Con solidaridad y respeto Ricardo Ahued Bardahuil e Ing. Eric Patrocinio Cisneros Burgos
Estimado lector me estoy imaginando, además, déjenme decirles que los primeros días del próximo presidente de la república creo, habrá procesado los suficientes elementos para entender mejor al país que recibe y poder lanzar un proyecto para reencauzarlo ( salvarlo es un mejor termino). Y es que los políticos y quienes detentan el poder se hablan entre ellos. Se ponen límites, se mensajean, se arreglan.
El ciudadano siempre es el olvidado.
Me gustaría ver, sin embargo, a un próximo presidente que se dirija a los ciudadanos, en busca de la reconciliación. Esta es la relación que está rota. No son los políticos o los militantes en los polos con los que se tendrá que reconciliar. Es la relación entre autoridad y ciudadanos la que se tiene que rehacer.
Los radicales de ambos polos qué se queden dónde están, peleando contra sus propios fantasmas.
Esta reconciliación puede tener una vía retórica y otra sustantiva. La primera es discurso; la segunda es una sustancia que debe poder materializarse en resultados. La vía sustantiva pasa por lo que hace viable a cualquier gobierno bajo formas democráticas: recaudación de impuestos o cambio de genuina representación política. Si el próximo gobierno avanza en este tema, tendremos una verdadera transformación. Soy enfático, si los gobiernos quieren recursos de nuestro esfuerzo, tendrán que darnos genuina representación a cambio.
Esto sería un punto de partida genial para quien encabeza el próximo gobierno, porque estaría ofreciendo reconciliación a través del planteamiento de nuestro pacto social. El próximo presidente recibirá una de las haciendas públicas más pobres de las tengamos memoria. Tendrá cero márgen. Circunstancia que lo llevara a convocar un nuevo arreglo. Es previsible que tengamos una reforma fiscal que puede adquirir distintas características. Pero cualquier planteamiento de reforma debe estar supeditado a la formulación de un nuevo pacto: un intercambio loable, un balance entre lo que te doy y lo que me das. En suma, una reforma fiscal debe estar acompañada de nuevas vías para
garantizar la representación y una buena gobernanza del gasto público.
Supongo que, si hubiera sido ciudadano en la Roma de Calígula o en la de Nerón, con el paso de los años habría resultado muy difícil de explicar, como lo sigue siendo hoy, dónde termina la capacidad de aguante de los pueblos. Y como en la era romana, hoy el pan y el circo siguen siendo la droga para lo irracional. Me gustaría saber qué es lo que hace que la gente culta, preparada, ilusionada, con fuerza para trabajar y transformar su realidad, y de lo que le rodea, terminen siendo una especie de juguetes rotos en manos de elementos que gobiernan. Elementos que gobiernos mediante los caprichos, las genialidades o simplemente, como están en el poder, hacen que sus barbaridades sean realidades incomprensible, pero seguidas a pie juntillas por unas masas que siempre tenemos miedo de ser lo que somos. Todo es empeorable en todas partes, llevamos demasiados años instalados en la sinrazón. Se trata de una sinrazón que se ve en lo político, en lo económico, en lo internacional, pero que, sobre todo, se puede ver en una constante, que es hacer que lo que no es comprensible ni lógico aparezca con cierto sentido de racionalidad y lógica, como bueno y deseable.
Socialmente no se puede ir contra el Evangelio. La Biblia contiene la mente de Dios, el estado del hombre, el camino de salvación, la condenación de los pecadores y la felicidad de los creyentes. En el evangelio está escrito y es palabra de Dios que no hay que regalar peces, sino que hay que enseñar a pescar.
Pero no hay que engañarse, los países no tienen los gobiernos que se merecen, aunque sí tienen los gobiernos que se les parecen. Todavía es peor cuando los países tienen las oposiciones que se merecen.
En la catástrofe, en esta fiesta que estamos viviendo, en esta verbena de la transformación del cambio de la revolución no tan pacífica por la que estamos atravesando, no sólo hay que hacer un ejercicio para entender las sinrazones del poder.
Lo que es necesario hacer es un ejercicio superior para entender la falta de patriotismo, seriedad lealtad de la oposición. Salvo raras y naranjas excepciones, el resto de las fuerzas están en una situación que cada día se vuelve menos defendible.
Cada día que pasa somos más prisioneros de las carpetas de investigación y de las órdenes de arraigo.
En México, la política es destrucción, es eliminación. Tendrá que pasar mucho tiempo, para que se llegue a descubrir de verdad qué es lo que esperamos de nuestros líderes.
Un gobernante y un país tienen derecho a aceptar o a negar un acuerdo. Para lo que no se tiene derecho es para negarlo una vez que se haya aceptado. Sobre todo, cuando esa negación tiene implícita una intención de incumplimiento de las cláusulas estipulados y acordadas.
Mientras tanto, las llamas de Roma siguen expandiéndose. Forma parte de los milagros del poder y que el pueblo levante la mano, empezando por Moisés cuándo llevó al éxodo al pueblo de Israel, una ocasión en la que no haya cometido el error de aceptar como normal lo que era completamente anormal.
Pero, en medio de todo eso destaca, con una fuerza especial, hacia dónde nos llevarán a partir de aquí.
