Francisco Cabral Bravo
Con solidaridad y respeto a Rocío Nahle García y Ricardo Ahued
Bardahuil
Ratificando declaraciones anteriores de Ricardo Ahued en lo referente a que desde el inicio de su administración los medios de comunicación tienen garantía del respeto y la “libertad de expresión” la gobernadora de Veracruz Norma Rocío Nahle García, aseguró que no tiene ningún problema con la prensa, pues su gobierno es respetuoso de las expresiones de todos los comunicadores y medios e insistió en reconocer el trabajo que realizan para informar a la población de manera ética y profesional, ya que en su gobierno no habrá ninguna acción que les impida realizar su trabajo.
En otro contexto la educación es un derecho humano habilitador de otros derechos. En ese sentido, constitucionalmente el Estado tiene obligación de garantizar a todas las niñas, niños, adolescentes y jóvenes su educación. Sin embargo, actualmente ese derecho es pisoteado por la violencia que agota el país.
Las entidades en donde se han registrado hechos violentos con afectaciones a las comunidades escolares son: Sinaloa, Guerrero, Chiapas, Michoacán, Morelos, Tabasco y Baja California.
Se le ha vulnerado ese derecho que tienen de estar, aprender y participar en la escuela para desarrollar los conocimientos y habilidades necesarios para enfrentar los retos actuales y futuros, así como derecho al juego y esparcimiento en espacios seguros. De esta forma, la oportunidad de una mejor calidad de vida se pierde, mientras que el riesgo de tener una generación perdida y fallada se acrecienta. La violencia y la inseguridad se han convertido probablemente en el principal enemigo de la educación. Esta realidad obliga a plantear a las autoridades gubernamentales estrategias que restablezcan y garanticen la seguridad pública.
Estamos entre cuatro de las prioridades de Trump: migración, aranceles, terrorismo y emergencia de seguridad nacional. Firmó más de 100 órdenes ejecutivas y con ello quiere demostrar que él manda, que cumple sus compromisos, qué tiene una gran fuerza y un liderazgo internacional. EU no necesita a nadie, otros lo necesitan. Son los del Acuerdo de París de la OMS. Es la época dorada en la que va a construir en EU.
Sin embargo, hay varios aspectos por analizar. Muchos de sus propósitos van contra la Constitución, como el negar la nacionalidad americana a quienes nacen en su territorio. El ser no binario en el género va contra leyes ya aplicadas, y no puede ser retroactivo y afectar derechos. Aplicar aranceles ya no es solo una decisión comercial, busca fondear el déficit del gasto con estas medidas, pero impactará en la inflación interna. Los mercados pueden reaccionar negativamente. Nadie desea una guerra comercial, pues es el antecedente de una guerra mundial de gran alcance.
No utilizó la Ley Patriota hola pescar a los cárteles mexicanos. Usó la lista de Organizaciones Terroristas Extranjeras, que no afectan directamente a los americanos que colaboran con venta de armas y lavado de dinero. Acabó la época del libre comercio, estamos ante el nacionalismo y quizá, en el nuevo proteccionismo. El comercio seguirá la nueva ruta y se trabajará más con base en demanda de productos que de libre comercio y tarifas.
Los líderes autoritarios son los que encabezan esta nueva era: Putin, Trump, Xi Jinping, Netanyahu, Milei, Bukele, Maduro, en fin, no hay liderazgos con visión de futuro, prevalece el interés específico de cada país.
En cuanto a migrantes, la primera ciudad que sufrirá los embates de ICE será Chicago, con una mayoría de mexicanos radicados, muchos por más de 30 años, que no han logrado legalizar su estatus migratorio, pero cuyos hijos y negocios están en la ciudad. Deportar a la familia entera, con hijos norteamericanos, es una clara violación a los derechos humanos, lo cual no preocupa a Trump.
A veces se requiere de la maduración de una crisis para abordarla e intentar resolverla. El arte de proceder así radica en terminar con precisión cuando está en su punto.
