Francisco Cabral Bravo
Con solidaridad y respeto Ricardo Ahued Bardahuil e Ing. Eric Patrocinio Cisneros Burgos
Las redes sociales son una herramienta poderosa que fortalece el poder de la indignación. La censura o autocensura no logra los efectos en estas redes de comunicación, encuentro, denuncia y propuesta, que históricamente grupos de poder pudieron ejercer en tiempos aún recientes a algunos medios tradicionales. Los indignados sí tienen voz, tienen la fuerza del hartazgo y tienen también poder de convocatoria.
El poder de la indignación puede significar la gran esperanza y posibilidad para empezar a transformar aquello que ha provocado tanto enojo para reconocer que cada ciudadano tiene un poder real.
No está claro si lo que sigue es el invierno o el infierno de Morena. Menudos desafíos los que encara este fin de año, los desafíos de movimiento en el poder no son pocos ni minúsculos, así cuenten con la enorme ventaja de tener por oposición a una gelatina, cuya consistencia quieren dure ser la resistencia civil que, esa sí, está dando muestras de eficacia. De entrada, los dirigentes de Morena, están obligados a asumir el fracaso, labrado o simulado con singular denuedo, del propósito de reformar el régimen político- electoral. De salida, calibrar no la fractura, pero sí el descalabro supuesto en la decisión por venir del senador Ricardo Monreal que, sin importar cuál sea, será un problema.
Y en medio de esa circunstancia, quienes se desviven por suceder al mandatario y se esfuerzan por halagarlo y complacerlo, están impedidos a cobrar conciencia de un contrasentido. El abrazo de su padrino puede terminar por asfixiarlos o, aceptando ser corcholatas, hacerlos perder el gas de su cerveza o refresco por haber sido destapado antes de tiempo.
De ahí la duda de si la siguiente estación de Morena es el invierno o el infierno.
Morena cometió una serie de errores en el propósito sincero o marrullero de reformar a destiempo el régimen político electoral que coronó con un yerro inconcebible.
Era tanto como corear: ¡Del festejo, al cortejo! ¡De la urna electoral, a la urna funeral! Menuda consigna, vaya cruda. Una verbena que remata, en el doble sentido de la palabra, en la sala de espera del forense, atenta a la autopsia de lo sucedido. De ahí, quizá la decisión de postergar el debate y el voto en el pleno cameral del dictamen de la reforma constitucional que nació muerta. Sesión luctuosa, donde al parecer los aliados de Morena, los multicolores Verdes y los esforzados trabajadores del otro partido reclamaban una propina extra por ayudar a cargar el féretro de la iniciativa. Pero ni que, hasta los sepultureros cobran. A la vuelta de los días, los asesores que instaron a hacer política y negociar la reforma político-electoral tenían razón. Fracasó la estrategia de polarizar y confrontar a fin de forzar la aprobación de la propuesta. Y algo peor, en casi un millar de fojas como si fuera la envoltura de un regalo, Morena le entregó a la oposición partidista y la resistencia civil una bandera: en nombre de la democracia sostener un régimen que, a todas luces, reclama una reforma. ¡Vaya logro! Vendrá el plan B, el C, el D. El plan A, aún con respiración artificial, es difícil que reviva.
Luego, está Ricardo Monreal que ya entonó a cappella "Amarga Navidad" y al cual hasta Mario Delgado quiere despedir con "Las golondrinas". El sanador que, quizá, termine cantando "No soy de aquí ni soy de allá", aunque de momento busque interpretar a dúo o en coro " Reconciliación"
Bromas y cantos aparte, la situación del zacatecano es ya insostenible y, cualquier desenlace, significará un descalabro para Morena, si se queda, malo; si se va, también. En esto, no hay sorpresa. Se dice fácil, pero no es sencillo. La salida de Ricardo
Monreal podría poner en juego la correlación de fuerzas en el Senado y su operación. Esto sin mencionar que el zacatecano resultó un cuadro que, antes de ser marginado del juego sucesorio, le sacó rolas al mandatario y, luego, al verse marginado, supo construir su propio discurso y en esa tesitura encontrar un nicho. Cuadros no le sobran, le faltan a Morena.
Como quiera, la situación reclama una definición.
En medio de ese cuadro, quienes buscan hacer suya la candidatura presidencial de Morena ya que deben tomar nota de la necesidad y, a la vez, de la dificultad que tienen de dejar ver su propio perfil político sin contrariar ni desobedecer al padrino de su sueño. Un juego de equilibrio complejo en extremo que, así como la sucesión, exige anticiparse. Es hora de empezar a sentir el frío o el calor y entender que, no siempre estar bajo cobijo, es entretenimiento si se va a salir a la interperie. En el Senado pueden pasar o no las propuestas; está en veremos pues el todavía coordinador de los senadores de Morena, Ricardo Monreal, ha reiterado que no se aprobarán leyes inconstitucionales. Sin perder la calma, el Senador Ricardo Monreal supo revertir el mal momento que querían hacerle pasar simpatizantes de una de las corcholatas oficiales. Resulta que el delegado de Bienestar, Abraham Mendoza, a quien se le identifica con Claudia Sheinbaum, se presentó con un grupo de personas al informe del senador Navor Rojas, para boicotear la participación del coordinador de la bancada de Morena en el Senado. Lo cierto es que Mendoza terminó quedando mal con su candidata, pues nos cuentan que sus "acarreados" se fueron callando en cuanto el líder legislativo les expresó que ya sabía de la emboscada, pero decidió asistir solo, sin nadie que lo acompañe, para darles la cara y dialogar con ellos, porque lo que busca para el partido es que haya democracia y unidad. Cachetada con guante blanco.
