Francisco Cabral Bravo
Con solidaridad y respeto a Ricardo Ahued Bardahuil y Eric Patrocinio Cisneros Burgos
Lo dijimos ya en este espacio y volvemos a insistir en el tema ¿Cuál era la canción con la que aquel legendario flautista hechizó a los niños del poblado de Hamelín? ¿Y el famoso canto de las sirenas que, se dice, provocaba la desgracia de los marineros? Seguramente, algunas que resultaran muy convincentes como que para que los niños abandonaran su pueblo y aquellos otros se arrojaran al mar sin pensarlo dos veces. Las narraciones populares suelen ser una pequeña ventana que nos muestran lo complejo que ha sido el ser humano a lo largo de los siglos. Sus personajes y anécdotas que, por lo general, se configuran con una aparente sencillez, son motores que activan la imaginación y nos pueden generar preguntas que, según el talante y la gravedad, en ocasiones requieren de cierto humor para ser respondidas. Por ejemplo, ya hemos colocado en nuestra mesa, y en estas páginas aquella vieja leyenda del flautista de Hamelín que, por fortuna, los hermanos Grimm conservaron en sus libros. Pero, entonces ¿cuál era esa melodía? Tal vez era algo tan efectivo y parecido al discurso del populismo más elocuente o a unas de las canciones que suelen musicalizar los pasillos de la residencia presidencial situada allá en el Zócalo de la Ciudad de México. Música para los oídos de quienes mantienen la fe y han limitado su libertad a los movimientos de la batuta presidencial.
Las piezas se comienzan a posicionar en el tablero de la política mexicana. Sí, son notas musicales que reproducen los corifeos de la llamada Cuarta Transformación.
No es de extrañarse que, por parte del partido oficial, la mejor campaña con miras al proceso electoral se desarrollará en el
templete de esa inapropiada tribuna que se colocó en uno de los patios del Palacio Nacional. Desde ese espacio se ha determinado la narrativa que siguen y defienden, al pie de la letra, todo fiel seguidor y quienes han hallado una mina de oro para sus bolsillos, en fin, cada quien defiende sus propias parcelas bajo los lemas más simplones que nos podríamos imaginar. Pero son tiempos de quebrantar el sigilo para que el proselitismo sea el que determine cada movimiento.
Pero hay otra consideración con una pregunta muy simple, ¿la oposición será capaz de revertir al mágico flautista de este Hamelín tropical? A fin de cuentas, quienes se encuentran detrás de la nueva figura tutelar de la oposición conocen los hilos necesarios para construir una narrativa que puede crear su propia melodía.
En otro tema para establecer el obradorato, tal como lo pretendió hacer Plutarco Elías Calles con el maximato en 1928 y hasta 1934 con el inicio del gobierno del General Lázaro Cárdenas, López Obrador decidió replicar el mismo ejercicio y por ello, seleccionó a la aspirante que considera la más adecuada para cumplir con esta función. Esa que traerá cadena de mando operada desde Tabasco.
Cree, estimado lector, que la decisión más importante de López Obrador la iba a dejar al garete, en manos de las casas encuestadoras o del "pueblo sabio y bueno", pues claro que no, al contrario desde que ganó la elección en 2018, estuvo maquinando el método que le asegurará mantener el poder mediante interpósita persona, después de que termine su gestión el próximo 30 de septiembre de 2024.
Desde luego, para que Sheinbaum se siente en la silla presidencial, falta transitar por un largo periplo plagado de grandes escollos que le será complicado sortear.
Hay dos "pequeñísimos detalles" que tiene el presidente, y por supuesto Claudia, que resolver para cristalizar el sueño de que la 4T sigan en el poder.
El clásico voto por voto y casilla por casilla que inventó López Obrador a propósito del supuesto fraude que padeció en la elección presidencial del 2006, en donde perdió ante Felipe Calderón, volvió a relucir, pero ahora entre morenistas, particularmente entre los seguidores de Marcelo Ebrard, quienes ha dado cuenta puntual del fraude y el nivel del desaseo en el cómputo de las boletas, así como el manoseo de los resultados de la encuesta madre, que solo un ciego no ve la igualdad y la parcialidad con la que se manejaron los escrutiñadores de la sede central de Morena que se maquinó burdamente.
El ex canciller estaba dispuesto a aceptar los resultados en caso de que le fueran desfavorables, sin embargo, ante el cochinero que hubo en la jornada electoral, pues no aceptará un premio de consolación, como se ha mencionado que podría ser el Senado, sino que buscará que prevalezca la justicia y la sensatez.
