Estoy leyendo una versión preliminar del compendio de narraciones que me envió el buen amigo Ingeniero Miguel Montalvo Martínez y cuyo texto se titula “Cuanto cuento del Tío Cleto”, con el propósito de asimilar su contenido para después presentar ese esfuerzo creativo del huatusqueño adoptivo en un acto o ceremonia a efectuarse, una vez que el libro en cuestión sea editado y publicado formalmente. En principio indico que Montalvo Martínez cumple con los cánones estipulados por los conocedores, ya que todo cuento es una narración breve, con un reducido número de personajes y con argumento sencillo; puede estar basado en hechos reales o en asuntos ficticios, expuesto a los lectores de manera espontánea y clara, sin afectaciones académicas o con purismos literarios.
“Cuanto cuento del Tío Cleto” es un abanico de narraciones de todo tipo, desde el asunto de un pecador que al morir y llegar ante San Pedro pretende engañarlo para entrar a los recintos celestiales, hasta el caso de un religioso que le hace trampa a Lucifer a través de una triquiñuela; también se incorporan cuentos fantásticos y sucesos históricos. En todos esos acontecimientos aparece el Tío Cleto, el padre Sidronio y los amigos Daniel, Pedro, Jesús y Antonio, los cuales gozan y festinan la imaginación del personaje central. Hay que destacar que en ese rosario de historias e historietas se hace presente el humorismo, la crítica al fanatismo y la picardía, así como la ironía, sin dejar de lado que algunas de esas versiones tienen su lado melancólico, tocan fibras sensibles y nos hacen reflexionar.
Montalvo Martínez, guanajuatense de origen y veracruzano de corazón, es un ser dinámico y polifacético, de origen humilde, de honradez acrisolada y con un espíritu de servicio a toda prueba. A lo largo de su existencia se ha desempeñado como ingeniero agrónomo, como educador en centros de enseñanza del nivel medio, como instructor, promotor de bandas de guerra y ya como jubilado se ha destacado como pintor, escritor, conductor de eventos y comunicador cultural-académico. A sus más de 8 décadas de existencia prosigue con entereza y para nada se amilana ante la problemática diversa ni ante los achaques físicos o golpes de la vida. Es todo un ejemplo para la comunidad de las montañas de la esperanza y de los cerros azules. Ha convivido con los paisanos desde hace varios decenios y aún busca nuevos retos.
Si tienen ustedes la oportunidad no dejen de acercarse al contenido de la nueva entrega literaria de Don Miguel, pues con ello se divertirá un poco y olvidará por un momento las angustias circundantes. Si bien el autor no es un clásico de la expresión escrita, tiene la virtud de comunicar con transparencia y puede establecer singulares nexos con sus receptores. En mi caso tuve la oportunidad de leer, antes de este compendio de cuentos, una novela corta y un texto donde Montalvo Martínez narra sus vivencias como estudiante. En varias de sus creaciones se dejan sentir reminiscencias autobiográficas y elementos geográficos e históricos que se relacionan con ese excelente ser humano que egresó de la Escuela Nacional de Agricultura (Chapingo).
Atentamente
Profr. Jorge E. Lara de la Fraga
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