Los iniciales días de este mes de abril de 2019 serán recordados durante mucho tiempo en los círculos científicos, pues durante el 10 y 11 del presente fueron reveladas las primeras imágenes de un agujero negro situado a una estratosférica distancia de nuestro sistema solar. Se amerita resaltar que el equipo internacional del proyecto denominado Even Horizon Telescope (EHT) incluye investigadores especializados de todo el mundo mismos que han laborado con denuedo y eficiencia durante 2 años y esos titánicos esfuerzos y desvelos han obtenido hoy un logro sensacional: presentar visualmente la inédita fotografía de un agujero negro ubicado en la galaxia M87 (cúmulo de Virgo) a 55 millones de años-luz de la Tierra. El proyecto EHT implementó una red que enlaza las señales de observación en diferentes espacios geográficos y les permitió obtener la resolución más alta jamás lograda.
Cuando escuché, observé y leí la singular noticia pensé de inmediato en Albert Einstein y en Stephen Hawking, toda vez que esos dos genios físico-matemáticos se adelantaron a los sucesos contemporáneos y aludieron a esos fenómenos estelares en sus comentarios y escritos. Einstein los imaginó prodigiosamente en 1915 y Hawking teorizó sobre ellos, configurando líneas de investigación para proseguir descifrando sus misterios y enigmas. Los científicos del proyecto EHT afirman que el hallazgo ofrece un fuerte apoyo a la teoría de la relatividad general y reconocen las aportaciones teóricas del científico inglés, quien en célebre texto preconiza: “Un agujero negro tiene una frontera llamada horizonte de sucesos. Es donde la gravedad se hace suficientemente intensa para arrastrar la luz hacia atrás y evitar que se escape. Como nada puede viajar más rápido que la luz, todo lo demás también será arrastrado hacia atrás. Caer a través del ´horizonte de sucesos´ se parece a pasar las cataratas del Niágara en una canoa…”
Stephen, un extraordinario ser que padeció durante 55 años esclerosis lateral amiotrófica y que quedó casi paralizado, decía que en su imaginación y en su mente había recorrido una buena parte del universo. Merced a sus cálculos complejos del orden físico-matemático tuvo el atrevimiento de ofrecer respuestas a la interrogante clave: ¿Qué hay dentro de un agujero negro? y, entre otras cosas, Hawking apunta que si caemos a un agujero negro la gravedad tirará más fuerte de los pies que de la cabeza: “…el resultado es que seremos estirados longitudinalmente y aplastados por los lados; para evitar males mayores y para explorar el interior de un agujero negro, asegúrese elegir uno muy grande, con una masa de más de un millón de veces la masa de nuestro sol…” Más allá de la ironía implícita del genio inglés, rescato algo que mencionó sobre el tema en 2016: “Sabemos que las tres propiedades discernibles de los agujeros negros son su masa, su carga eléctrica y su momento angular…” Incitaba a sus amigos, alumnos y colaboradores a que prosiguieran investigando sobre esos extraordinarios monstruos siderales.
Recomiendo a los lectores, a los jóvenes inquietos y a los docentes comprometidos a que lean y vean algo de lo publicado y difundido audiovisualmente
sobre el cosmos en revistas especializadas y en series científicas. El siglo XXI nos deparará muchas sorpresas en el campo de la investigación, en los diversos campos o áreas de estudio, sobre el entendido de que la tecnología avanza vertiginosamente y la especie humana, en términos generales, parece asombrada y bastante receptiva pero poco proactiva. Culmino con una cita de Hawking: “Todos somos libres de creer lo que queramos; pero en mi caso, con sustentos objetivos y comprobables, he llegado a la conclusión de que la ciencia tiene una explicación más convincente para entender las cosas y los fenómenos…”
Atentamente
Profr. Jorge E. Lara de la Fraga. |
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