El texto llegó en el momento adecuado; un buen amigo me recomendó tal narración y en verdad se lo agradezco. Merodeaban en mi cabeza ciertos temas para comentarlos en siguientes artículos, tales como: El hombre y el universo, la inmensidad del cosmos, el siglo XXI y la ciencia, la verdad objetiva y el dogma, cuando empecé a leer la novela “Origen” del autor Dan Brown y me agradó sobremanera porque en su contenido aborda asuntos del orden científico-tecnológico y también aspectos que nos remiten a los terrenos filosóficos. Por los senderos editoriales se le clasifica como novela de ciencia-ficción y es la quinta entrega de una serie donde el protagonista central es Robert Langdon; las otras aportaciones de Brown son: Ángeles y Demonios, El Código Da Vinci, el Símbolo Perdido e Inferno. “Origen” se desarrolla en España (Barcelona, Bilbao, Madrid y Sevilla); el interesado lector recorre, durante la lectura, sitios y recintos diversos como el Monasterio de Monserrat, la Casa Milá (La Pedrera), La Sagrada familia, el Museo Guggenheim, el Palacio Real, La Almudena y la Catedral de Sevilla, significándose la creatividad del genio catalán Antonio Gaudí.
En breve apunte les adelanto algo sobre el argumento de la obra en cuestión: El ateo y aclamado futurista Edmond Kirsch se entrevista en Cataluña con tres prominentes miembros del Parlamento Mundial de Religiones: el obispo católico Antonio Valdespino, el judío Rabbi Yehuda Köves y el musulmán Allamah Syed al-Fadl. Kirsch, en ese encuentro, les informa que ha hecho un descubrimiento trascendente, el cual pretende dar a conocer en un mes. Que por respeto a su investidura y a lo que representan, se sintió en la obligación de exponer primero tal hallazgo relevante a ellos. Al ser proyectado dicho secreto a los prelados por el visionario Edmond, provocó en ellos angustia, preocupación y terror, por los efectos diversos que tal asunto ocasione a la colectividad creyente y entre los grupos o sectas tradicionalistas.
El obispo hispano Valdespino todavía, por medio de un mensaje, le exigió a Kirsch que no hiciera declaración alguna sobre su descubrimiento, pero fue en vano, toda vez que el obcecado Edmond continuó con su plan de revelar el resultado de su investigación y para ello determina que tal evento se escenifique en el Museo Guggenheim de Bilbao, con la presencia de múltiples invitados connotados de todo el orbe, entre los cuales está su ex-maestro Robert Langdon y la directora del museo Ambra Vidal, febril organizadora del acto y también prometida oficial del futuro Rey de España, el príncipe Julián. Al poco tiempo de comenzar la presentación, meticulosamente orquestada por Edmond Krisch y Ambra Vidal, estalla el caos para asombro de cientos de invitados y millones de espectadores -vía internet- en todo el mundo. Ante la inminente amenaza de que el valioso hallazgo se pierda para siempre, Langdon y Ambra deben huir rápidamente hacia Barcelona e iniciar una carrera contra el tiempo para localizar la críptica contraseña que les dará acceso al “revolucionario secreto” de Edmond.
Tan esperada exposición o proyección responderá las dos preguntas más importantes de la vida, a las dos interrogantes que han intrigado a la humanidad a lo largo de los siglos: ¿De dónde venimos? y ¿Adónde vamos?... Sin entrar más en detalles
sobre la respectiva trama novelística, lo que anhela aportar el futurólogo incrédulo a sus congéneres es que asimilen básicamente que finaliza la era de la religión y surge esplendente la era de la ciencia. Invito a los colegas, amigos y lectores a que se acerquen y lean esta interesante novela y obtengan sus propias conclusiones; tengo la seguridad de que los hará reflexionar y atisbar desde otros horizontes los enigmas de la existencia humana y los misterios del cosmos circundante. Algo a destacar en dicho relato es la importancia de los avances en el campo tecnológico, la difusión significativa del internet, las consecuencias de la inteligencia artificial y las computadoras colosales que se avecinan aceleradamente.
Atentamente
Profr. Jorge E. Lara de la Fraga |
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