Francisco Cabral Bravo
Con solidaridad y respeto a Rocío Nahle García y Ricardo Ahued
Bardahuil
Como lo comenté en varias ocasiones, yo no sé de psiquiatría, pero algo se de política y veo muy bien el desempeño en sus funciones, por parte de Ricardo Ahued y José Manuel Pozos en todos los sentidos, eficientes y sensatos colaboradores de la Ing. Norma Rocío Nahle García.
El estilo es gobierno. La mente y la política son laberintos. Y es que en un funcionario sólo se le mide en una profunda radiografía política.
En México, esa canción de Sabina Por el bulevar de los sueños rotos se quedó corta, muy corta. Igual que Emilia Pérez, al denunciar la violencia de género. Muchas veces he recordado que una jovencita extranjera me preguntó que si no nos daba miedo ser vecinos de Estados Unidos. Me dio pena confesar mi afirmativa y me dio vergüenza mentirle con mi negativa, porque la verdad es que sí nos da miedo.
El mundo está en un proceso de cambio como lo ha estado a lo largo de la historia. El tema es que las dinámicas políticas en un mundo superconectado y con una evolución tecnológica vertiginosa provoca que las etapas de la historia sean más cortas cada vez. Hoy se acelera el cambio con la llegada de al poder de Donald Trump. Cabe añadir el franco debilitamiento del Partido Demócrata. Lo ocurrido es inquietante al pensar en el futuro. Se sabe que Trump no puede reelegirse. Es posible, pues, la permanencia de lo que ya se conoce como trumpismo en la Casa Blanca, quizás por varios años, perspectiva grave por las características del proyecto que los acompaña. Tú disposición de atropellar y faltar al respeto a derechos y valores mantenidos por la mayoría de miembros de la comunidad internacional auguran momentos de turbulencias, inestabilidad e incertidumbre en los próximos tiempos.
Tal es el contexto en el que se insertan las complejas relaciones entre México y E.U en la nueva era de Trump. El dilema de cómo interpretar correctamente el significado de la migración desde la frontera sur de E.U es hoy tema hoy central para el futuro de la paz y la estabilidad en las relaciones entre México y E.U. Las medidas adoptadas son muy agresivas hacia México. En primer lugar, el incrementar el papel del ejército solicitado al Departamento de Defensa un plan para “sellar la frontera y mantener la soberanía,
integridad territorial, y la seguridad de los Estados Unidos repeliendo formas de invasión incluyendo migración masiva y legal”.
Como golpe mediático, de entrada, era de esperarse que Trump se pronunciara en favor de medidas agresivas contra migrantes. Sin embargo, otros factores, entre los que se encuentra el interés de numerosos empresarios agrícolas o en sectores de la construcción, pronto presionarán para que permanezcan esos trabajadores tan necesarios para el funcionamiento de la economía estadounidense y cuyas remesas contribuyen tanto al bienestar de numerosas familias mexicanas.
“En una situación ideal, lo deseable sería proceder, cuanto antes, A la búsqueda de un Acuerdo Migratorio entre México y E.U redactado por un grupo binacional de expertos que fuera a presentar a los gobiernos para hacer la base de una negociación. Es muy poco probable que se haga. En Estados Unidos no hay voluntad alguna de tomar en cuenta las voces de grupos ajenos al círculo de leales más cercano a Trump”.
Hacer posible un acuerdo es el gran reto en el futuro para los diplomáticos, los académicos y ante todo, los migrantes mismos que tienen fuertes lazos de solidaridad y formas de organización que no se toman en cuenta cuando se habla de sus problemas y su destino.
Donald John Trump en un discurso sus palabras fueron en torno a que Dios lo ha enviado para salvar a E.E.U.U, con lo que se asume como un mesías o un iluminado por la divinidad. Esta actitud me recordó a los reyes medievales, que afirmaban ser “hijos legítimos” de un ser supremo y, por tal motivo, disponer del derecho a gobernar sobre los pueblos. Sin embargo, debemos recordar que el poder genera envidia y que está, a su vez, induce a la traición, al asesinato y al fratricidio, aun cuando el poder se ejerza “por la gracia de los cielos”. El discurso de Trump representa a la ultraderecha y lo invidencia como un legítimo heredero del nacional mismo hitleriano.
La espada de Damocles seguirá pendiendo sobre la cabeza de México, mientras el gobierno mexicano no obtenga resultados tangibles en frenar los flujos de migrantes, el tráfico de fentanilo y otras drogas sintéticas, amén de combatir a fondo a los cárteles de la droga, que están coludidos con políticos de alto nivel, en diversas entidades del territorio nacional. Se van a requerir meses y meses de trabajo y más policías como Omar García Harfuch para mostrar resultados positivos tangibles para aquietar las aguas en la Casa Blanca.
