Francisco Cabral Bravo
Con solidaridad y respeto a Ricardo Ahued Bardahuil e ing. Eric Patrocinio Cisneros Burgos
Permítanme comentarles que los partidos políticos tienen una guía por el poder que jamás ocultan, se muestran mermados ideológicamente y entre todos le han propinado una verdadera paliza a la ética. Evidentemente la política es un asunto terrenal, de hombres y mujeres y no dioses, sólo que los desfiguros se multiplican para que tengamos élites onerosas, opacas como decadentes.
En la actualidad nuestros partidos políticos navegan en la nada del pensamiento político, un día son aliados de ocasión al filo del más incomprensible pragmatismo, después se cuestionan y parece que su única misión es ganar poder al más alto típico estilo maquiavélico como sea "haiga sido como haiga sido" diría un clásico. En estos tiempos, los cuadros de los diferentes partidos políticos exhiben sin pudor alguno su grado superlativo de ignorancia, los debates se anulan, las ideas palidecen ante la lluvia de exabruptos lanzados por doquier como sistema. La política como tal es ciencia, arte, teóricamente, es algo muy distinto a lo que ocurre en la práctica, en donde prevalece la condición humana que tiene mucho de miserable.
No hay referentes intelectuales importantes, la formación de cuadros se posterga y por ello vemos las mismas caras, idénticos estilos, así hasta el hastío.
Las ideologías están al borde de la extinción porque muchas las suplantan a través de su catarsis, por pragmatismo rampante.
Cuando uno lee el libro La conquista de México de Hugh Thomas se puede dar cuenta y entender varias cosas. No sé si dentro de las premoniciones de los dioses o en los anuncios divinos hechos al imperio mexica y a los aztecas se preveía la venida de un dios rubio y con ojos azules que le cambiaría la vida. Pero lo que sí sé es que la estructura del gobierno al que decía servir a Hernán Cortés tenía muchas similitudes con la del oro composición de la estructura de poder del imperio mexica. Era evidente que, tarde o temprano, por encima de los dioses, del oro, de las plumas, de los miedos, de los
conquistados, y los conquistadores, se tenía que producir una identificación que estuviera por encima de los hechos.
El Imperio español fue un imperio brutal basado muchas veces en la doblez de sus protagonistas.
Los psiquiatras y los psicólogos nunca se han puesto de acuerdo sobre cuánta perdura la semilla del odio en el corazón de los hombres. Es más William Shakespeare que en muchas cosas iguala a los textos del libro de libros, la Biblia, dos secciones Primera 39 libros, Escrituras hebreas. Antiguo Testamento. Segunda 27 libros. Escrituras griegas cristianas. Nuevo Testamento. Total 66 libros y que en otras cosas se adelantó a todos los Sigmund Freud, Gustavo Jung y a los interpretadores de la condición humana, escribió un célebre discurso llamado El funeral de Julio César. Un discurso que describía la pauta del comportamiento de los hombres del poder y que quedaría en la memoria colectiva y en el subconsciente de los pueblos.
En dicho discurso, el dramaturgo inglés expuso entre otras líneas, las que supuestamente habrían sido las palabras de Marco Antonio durante el funeral de Julio César. Para efectos del presente artículo, hay una frase que me gustaría destacar y que es: "El mal que hacen los hombres, les sobrevive.
Mientras que el bien que hacen queda frecuentemente sepultado con sus huesos". ¿Será ese el alimento del odio de los pueblos? ¿Todas las brutalidades cometidas, se transmitirán de generación, en generación? A estas alturas ha llegado el momento de derrumbar el análisis de la lógica. No hay partidos. La mayor tragedia y el único análisis político no es el de la lógica.
El Movimiento Regeneración Nacional (Morena) está cada vez más dispuesto a caminar sobre los linderos de la ilegalidad con tal de llegar en ventaja electoral irreversible a los comicios presidenciales de 2024.
Así lo reafirmó la dirigencia nacional de este movimiento con el mitin realizado en la capital del Estado de México. Una concentración de liderazgos y simpatizantes que no puede ser catalogada como simple evento de unidad entre aspirantes ni como una "asamblea informativa", sino como un claro acto anticipado de campaña en busca de posicionar a sus precandidatos presidenciales entre las
amplias audiencias. En los medios de comunicación sobre las evidencias que lo confirman. Entre ellas, las notorias movilizaciones de ciudadanos que organizaron las corrientes internas en contienda, los enmarques discursivos y las arengas proselitistas por parte de aspirantes y simpatizantes, así como la contratación de carteleras móviles en las que se promocionan la imagen personal de servidores públicos federales. Toda una dinámica y logística de partido que constituye una franca violación a la ley electoral, al involucrar conductas y actividades que corresponden estrictamente un proceso formal de campaña, el cual está a más de un año de comenzar.
Como Dios del Olimpo que marca el destino de los mortales, así se comporta AMLO con aquellos que fueron marcados con el mote de corcholata y que buscan a toda costa granjearse su voluntad y preferencias para ser el elegido en ocupar el puesto que dejara vacante el 30 de septiembre de 2024.
Es un proceso marcado por las reglas no escritas de los cánones priístas, en dónde la figura del "tapado" era el epítome de la sucesión presidencial, el Presidente ha abierto el proceso con más de 3 años de antelación a la elección presidencial, provocando con esa precipitada decisión, entre muchos efectos, que los aspirantes no solo se distraigan de sus tareas sustantivas en el cargo que ocupan, sino en iniciar hostilidades entre ellos con una ferocidad pocas veces vista.