La contribución cultural y la inmigración fueron las 2 prioridades con las cuales Trump empezó su cruzada en la Casa Blanca. Su discurso generó una respuesta casi inmediata de la obispa Mariann Edgar Budde, líder de la Diócesis Episcopal de Washington, que en un servicio interreligioso en la Catedral Nacional para las primeras oraciones inaugurales a presidentes que se han hecho desde 1933, le pidió a Trump “compasión” por los inmigrantes y las personas LGBTQ.
No era algo que hubiera pensado por largo tiempo, le confió a The New York Times, al que le agregó que cuando escuchó el mensaje del presidente, que ya no era de compaña sino de gobierno, pensó que la gente estaría preguntándose. ¿Irá alguien a decir algo?
Trump demandó una disculpa de la obispa, pero se mantuvo “No veo ninguna razón para disculparme por haber pedido compasión”. En medio de la reverberación que ofreció a todos aquellos a quienes iban dirigidas las punzantes palabras de Trump, porque pudo
haber cambiado la política de Biden si la violencia retórica y la servicia administrativa apareció Emilia Pérez y sus enormes 13 nominaciones al Óscar.
La serie, inspirada en el libro de la canadiense Margaret Atwood, reflejaba una sociedad distópica donde no había democracia y reinaba un fundamentalismo teocrático, al que enfrentaba una guerrilla. Emilia Pérez es todo lo que Trump odia, una película de Hollywood le ha puesto enfrente y que, de alguna manera, disipó la duda imaginaria de la obispa Budde, sí hubo alguien que dijo algo. Carla Sofía Gascón es un desafío para los tiempos trumpianos.
Los resultados electorales del 2024 han confirmado una tendencia que las y los expertos llevan años estudiando: el creciente apoyo a partidos y líderes de derecha radical populista. Pero más allá de las explicaciones habituales sobre crisis económica, migración o “valores tradicionales”, de una conexión menos visible pero igualmente importante: la relación entre masculinidad, sexismo y emboto por estos partidos.
Investigaciones recientes, como la de Eva Anduiza y Guillem Rico, han encontrado que no es simplemente ser hombre lo que predice el apoyo a estos movimientos políticos. Es la combinación de una fuerte identificación con características tradicionalmente consideradas “masculinas” qué actitudes sexistas lo que realmente inclina la balanza electoral.
¿Cómo funciona esta dinámica? Cuando una persona, usualmente un hombre se identifica fuertemente con rasgos como la dominancia, la competitividad, o el control, es más probable que perciba los avances en igualdad de género como una amenaza.
Esta percepción no surge de la nada: es alimentada por narrativas que presentan cualquier ganancia en derechos de las mujeres como una pérdida para los hombres. El sexismo moderno juega aquí un papel crucial como mediador. Ya no se trata del viejo sexismo hostil que declaraba abiertamente la inferioridad de las mujeres. El sexismo contemporáneo es más sutil: se manifiesta en la negación de la discriminación persistente, el rendimiento hacia demandas feministas.
En Estados Unidos, el fenómeno es similar: estudios muestran que el sexismo hostil ha sido un predictor significativo, y creciente, del voto por Donald Trump. No es sorprendente que, de las 3 apuestas presidenciales de Donald Trump, su única derrota fue a manos de otro hombre blanco.
Sin embargo, el fenómeno no es exclusivo de los hombres. Algunas mujeres también exhiben este patrón de comportamiento electoral, aunque en menor medida.
Además, varios de los partidos de derecha radical populista están ahora liderados por mujeres. Marine Le Pen en Francia, Giorgia Meloni en Italia q Alice Weidel en Alemania son ejemplos notables. De hecho, estos liderazgos femeninos operan bajo lo que los académicos llaman “ambivalencia”. Entender estas Conexiones es fundamental para comprender la política contemporánea. No se trata simplemente de preferencias políticas o económicas, sino de cómo las identidades de género y las actitudes hacia la igualdad están volteando el panorama electoral global. Al final, la relación entre el sexismo y el populismo de derecha no es sólo una cuestión de preferencias electorales, sino un reflejo de tensiones profundas sobre el cambio social y el lugar que ocupan mujeres y hombres en él. |
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