Francisco Cabral Bravo
Con solidaridad y respeto a Ricardo Ahued Bardahuil y Eric Patrocinio Cisneros Burgos
Como cada año, los mexicanos nos llenamos de nacionalismo y esperamos con ansia la celebración del Día de la Independencia con banderas, trajes, fuegos pirotécnicos tricolores, canciones y bailes y al grito de ¡Viva México! nos sentimos orgullosos de ser independientes. Pero, ¿realmente lo somos? Sería bueno preguntarnos si no hemos convertido el 15 de septiembre en una fecha comercial.
Es cierto que el 27 de septiembre de 1821 culminó una revolución social que nos liberó del dominio colonial extranjero, de esclavitud y tributos y que construimos un Estado soberano, una República y que nuestros derechos individuales fueron reconocidos; pero todo esto fue tan efímero como una flor que pronto se marchita, pues de la independencia hacia España saltamos al de las empresas transnacionales y los capitales financieros de Estados Unidos cuyo dominio es más discreto pero igual de eficiente que el político.
Festejar la Independencia de México como un acto consumado que no está sujeto a discusión obedece a una actitud inconsciente, irresponsable y aún antipatriótica, porque convierte la independencia en un mito popular que soslaya el hecho de que quienes ya son libres no necesitan liberarse y porque lleva a los mexicanos a deslindarse de la existencia de graves problemas nacionales que reclaman urgente solución para evitar mayores amenazas a la estabilidad interna y a la soberanía nacional.
Es cierto que la población lleva pecado y penitencia en la existencia de la extrema desigualdad que prevalece en el país, pero es urgente que el régimen asuma su responsabilidad en la solución de los problemas de la mayoría de los mexicanos que hoy viven preocupados en resolver sus necesidades básicas.
La situación de México actual es muy parecida a la que llevó a Miguel Hidalgo a la tarea titánica de despertar al gigante dormido que se ha vuelto a dormir y es necesario volver a despertar.
En cualquier país se buscan símbolos que contribuyan a la construcción de identidad nacional, de manera tal que sus habitantes se reconozcan como pertenecientes a una comunidad con rasgos distintivos frente a otras. Qué mejor simbolismo que el momento de la Constitución de la nación.
El jugar ha sido considerado desde tiempos antiguos como un cierto símbolo de vivir. El lenguaje está lleno de referencias que lo atestiguan. Así, la fiesta, la vida en su esencia, es un cierto juego, se juega uno la vida en esto o aquello, se pone en juego la fortuna, en diversos idiomas hacer sonar la música, una profunda expresión de la vida, se dice jugarla, no entrar en un negocio o asunto cualquiera es no entrar en ese juego, se da el juego del amor, nuevo término que esencializa la vida, el juego político, hacer teatro y liturgia es un juego, vida como representación. (Rafael Alvira)
El juego es un símbolo y representación de la vida, porque sintetiza sus elementos esenciales. Todo juego igual que la vida humana, supone esfuerzo, riesgo y aventura.
Si bien 16 de septiembre no nos dió un puente en el calendario, sí nos da motivos para celebrar ¡las fiestas patrias! Y ¡qué momento para festejarlas!
Los titulares de prensa y noticias de estas pesadas semanas dirigen nuestra atención al presente y futuro de nuestro México, las redes acaparan noticias de toda índole, parece que empieza una carrera de diez meses en que nos focalizaremos en saber quién corre más y quién corre mejor. A diferencia del mero sentido lúdico, nos jugamos uno de los amores más nobles a los que tiende el corazón: nuestra patria. Nuestro México ambivalente, pueblo que ha luchado, que ha sufrido. Pueblo que sabe del dolor y puede enfrentarlo solidariamente, e incluso, puede hablar de éste con tintes de buen humor, pueblo que valora y refleja el aliento del canto, colorido, las risas.
Esta es una de nuestras mayores riquezas: saber sufrir y gozar, saber compartir celebraciones y penas, así como dice la canción, como llevamos a México en la piel.
Nuestro México de norte a sur se hermosea con diferentes colores, climas, entornos naturales, gastronomía, danzas, música y variopintos tonos de piel, es un mosaico de tradiciones y costumbres.
Dejamos ver en nuestro porte lo más profundo de la mexicanidad: el mestizaje que fundió dos culturas para forjar la cultura mexicana, de gran riqueza humana y cultural.
México es conocido a nivel mundial por su carácter festivo. En este mes reluce la citada "teoría del juego" que incluye las fiestas como una de sus manifestaciones.
