunca a través de los engaños, de las intrigas o de las ignominiosas trapacerías. Es pertinente, asimismo, tener en consideración no culpar a los demás por los fracasos propios ni descargar en nadie el rencor o el resentimiento enfermizo interno.
2.– En vísperas de un cambio de administración gubernamental, varios individuos se frotaban las manos, se encomendaban a todos los santos y empezaban “a contactar” con los elementos que ellos suponían claves en el nuevo orden gubernamental. Para nada se ponían a pensar esos arribistas y oportunistas de siete suelas si poseían el perfil necesario para desempeñarse en un determinado puesto público ; lo que anhelaban era no quedarse fuera del presupuesto y mejorar a mediano plazo sus finanzas personales. Si había que rendir pleitesía a alguien no había ningún problema; lo significativo era incorporarse al equipo triunfador y figurar en la nomina. Al respecto, hace unos días en una reunión de amigos coincidí con algunas personas que me sorprendieron por su concepción de las cosas. Me enfatizaron que en la vida hay que estar bien relacionados con los poderosos, que poco importan las habilidades o los conocimientos y menos las actitudes moralistas y ortodoxas. “Si tengo la oportunidad de entrar a un cargo público – me aseveraba uno de ellos – no importa que mis superiores sean de otro partido, de diferente ideología o de comportamientos sombríos; lo que vale es estar adentro.” Ante estas circunstancias y viendo a jóvenes de entre 25 a 30 años que razonan en similares términos, no tengo más que interrogarme si estos tiempos modernos han hecho que las nuevas generaciones se comporten pragmáticamente o si la formación ética en el hogar y en la escuela brilla por su ausencia.
3.– “La educación artística en la educación básica de México presenta enormes rezagos históricos. Se comprende fácilmente este lamentable estado de cosas cuando se revisan los planes y programas de estudio de las escuelas normales del país y los programas oficiales de la educación básica. La función asignada a la educación artística, tanto en su concepción teórica como en el tiempo destinado a su cultivo ha sido, con la excepción de preescolar, explícitamente suplementaria…” ya que estamos en el camino renovador se supone que las nuevas autoridades gubernamentales y educativas
incorporarán contenidos y acciones que se vinculen con la esfera afectiva social y con la coordinación motora fina.
4.–Aunque México ha logrado avances en materia de cobertura e inversión educativas, permanece estancado a nivel internacional en diversos indicadores y mantiene rezagos en cuanto a la calidad de la enseñanza, reveló la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico ( O.C.D.E.). Nuestros dirigentes no deben olvidar que el gasto en educación debe verse como una inversión a largo plazo y no como una carga presupuestal. La educación es impulsora de la productividad laboral y lo que se realice en los planteles formativos se verá reflejado a futuro en la economía nacional. Es el gran compromiso de Morena y de los funcionarios responsables y probos de los diversos niveles.
5.- Toda vez que en esta cuesta de enero del naciente 2021 surgen amenazantes “rebrotes” y nuevas cepas del Covid-19 y con la posibilidad de que en los próximos meses de febrero y marzo se lleve a cabo la aplicación del antídoto contra ese virus maligno destinado a los adultos mayores de nuestro país, desde este momento alzo la mano y me anoto para que me tomen en consideración; sin importarme que sea la fórmula rusa, china, americana, europea o mexicana – argentina, siempre y cuando los organismos médicos especializados y las autoridades sanitarias internacionales hayan acreditado debidamente tales productos “de sanación”. Así que ante el planteamiento o disyuntiva: ¡O virus o vacuna!, opto por la segunda opción. No quiero experimentar o vivir el infierno que padecieron múltiples pacientes graves que fueron “entubados”; prefiero –con optimismo y determinación – dar el paso hacia adelante y superar la pesadilla e incertidumbre que nos abruma desde hace 10 meses. Ahora o nunca, mi organismo y la naturaleza dirán la última palabra; además, a mis casi 8 décadas de existencia albergo muchas satisfacciones y tengo una familia (esposa, hijos y nietos) vigorosa y decidida a superar los conflictos, retos y avatares de la realidad contemporánea.
Atentamente.
Profr. Jorge E. Lara de la Fraga. |
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