La presidenta tiene un mes para quitarse la losa que carga desde el primero de octubre y que está fraguada con personajes que gozan de la protección. No obstante que son auténticos pájaros de cuenta. El cordón umbilical debe ser cortado para que la doctora
pueda desplegar sus capacidades, para empezar a darle identidad propia a su gobierno debe deshacerse a la brevedad de esos impresentables que acompañan su gestión, por ello debe aprovechar la coyuntura para sacudirse a esos parásitos que le enturbian su administración. Treinta días que servirán para apaciguar las aguas, aunque sí se derrocha s lapso en mentiras y simulaciones, en menudo lío estaremos, el gobierno mexicano tiene que hacer la tarea para recobrar la confianza de las altas esferas políticas y económicas de la Unión Americana, so pena de pensar a la lista de enemigos de E.U.
La fraternidad que prevalece entre ambos pueblos no la podrá destruir ningún mandatario que pretenda usarlos como carne de cañón en sus pretensiones es hegemónicas y expansionistas.
El Apocalipsis no llegó, Trump levantó el garrote de los aranceles para negociar en posición de fuerza con México y Canadá, y lo bajo en un mes gracias a la diplomacia. La unidad no es unanimidad.
“En política nada sucede por accidente, si sucede, pueden apostar que así se planeó”, dijo el presidente estadounidense Franklin Roosevelt hace 90 años. Haciendo caso a esa frase que ya se ha vuelto una máxima es muy difícil que los movimientos militares de la Fuerza Aérea y la Armada de Estados Unidos, que hemos visto cerca de las costas mexicanas, sean casualidad.
El gobierno mexicano ha desestimado en público que un avión espía sobrevuele el mar de Cortés, frente a las costas de Sinaloa, y que un portaaviones histórico borde las de Baja California, aunque ambas cosas sean insólitas.
Perdón, pero en esas casualidades yo simplemente no creo. Citando a Roosevelt, es más fácil que las cosas se hayan planeado justo así. Eso no significa que las intenciones de ambos movimientos sean fáciles de adivinar. ¿Es un mensaje para los delincuentes? ¿Para el gobierno mexicano? ¿Para el gobierno chino? ¿Para la base electoral de Trump? Usted decidirá.
La nueva época trumpiana tiene una agenda temeraria, disruptiva en múltiples direcciones, incluyendo una explícita guerra contra la inmigración hacia Estados Unidos (en general, puesto que es un radical posicionamiento ideológico) hoy dirigida contra las personas en condición irregular y, además, contra migrantes y refugiados que pretendan ingresar a ese país por la frontera con México.
Vale decir, pretende cerrar una nación que surgió y se ha desarrollado mediante inmigración, especialmente rechazando a poblaciones procedentes de regiones pobres del sur. Paradójicamente, el país cuya economía depende de la migración para el crecimiento de su fuerza laboral, ahora la excluye tajantemente.
Son múltiples las iniciativas que el gobierno de Trump ha preparado contra la migración, sus poblaciones y movilidad internacional. Lo más significativo es la pretensión de anular por disposición de una “orden ejecutiva”, la nacionalidad estadounidense por un nacimiento en el territorio.
Pese a que no tiene capacidad legal para imponer el cambio, pues en un principio fundacional de Estados Unidos, la intención (ya suspendida por un juez) retrata nítidamente su agresivo rechazo de migrantes y de su descendencia nacida en territorio estadounidense.
Son millones y millones de personas las que tienen nacionalidad estadounidense y cuyos padres tuvieron o tienen una condición migratoria irregular. Para Trump esas historias son inaceptables por completo, no obstante que formen parte integral de la evolución de ese país.
El propósito es la inhumana deportación, sin mínimas consideraciones, de toda persona en condición irregular, de familias de ser necesario, incluyendo a niños con o sin nacionalidad estadounidense.
Con Donald Trump más vale no descartar como posible el peor de los escenarios. Es de los depredadores que, el color sangre arremete un más duro contra su presa. El flujo migratorio y el tráfico de fentanilo hacia E.U no son pretexto para imponer aranceles a las exportaciones mexicanas, los 3 elementos forman parte de una sola carambola: frenar la migración, abatir el trasiego de drogas y reducir el déficit, disfraz para emprender una limpieza étnica; recargar en la oferta. Hay que desmenuzar el problema de gobernanza que nos atora en la construcción de una solución. |
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