En esta temporada de fiestas, además de disfrutar las celebraciones, podemos reflexionar y comprender el sentido profundo de los fenómenos que están en la base de la vida cotidiana del hombre, de su cultura y su actividad creadora: ¿qué significa una ciudad, un pueblo mágico, una calle, un claustro, una iglesia, un castillo, una zona arqueológica? Valorando la cotidianidad que vivimos, podemos mirar nuestras raíces y renacer nuestro sentido patrio, las fiestas patrias serán una apuesta de vida, un jugarnos la vida por hacer en lo cotidiano una contribución por y para un México mejor.
En otro contexto la secretaria de Gobernación, Luisa María Alcalde, afirmó que la propuesta del paquete económico para 2024 es un plan de finanzas públicas responsable y va dirigido principalmente a tener los recursos necesarios para concluir obras y reforzar programas sociales.
En torno a un déficit, el secretario de Hacienda Rogelio Ramírez de la O, presentó un plan responsable de las finanzas públicas y "que va a ayudar a consolidar los proyectos de la 4T"
"Se ha venido manteniendo una ruta responsable de finanzas sanas. Sabemos, aquí lo hemos dicho en varias ocasiones, que todo esto se ha logrado más bien por una política que tiene dos pilares, que es cero corrupción y acabar con los privilegios" Que el combate a la corrupción y la austeridad son dos pilares que han permitido fondos suficientes.
"En el caso específico de adultos mayores, donde se tiene previsto un incremento, y, por supuesto, sostener todos los programas de Bienestar que hoy ya son derechos. Estamos hablando no solamente del programa de adultos mayores, sino el de becas para estudiantes, Jóvenes Construyendo el Futuro, Sembrando Vida, el programa para personas con discapacidad, entre otros"
La funcionaria federal apuntó que se proyecta destinar los recursos suficientes, para las obras hidráulicas de la Conagua.
"Este proyecto incluye los montos necesarios para concluir precisamente con el proyecto del Tren Maya, vías de Comunicaciones y Transportes para el Istmo de Tehuantepec, para el tren interurbano México-Toluca que se llamará El Insurgente, el Tren Suburbano del aeropuerto Felipe Ángeles. Se destina también para la conclusión de los proyectos de cultura en el Bosque de Chapultepec.
Antes en otros gobiernos había solo concesiones e inversiones privadas o público- privadas y ahora son de inversión pública.
En otro orden de ideas lo dijimos en este espacio y volvemos a insistir en el tema, es curioso observar a detalle el comportamiento de la psiquis de un político que su trayectoria se ha movido más entre la mediocridad y la incapacidad que en logros tangibles para la población.
A la vista tenemos una enorme retahila de esos servidores públicos y representantes populares que se sienten tocados por Dios y por ello, convencidos que le hacen un favor a la patria, deciden buscar la gubernatura de sus entidades natales, alguna cenaduría o diputación federal, local o por lo menos una alcaldía.
Los que ostentan esos cargos buscan en los casos que la ley lo permite, la reelección y ello, no crea, gentil lector, es porque la ciudadanía se los pide, no señores, para nada, lo que sucede es que es tan atractivo "robar, mamar" del presupuesto público, que no quieren dejar el hueso o de plano buscar una rebanada mayor del pastel.
Esa democracia participativa de que tanto presumen en los tiempos actuales debe no solo impedir que esos senadores, diputados y alcaldes busquen la reelección, sino también exigirles cuentas palpables de lo que han realizado en favor de las personas que viven en los lugares en los que fueron elegidos.
Para empezar, la gran mayoría de los ciudadanos desconocen el nombre de sus representantes populares o de sus autoridades locales y luego, al evaluar cómo está el lugar en donde viven, pues las cosas están peor, ah, pero eso sí, esos funcionarios públicos están convencidos de que merecen repetir en sus cargos, sólo ellos.
Cuando observamos la actuación de la LXV Legislatura no sabemos si ponernos a reír o llorar ante la ineptitud e ineficacia de la mayoría de los senadores y diputados, quienes muchos de ellos no subieron a tribuna, no tuvieron ninguna intervención pública y menos leen o analizan las leyes o todo tipo de iniciativas que aprueban o desaprueban, dependiendo de la línea que les tiran.
Lo único que hacen es levantar la mano y checar sus cuentas bancarias para verificar si ya les cayó la dieta respectiva.
Bueno, esos esforzados e ilustres representantes populares son los que buscan, obviamente, la reelección y hacen todo tipo de piruetas para que los volteen a ver, "brillantes próceres de la patria"
Cierto, el modelo democrático mexicano sustentado en los partidos políticos está quedando a deber, por ello es menester la renovación total y de fondo de esos nuevos cuadros de políticos con otro tipo de valores éticos y morales que ven al servicio público como una oportunidad de servir a sus semejantes y no como un botín. |
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