Está claro, que los caminos alternos que tiene el "carnal" Marcelo son dos, aunque los malosos refieren tres: uno Buscar el cobijo de MC, de Dante Delgado; dos, retirarse de la vida pública, y tres, esperar a que se le haga bolas el engrudo a Claudia Sheinbaum para que ocurra un cambio de señales que obligue a AMLO a cambiar de candidato.
Otra posibilidad que se menciona es que se sume al equipo de Xóchitl Gálvez y con ello conformar un Dream Team que sea invencible vencer en las urnas.
En tiempos en que la lucha por el poder está en niveles de paroxismo, todo es posible.
El otro gran obstáculo que tendrá que librar la ex jefa de gobierno capitalino, se llama Xóchitl Gálvez, quien ya tiene los antídotos para restarle fuerza en cuanto se haga oficial la nominación.
En una carrera parejera entre ambas féminas y en donde el repunte en las encuestas de la hidalguense, con apenas dos meses de presencia como aspirante presidencial, se ha cerrado a un dígito, no quiero imaginar qué pasará en la víspera de la elección.
Aún con todo el apoyo del presidente y del aparato del Estado, además de haber empezado su campaña desde que ganó la elección para gobernar la capital del país, le ha servido para establecer una clara diferencia con su adversaria.
Lo hemos dicho hasta el cansancio: si pierde Sheinbaum en las urnas, intentarán ganar en los tribunales y si no es posible, establecerán las condiciones de "irritabilidad social e ingobernabilidad" para declarar un Estado de excepción y con ello desconocer los resultados.
Mientras tanto, la candidata que gane se sacará la rifa del tigre, porque se le entregará un México hecho pedazos. Tendremos presidenta. Y me imagino la cantidad de repercusiones que podría tener un liderazgo femenino al frente del país. Comenzando por la campaña. Dos mujeres recorriendo el país, buscando simpatías del elector, siendo propuestas para el futuro de México. El impacto puede ser profundo: en la autopercepción de las mujeres, en las aspiraciones de las niñas y las jovencitas. Dos mujeres, una ingeniera y la otra científica. Hay enorme responsabilidad en estos dos liderazgos que no sólo asumirán la responsabilidad de la conducción del país, sino también se convertirán en el espejo en el que se miren muchas mexicanas. Como que se puede plantear una agenda para el país desde una visión feminista. Esta hebra con agenda de género, me lleva al tema casi innombrable que es el de la violencia y la inseguridad. Porque créame, estimado lector, que la violencia se genera desde el entorno del hogar. He pensado que liderazgos femeninos serían más sensibles a estos temas. Que antes que el brazo punitivo militarizado, entenderían que existen otros esquemas de intervención que podrían cambiar trayectorias de vida. De eso trata la prevención del delito.
Imagino apreciable lector, que se puede construir una respuesta a nuestras violencias desde el espacio de la atención temprana.
Para cada tema público y de política pública puedo pensar una respuesta desde una perspectiva femenina o de género, como usted
quiera llamarle. Y me congratulo que desde este espacio se puede construir política pública para todos, más aterrizada, más sensible a las realidades, más humana, más ajena a lógicas de poder puras. Por eso cuando pienso que son Ellas, abro el abanico de lo que es posible para el país y sonrío.
Porque parto de la premisa que serán liderazgos distintos. Porque pienso que estamos abriendo la puerta de una nueva era.
Ahora, Claudia Sheinbaum está frente a un desafío mayor. Mostrar si es una buena funámbula, si domina el arte de guardar el equilibrio y avanzar en una cuerda floja. Es hora de exhibir sin exagerar el sello propio, no visto hasta ahora.
Xóchitl Gálvez, sin perder su independencia, deberá acercarse a los partidos y entender que los necesita para ganar. Los partidos deberán mantener la alianza, convencer que están dispuestos a enmendar los errores cometidos cuando gobernaron y aprender a convivir con una candidata que no es mujer de partido.
La sociedad civil debe seguir exigiendo, pero sobre todo proponiendo y poniendo al servicio del Frente y su candidata sus causas y la manera de hacerlas realidad. No será fácil. Haydée Birgin abogada y feminista argentina, en torno a las políticas de género y al género como política comenta que para comprender un aspecto del devenir de este suceso, he de obviar que, además de que el poder seduce a aquellos que lo pretenden, acecha también a aquellos que ya lo ostentan, pareciera que les suplica quedarse en él.
¿Quiénes acompañarán a las candidatas en su carrera? Todavía quedan muchas dudas. Ellas compitieron en sus respectivos espacios con equipos cercanos de colaboradoras. La selección del equipo determinará la dinámica de la política en los siguientes meses.
Es tiempo de los grillos. Saltarán y grillarán.
La bandera a cuadros bajó hoy y los juegos del hambre, perdón, la carrera por los huesos, ha comenzado. |
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