Jorge E. Lara de la Fraga
Hoy dejaré a un lado mis preocupaciones con respecto al Coronavirus, ya me informaré después de los beneficios de ese fármaco llamado Dexamethasone, que según los especialistas británicos auxilia un poco a los enfermos críticos del Covid -19. También olvidaré, un momento, la problemática nacional y haré caso omiso a los ataques mediáticos del BOA y a los afanes “golpistas” de Frenaa, así como dejaré en paz al abominable Donald Trump, esperando empiece a cosechar más repudios por sus reiteradas torpezas y omisiones. Me trasladaré imaginariamente, en mi “nave de los tiempos”, para aterrizar en la séptima década del siglo XX y destacar los más significativo de esa singular edición de la Copa Mundial de Futbol efectuada en nuestro país durante el período comprendido del 31 de mayo al 21 de junio de 1970, donde participaron aguerridas selecciones nacionales e intervinieron célebres jugadores de todo el mundo; evento o torneo considerado por la FIFA como uno de los mejores en la historia del balompié profesional, en razón del “juego limpio” desplegado a lo largo de la contienda.
En esa memorable Copa Mundial “México 70” 16 escuadras se distribuyeron en 5 sedes: México, Guadalajara, Puebla, León y Toluca. De esas oncenas representativas pasaron a cuartos de final ocho: Uruguay, URSS, Brasil, Perú, México, Italia, Alemania e Inglaterra. Las semifinales se desarrollaron de la siguiente manera: Uruguay contra Brasil e Italia contra Alemania, siendo el cotejo de los teutones y de los “romanos azurri” el más vibrante, espectacular y encarnizado de todo el torneo, mismo que fue denominado por los expertos y directivos como “el juego del siglo”. Al final después de los tiempos extras, Italia se impuso 4 a 3 a Alemania. En la fase postrera, contendieron por el tercer puesto Alemania y Uruguay y por el sitio o peldaño supremo Italia y Brasil. Los alemanes fueron superiores a los uruguayos y los cariocas (de la “verde –amarela”), respaldados en su accionar elegante y virtuoso, obtuvieron el triunfo de manera contundente, agenciándose la Copa Jules Rimet para siempre (primer país tricampeón). Pelé se consolidó ante la afición como El Rey y quedaron también grabados para la posteridad los nombres de Tostao, Rivera, Charlton, Dumitrache, González, Gerson, Riva, Moore, Bekenbahuer, Peña, Rivelino, Seeler, Mazola, Müller, Jairzinho, Faechetti, Carlos Alberto, Albertosi, Fra goso, Bertini y Calderón: A mi juicio en tal Copa novena se exhibió buen espectáculo futbolístico, arribaron a las fases finales las oncenas mejor preparadas, el arbitraje fue aceptable, no hubo expulsados y no se reflejaron dudas o molestias en los equipos perdedores ante las decisiones de los “nazarenos”.
A continuación resalto aspectos interesantes de ese “México 70”: por vez primera se permite la substitución de jugadores durante el partido (dos por equipo), la escuadra amazónica gana su tercera Copa y con ello lleva a sus vitrinas el trofeo Jules Rimet, Brasil 1970 es valorado como el mejor escuadrón de todos los tiempos; en los 32 partidos programados se anotaron 95 goles (un promedio de 3 por cotejo). Las selecciones que se destacaron por su contundencia fueron Brasil (con 19 anotaciones) y Alemania (con 17
perforaciones); el jugador teutón Gerd Müller fue el líder rompe-redes con 10 pepinos. Mario “Lobo” Zagallo, director técnico del equipo campeón se erigió como la primera persona, en el mundo del balompié, en ser triple campeón (dos veces como jugador) y en esta ocasión como director técnico. Por otra parte, fue en este evento mundial donde se empezaron a utilizar las tarjetas (para amonestación y para expulsión); también es de significarse que en la semifinal (entre Alemania e Italia) se estableció el record de 5 goles efectuados durante el período suplementario y asimismo fue el Primer Mundial transmitido a colores por TV y todos fuimos testigos de la dignidad, orgullo y entereza de Franz Beckenbahuer al jugar (el “encuentro del siglo”, contra Italia) con una lesión severa en el hombro y el brazo amarrado o vendado al cuerpo, durante una buena parte del cotejo incluyendo los dos tiempos agregados.
Juzgo pertinente reconocer el esfuerzo y los logros de nuestra selección nacional en esa edición novena de hace 5 décadas. En el “México 70” la escuadra azteca salió airosa en la primera fase y por primera ocasión accedió por sus méritos a los cuartos de final, encontrándose con un rival poderoso (Italia), mismo que derrotó a los nuestros y después triunfa, en un encuentro de alarido, ante los alemanes para llegar a la ansiada final. Lo cual no impide que nuestro país logre el sexto lugar en ese certamen balompédico internacional y varios de tales atletas tricolores se proyecten a plenitud. Rememoro con emoción y nostalgia a algunos de esos futbolistas compatriotas: Ignacio Calderón, Gustavo Peña, Mario Pérez, Antonio Munguía, Enrique Borja, José Luis González, Horacio López Salgado, Aarón Padilla, Javier “Kalimán” Guzmán, Héctor Pulido, Isidoro Díaz, Javier Fragoso, Mario Velarde, Ignacio Basaguren y Javier Valdivia, todos bajo el mando técnico de Raúl Cárdenas.
Ya para culminar, les expreso que en ese cabalístico 1970 es cuando formalmente vinculo mi existencia con mi compañera Rosa Aurora y durante nuestra “luna de miel” arribamos a la perla tapatía (Guadalajara), para hospedarnos en el hotel que meses antes fue el recinto de la selección carioca (la campeona del trascendente evento deportivo). Recordar es vivir y es reconocer “cómo pasan los años…” Después de 10 lustros, agradezco a la vida y a la naturaleza gozar todavía buenos instantes con mi esposa, rodeados por nuestros 3 hijos y por nuestros 6 dinámicos y entrañables nietos.
Atentamente
Profr. Jorge E. Lara de la Fraga. |
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