El 13 de julio del presente año la generación normalista “María Dolores Flores Morales” (1985-1989), mejor conocida por su nombre de batalla: “Los Grillos”, celebró su 30 aniversario de haber egresado de la Benemérita Escuela Normal Veracruzana(BENV), a través de un acto protocolario-artístico realizado en el Auditorio del plantel educativo, de la develación de una placa conmemorativa, de una ofrenda a la madre tierra (siembra de un árbol), y de una cena-baile llevada a cabo en un salón de usos múltiples de nuestra Cd. Capital. En todos los eventos programados se constató la buena organización de los protagonistas. Al igual que al Director de la BENV, C. Mtro. Daniel Domínguez Aguilar y otros ex-catedráticos de la Escuela, fui invitado a tales festejos y conviví con tales colegas de profesión envueltos en momentos de nostalgia, de alegría y optimismo renovado.
Tuve la oportunidad de dialogar con algunos de ellos y me expresaron sus experiencias, sinsabores y logros obtenidos a lo largo de su actividad profesional en comunidades rurales y urbanas de la entidad veracruzana. No todo fue “miel sobre hojuelas”, pero se crecieron al castigo y pusieron como estandarte de lucha el bagaje humanístico y psicopedagógico obtenido en su alma máter. La mayoría desarrolló o está desenvolviéndose en el nivel básico, pero también una regular proporción de educadores ha ejercido su noble profesión en el nivel medio y en el ámbito superior, distinguiéndose todos ellos por su entrega y destreza didáctica.
Almaceno en mi interior un singular recuerdo de ese contingente de jóvenes (303) egresado en 1989, porque en ese año me desempeñaba como Director de la centenaria y Benemérita Escuela Normal Veracruzana y emití un mensaje en el acto solemne de su Entrega de Testimonios. Me atrevo a incorporar tres párrafos de ese comunicado a los actuales profesionistas de 6 quinquenios de labor positiva, anhelando que prosigan adelante, para bien de Veracruz y de México.
“En esta escuela, durante su formación profesional se dio mayor énfasis a la investigación, a los procesos de reflexión, a plantearles una educación donde siempre se considere que el trabajo educativo se realiza con seres pensantes, con la intención de establecer en ustedes una nueva perspectiva pedagógica en la cual predomine la influencia recíproca entre educadores y educandos.”
“A lo largo de cuatro años tuvieron oportunidad de compenetrarse en el estudio de los aspectos sociológicos de la educación, en esta etapa adquirieron los elementos necesarios para realizar un examen histórico, crítico y comprometido con la comunidad; se les acercó a los principios de la psicología evolutiva y a la psicología educativa, de tal suerte que reconocieron los aspectos psicológicos del aprendizaje para que en su momento exista una mejor comprensión de los estudiantes que estarán bajo su cuidado.”
“De igual forma se les introdujo a la investigación pedagógica a fin de vincular las experiencias adquiridas con la docencia, en una tarea recíproca para después establecer las similitudes y diferencias de los métodos de enseñanza. Importante renglón ocupó en sus estudios, el análisis de las bases filosóficas en que sustenta la tarea educativa, así como también se les mostró la importancia de los sistemas de evaluación del aprendizaje. Atrás quedaron los mágicos momentos estudiantiles y al frente están las significativas tareas para las cuales todos ustedes fueron preparados…”
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Atentamente.
Profr. Jorge E. Lara de la Fraga |
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