No hay que ser vidente ni tener la bola mágica de cristal para exteriorizar con firmeza que priístas y panistas añoran el poder perdido. En su momento tuvieron el timón de mando –los tricolores durante varios sexenios- pero no supieron ni quisieron utilizarlo para bien. Un viejo luchador de avanzada con quien platiqué el mes pasado (en enero de 2021) se preocupa por lo que pueda acontecer en los próximos comicios ante una sociedad en buena parte desinformada, con la influencia perniciosa de los medios informativos así como un tanto dependiente de esas “redes digitales” que expanden rumores, mentiras, denuestos y avalanchas de inmundicias. Tal personaje al que hago referencia define con claridad lo ocurrido en nuestro territorio patrio: los prianistas legaron o dejaron como herencia un país con una economía horadada, con fisuras por todas partes; con sistemas educativos y de salud deficientes; con carencias ostensibles en el ámbito productivo, con plena desatención a proyectos agrícolas y pecuarios, etc., sin dejar de señalar con énfasis el “sobreendeudamiento acumulado”, la pobreza, desigualdad, corrupción e inseguridad. Ahora después de la debacle propiciada por ellos, esos adoradores de las canonjías y de las prebendas anhelan retornar a ese edén perdido, a ese reino de las complicidades. De nosotros depende que México no vuelva a padecer y sufrir ese lapso o período vergonzoso.
Es difícil estar de acuerdo con todos en lo referente al actual estado de cosas de nuestro país; algunos deseamos que se prosigan limpiando las porquerizas y se mejoren las condiciones de vida de los mexicanos, especialmente de aquellos que padecen penurias y miserias. Otros observan con desaprobación acciones y cambios que no les favorecen de manera directa y demandan atención a sus requerimientos. Varios (de los niveles económicos altos y medios superiores) están en completa oposición con el proceder general de la actual administración Federal, sueñan con los tiempos idos y las rebosantes ganancias, así como vislumbran con relativo optimismo lo que acontezca a su favor en los próximos comicios a celebrarse en este año. Me atrevo a suponer que todavía en la mayoría de los connacionales persiste la huella y el recuerdo de las infamias perpetradas por los voraces e irresponsables individuos que dirigieron a nuestro país en los sexenios anteriores y que para nada desearían la reiteración de las aberraciones al amparo del poder. También reflexiono que en momento actual sectores especializados, con sustentos objetivos, han expresado por diversas vías sus desacuerdos con determinados proyectos desplegados por el Presidente Andrés Manuel López Obrador y tal hecho lo aplaudo, esperando que por los senderos del diálogo se superen las divergencias.
Para muchos connacionales el gobierno federal en turno tiene más aciertos que errores. Aseveran que nuestra Nación, a pesar de la pandemia y de la violencia, avanza poco a poco y mejora en su funcionamiento institucional. Indican que ya no hay “gasolinazos”, devaluaciones ni salarios estáticos. Hasta ahora el peso mexicano no se ha deteriorado con respecto al dólar. Se legisla a favor de las mujeres y de las minorías; en el sendero del
congreso hay iniciativas de ley para preservar mejor los derechos humanos de todos los sectores, para combatir medularmente a la corrupción y para instaurar políticas de mejoramiento comunitario. En ese tenor, un colega universitario de esta Ciudad Capital, ante la interrogante ¿Cómo ves el desempeño de la administración actual?, respondió en los siguientes términos “Desde mi perspectiva, el desempeño es de regular a bueno, observo un gobierno que labora los diversos días de la semana y un mandatario responsable que recorre el país para evaluar las obras emprendidas y detectar las necesidades apremiantes. El Presidente con su equipo y con el respaldo del Poder Legislativo lucha para vigorizar la economía nacional. A pesar del Covid - 19 y otros pesares, persiste baja inflación, hay atención a grupos vulnerables, un salario mínimo mejorado, una política exterior respetable, la atención al agro y el combate a los privilegios fiscales.”
Un amigo y colega docente opina con libertad sobre el proceso electoral intermedio, externa puntos de vista sobre la candente atmósfera que priva en la contienda y alude al comportamiento del Titular del Poder Ejecutivo. Dice: “Observo un muy polarizado proceso electoral, a la par del ambiente político del país. La oposición se encuentra resucitando a sus figuras reconocidas y aprovecha los yerros, omisiones, conflictos internos y desajustes del partido gobernante. Como resultado de las votaciones, vislumbro una nueva correlación de fuerzas y deseo que sea para bien, pues en toda democracia es saludable el intercambio de criterios y de puntos de vista. A la distancia me preocupa que la polarización suba de nivel o de intensidad, más allá de los resultados comiciales. AMLO seguirá utilizando sus espacios y provocará a sus adversarios acérrimos, quienes cerrarán filas para el segundo trienio de la vigente administración. A partir de julio y agosto de este año -para un servidor-arrancará extraoficialmente la carrera por la sucesión presidencial del 2024 y ante el fenómeno pandémico el asunto electoral futuro lo resumo así: A río revuelto, ganancia de los más hábiles y aptos pescadores de votos”.
Atentamente
Profr. Jorge E. Lara de la Fraga. |
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