El maniqueo que hace AMLO con sus corcholatas es perverso, inhumano, desleal, burlón y soberbio, ya que no solo juega con sus sentimientos y aspiraciones, sino que se da el lujo, en un día abrir la baraja a 8 o 9 colaboradores, y otro, cerrarla a tan solo 3 precandidatos.
Del que más se ha mofado es de Ricardo Monreal, aún pastor de los senadores de Morena, ya que de ser uno de sus consentidos en La Legislatura, en virtud de su eficiencia en impulsar la aprobación de la agenda legislativa del presidente, pasó a ser un apestado y con ello, ser receptor de toda la furia de las huestes radicales de Morena, quienes lo ven como la reencarnación de los conservadores más recalcitrantes. El Zacatecano, además de padecer la ley del hielo, ahora enfrenta el desdén y la sorna de
correligionarios que buscan congraciarse con el líder moral de Morena.
Las corcholatas viven las 24 horas del día para interpretar cualquier gesto, deseo, instrucción, comentario o vaticinio de su mentor, para de inmediato proceder en consecuencia. Por supuesto, no se pierden ninguna mañanera e incluso una de ella, ha clonado al presidente en su discurso, intencionalidad, ademanes y hasta en ganarse a los mismos enemigos, todo con tal de lograr conquistar el sueño anhelado.
¿Hasta dónde llega la dignidad de las corcholatas que permiten qué los hagan como trapeadores y que, además, deben poner buena cara? Tienen que tragar todos los sapos, esto es parte de esas reglas no escritas en el código de quien ejerce el poder conforme al ADN priísta. Son capaces, incluso de aventarse al precipicio para mostrar su sumisión.
El "preciso" evalúa a todos, sobre todo, en un tema que es toral en su decisión; la lealtad incondicional esa, que, incluso, permitirá seguir gobernando por "interpósita persona", tal como lo quisieron hacer la mayoría de los presidentes, desde tiempos de Plutarco Elías Calles, con sus sucesores.
Vivimos en una tragicomedia en donde se mezclan los elementos cómicos con una realidad surrealista, dramática, absurda y ridícula.
Yo me pregunto, hoy el zacatecano Monreal está de nuevo lejos de López Obrador, como en septiembre y octubre de 2017. Hace un año que no se ven, y aunque las razones no están claras, se entenderá que él ya está en la acera opuesta, hacia donde lo han ido empujando de forma cada vez más obvia.
Si es así, lo habrán vuelto su adversario. De nuevo me vuelvo a preguntar si eso quieren en el oficialismo: tener a Monreal como adversario, con las cosas que él les sabe y con el daño electoral que les puede ocasionar.
Se dice que la política es el arte de lo posible. Esta premisa surgió en una plática, analizando la situación actual. Lo cierto es que esta afirmación ha perdido solidez, como lo afirma Sloterdijk en su texto En el mismo barco. Distinguir con certeza entre lo políticamente posible y lo imposible es la característica del tiempo que vivimos en este país, que es nuestro barco. De hecho, lo posible a implicado
salvaguardar a la política frente a los excesos del poder. La relación jerárquica entre la razón del Estado y la razón privada, o ciudadana, entre los intereses de grupos, se ubica el vértice de una pirámide, donde los actores pueden ser maduros, asumir decisiones con visión de largo plazo, o bien, jugar a la política en función de intereses personales o de grupo.
Pero ahora estamos en el mismo barco, López Obrador tiene miedo. La Alianza va por México es competitiva y hay tiro. Si se coordinan adecuadamente, tenemos un 40% de salida PAN-PRI-PRD, contra un 45% de la alianza de Morena, sin considerar a MC.
Así que ahora el imposible se centra en destruir la Alianza. Reconoce a Anaya para que el PAN se siga dividiendo. El desastre en el PRI es inédito, entre los ataques desde el gobierno, hasta las pérdidas electorales y la creciente división interna. Dante Delgado sigue jugando su papel de bisagra, para aumentar sus ventajas competitivas, aunque tenga pocos votos. Sus cartas, Colosio García y Alfaro, con su apuesta. Al PRD ya lo desfondó AMLO, pero mantiene presencia y en lo nacional aporta votos.
En Morena también hay amenazas de rompimiento. Las corcholatas se atacan bajo la mesa. Aumentó el número tras el mitin en el Edomex, y para evitar rupturas se incorporó a Monreal, Moctezuma y Tatiana. Se supone que la encuesta que realice Morena definirá la candidatura, pero otro imposible, es renunciar al dedito mágico.
Entonces, ¿cómo actuar conforme al principio de que la política es el arte de posible cuando estamos viviendo lo imposible?
Se requiere pragmatismo y visión de Estado para distinguir lo imposible hacia 2023 y 2024 porque van a pasar cosas imposibles fuera de toda proporción en la imposición de intereses. Desde luego, no se respetaràn reglas ni leyes. Para enfrentar lo imposible, primero se debe tener conciencia de que vivimos una situación de emergencia nacional.
Segundo contribuyamos a reconstruir desde ahora al país y sus instituciones. El líder de los senadores morenistas, Ricardo Monreal, aseguró que no necesita una operación cicatriz con su partido. "No la necesito. Yo soy un hombre libre y los respeto a todos. Lo único que buscamos es la democracia, la libertad, la dignidad eso es todo".
Ante la polarización política que se vive en el país, busca ser factor para lograr ese propósito.
"Estoy acostumbrado a la adversidad". Y ésa es otra de sus armas. |
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