La política como tal es ciencia, arte, teóricamente es algo muy distinto a lo que ocurre en la práctica en donde prevalece la
condición humana que tiene mucho de miserable. Las ideologías están al borde de la extinción porque muchas las suplantan a través de su catarsis, por pragmatismo rampante. En suma las ideologías lucen inexistentes, la lógica del poder inmediato marca otros rumbos.
Además vemos la depredación de la clase política decadente en términos de querer llevarse todo, de generar una cúpula oligárquica en la repartición de lo que se tenga que repartir cerrando filas a toda costa y esto se convierte en el gobierno del pueblo sin el pueblo.
Y como dice el refrán "en la victoria humildad, en la derrota dignidad, y en lo esencial, unidad"
Decíamos la semana pasada qué para propiciar piso parejo en las contiendas electorales, desde 2007 se ha construido un andamiaje de reglas constitucionales, legales y jurisprudenciales para que haya un calendario definido de tiempos de precampañas y campañas y evitar que los servidores públicos (o cualquier persona) se adelante y así obtenga una ventaja indebida.
En materia electoral, la parte beneficiaria de cualquier acto de propaganda es corresponsable, a fin de evitar la simulación, eso es, que otros hagan campañas como si fueran propias para que el beneficiario reciba los réditos sin incurrir en los costos o las prohibiciones.
De acuerdo con el artículo 3 de la Ley General de Instituciones, y Procedimientos Electorales, son actos anticipados de campaña aquellos "actos de expresión que se realicen bajo cualquier modalidad y en cualquier momento fuera de la etapa de campañas, que contengan llamados expresos al voto en contra o a favor de una candidatura o un partido"
Otro fin de regular las precampañas de servidores públicos es construir el desvío de recursos públicos para propaganda electoral. El INE no viola la libertad de expresión. Aunque esta se garantiza en la Constitución, también en ella se establecen las restricciones a
dicha libertad para los políticos, gobernantes y servidores públicos, a fin de lograr otros objetivos tan importantes como la equidad en las contiendas electorales.
Marcelo Ebrard dio un paso relevante, al definir su siguiente etapa rumbo a las elecciones de 2024 por la presidencia de México. Después de una intensa campaña en tik tok y otras redes, que le dio relativos dividendos, pero no suficientes, ahora apuesta a crear una estructura nacional en los 300 distritos electorales, conresponsables para impulsar su candidatura. Con esa puesta en escena y 11 mil almas coreando "presidente", a partir de enero comenzará a caminar los estados del país para acercarse a la gente.
La fórmula Sheinbaum- AMLO puede ser una ilusión que depende de los altibajos presidenciales y no precisamente de ella misma. "Ser la elegida de AMLO", se ha colgado de la estructura de los gobernadores para acercarse a la gente. Marcelo Ebrard, en cambio, apuesta por su propia red, ofreciéndole independencia, incluso de Morena. Ambos tienen sus objetivos fijados en las encuestas, y que definirán al candidato o candidata. Ambos enfrentarán riesgos, cada vez más crecientes, y que deberán saber administrar y gestionar cuando llegue el momento de afrontarlos con coherencia y confiabilidad.
Al parecer, López Obrador últimamente ha sabido ser imparcial al procurar darle a sus 3 corcholatas el mismo espacio, pronunciamientos y amor. ¿Quién será Abel, y quién Caín? ¿O habrá parricidio? Por ahora, Claudia Sheinbaum es quien más ha dividido al partido, no sólo por el pleito abierto con Ricardo Monreal, vía Layda Sansores. El Zacatecano, guste o no, es un político que además de crecer en presencia mediática, ya baraja opciones para abandonar a los guindas, lo que significa un primer boquete de importantes dimensiones en Morena. Si a ellos sumamos a Marcelo Ebrard, la peligrosidad se incrementa, porque crece la posibilidad de una multitudinaria fuga, si el canciller considera que hubo mano negra,
lo que representaría una hemorragia que puede llevar a Morena a una derrota descomunal.
¿Se imaginan a Ebrard, encabezando una alianza al lado de Monreal y del joven Colosio? Ya no se diga si a éstos se suman liderazgos del PAN y del PRI. Viene la temporada navideña y con ella la calma chica en la política mexicana. Pero tanto Claudia como Marcelo, ya preparan los yelmos, brazaletes y grebas, para que, después de reyes, los caballos salgan a galope buscando derribar a su oponente.
En otro espacio quiero subrayar: Según Neruda, "no hay en América, ni tal vez en el planeta, país de mayor profundidad humana que México y sus hombres".
Como toda creación humana ninguna feria del libro goza de la perfección. El gozo y la alegría no están exentos de miradas críticas que puntualizan esos aspectos que enriquecerán el futuro y el crecimiento de dichas apuestas de la industria editorial y de quienes las organizan. Resultaría muy fácil idealizar las ferias del libro sin valorar sus aciertos y sus posibles errores: todo dependerá de los lentes con los que se aprecie y las varas con las que se midan su organización, también del optimismo y las pretensiones que se pongan en la mesa del análisis. Sin embargo, lo que no puede extraviarse en la neblina del mundo comercial es aquello que late en cada una de las páginas o en los encuentros con escritores: que la lectura puede motivar a que se encienda esa llama que transforma el espíritu de quien ha optado por brindarse la oportunidad de enfrentarse al olvido y al tiempo. Escuchar la lectura en voz alta de un poema, conversación de quienes han cifrado la vida en cuentos y novelas o han ensayado sus ideas en párrafos que profundizan el conocimiento, cómo lo planteó Montaigne hace cinco siglos. Quizá André Maurois tenía mucha razón cuando planteaba que "la lectura de un buen libro es un diálogo incesante en que el libro habla y el alma contesta. |
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