Y en otro tema dándole seguimiento a la Reforma electoral si algún iluso, por decirlo de manera elegante, cree que con los foros de Parlamento Abierto en el Congreso, se le modificará una cama a la iniciativa presidencial en torno a la reforma política- electoral, pues está muy equivocado, ya que el desperdicio de tiempo, dinero y esfuerzo, tanto de los participantes como de los organizadores, no servirá para nada, salvo para avalar el golpe al régimen democrático. La reforma electoral oficialista busca minimizar hasta su mínima expresión a los partidos políticos opositores, al tiempo de cerrarles toda posibilidad de acceder al poder, mediante el acotamiento de sus márgenes de maniobra y representación en el Poder Legislativo.
Hemos dicho en este espacio que se les quitan espacios públicos, se les reduce el presupuesto y se les limitan los pocos espacios que tienen las minorías para manifestar su voz y su presencia. Esta reforma le pega, incluso a los partidos políticos de Morena, como el PVEM y el PT al reducirles sustancialmente sus prerrogativas y los escaños y curules a los que tendrían acceso de mantenerse el marco político-electoral que está vigente en estos momentos. Mientras que los oficialistas anuncian su farsa de foros, el bloque opositor también llevará a cabo la ponderación de la iniciativa presidencial sobre la materia, aunque se enfocarán principalmente a presentar su propia reforma electoral que le dé mayor fuerza, autonomía e independencia, entre otras propuestas, al INE y al Tribunal Electoral, así como de hacer más equitativas las prerrogativas entre los partidos mayoritarios con las minorías.
La oposición se mantiene en lo dicho sobre evitar que la reforma electoral sea aprobada en el Congreso, ya que para que ello ocurra, se requiere la votación de la mayoría calificada en ambas cámaras y estos votos no los tienen Morena y sus aliados.
Veremos de qué cuero salen más correas, pero en estos momentos la reforma electoral oficialista está condenada al fracaso. El pastor de los diputados de Morena, Ignacio Mier señaló que los foros consistirán en discutir de forma abierta la iniciativa del Ejecutivo federal y las de "49 diputadas y diputados que lo hicieron de manera individual o a través de sus partidos políticos", van a ser 22 foros.
Pero parece que como México no hay dos.
La brújula del Gobierno federal tiene muy bien orientada su aguja y siempre muestra el camino más oportuno en el cumplimiento de sus objetivos. En este símil, la dirección correcta siempre será la imagen presidencial, el único baluarte electoral que ha sido capaz de mantener a flote, y con mucha fuerza las aspiraciones del partido oficial con miras a los siguientes comicios. Si algo se concluye con cierta facilidad, es que el único proyecto que han sido capaces de mantener, con disciplina, es la eterna campaña que ahora ha adquirido un claro enfoque populista, que se articula gracias a que han puesto todo el aparato del Estado a su disposición.
La fuerza del Presidente es moral, "así describía y justificaba Hugo Lopez-Gatell las actividades del Ejecutivo federal. A pesar de ello, hay quienes creen en las palabras de los que conforman el actual gobierno como Si estuvieran escuchando una homilía.
En este sentido, hay dos palabras que se han puesto en la mesa de la discusión. Son términos a los que se les ha cambiado la definición, el sentido: Seguridad y soberanía son dos de las coordenadas que aparecen en su brújula discursiva.
¿Qué pesará más? ¿Una ideología o el interés nacional? La soberanía reside en el pueblo y está expresada en su gobierno e instituciones. Hacer más fuerte al Estado nación, fortalece su soberanía, que es la ruta del desarrollo, de la convivencia, de la unidad nacional, del aprovechamiento de sus fortalezas, es mejorar las condiciones de vida de la sociedad.
El capítulo 8 del TMEC no está en discusión. Los estados soberanos pactaron un acuerdo comercial, político y económico para mejorar la competitividad de la región ante el mundo. El petróleo es nuestro, la
forma de aprovecharlo se estipuló en el TMEC. El trato recíproco de igualdad para las empresas de los tres países está contenido en el acuerdo. No puedes cambiar las reglas y trastocar los acuerdos, pero si lo haces tendrá costos.
Si el Ejecutivo se niega a reformar el marco jurídico que viola la igualdad en el establecimiento de empresas en México y afecta la competencia, además de que no habrá empleo ni inversión, tendremos un panel que puede imponer aranceles a México y cumplirá con tres premisas: se grabaran productos emblemáticos ( aguacate, jitomate, agropecuarios, automotriz, tequila entre los posibles). Se cobrará al exportar el producto, lo que resta competitividad a exportaciones y puede colapsar empleo inversión en diversos sectores.
Y como tercer tema, el pago se aplicará por el mismo monto de la afectación hecha por México a las empresas del TMEC es decir, cerca de 30 mil millones de dólares. Esto actualmente representa cerca de 10 a 12 por ciento del valor del comercio vía TMEC. El costo recae en los exportadores, sector que ha sacado a México adelante, y que caerá irremediablemente, afectando regiones, salarios, empleos y empresas. Nuestro principal destino de exportaciones a E.U, casi 80 por ciento. No hay humanismo hay egocentrismo. |
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