Francisco Cabral Bravo
Con solidaridad y respeto a Ricardo Ahued Bardahuil y José Francisco Yunes Zorrilla
El otro día me decía un amigo al que admiro mucho, que lo de la educación le parecía aburridísimo. Me "pudo" como decimos aquí, el comentario. En parte porque llevo ya bastante tiempo dedicado al tema; en parte, también, porque tengo que decir que, a ratos, coincido con mi amigo.
Muchas veces, me resulta, en efecto, de flojera hablar y analizar algo tan "notable" como la "educación", de flojera completa escribir, opinar y "disertar" sobre eso que todos (o casi todos) con los que hablo opinan constituye la "llave maestra" para hacernos "mejores" para hacer posible el desarrollo de la patria, o cualquier otra cosa digna y valiosa.
Más allá de la incomodidad momentánea, tengo que decir que me sirvió el comentario de mi amigo, pues me obligó a pensar con mayúsculas y eso de que a uno lo obligan a pensar (así) siempre se agradece (o tendría que agradecerse).
Su comentario me puso a pensar. Desde los albores de la civilización maduró en la mente de muchos hombres la idea del ocio como ideal de felicidad, no aquel ocio fecundo como le llamaron los griegos, que permitía liberar al hombre del trabajo rudo, de la producción directa, para ocupar su mente y su tiempo en la creación filosófica, la ciencia y el arte, sino el ocio, a secas, ideal que llegaría sublimado hasta las esferas de la religión: trabajar fue el castigo merecido por Adán y Eva; ganar el pan con el sudor de su frente. A lo largo de las sociedades divididas en clases, estas ideas han conquistado la mente, sobre todo, de muchos jóvenes, para quienes la felicidad equivale a no madrugar, dormir mucho, evitar todo esfuerzo y desentenderse de responsabilidades; un hedonismo vulgar, cuyos motivos son descansar y divertirse.
Para toda idea deriva de una realidad que la inspira y nutre; nace como producto puro del pensamiento, y la que hoy comentamos expresa los intereses y la situación de la aristocracia que teoriza así su propia realidad, dando a su inactividad una envoltura no solo teórica, sino teológica.
Homero en La Odisea nos habla de nobles, como el basileus Ulises y su esposa Penélope, que realizan con sus manos, sin desdoro, preciosas obras como telas, barcas, muebles; pero terminó imponiéndose en la jerarquía el trabajo intelectual (recuérdese la república ideal de Platón). Ya entre los antiguos romanos, el trabajo fue considerado deshonroso; los maestros mismos eran esclavos. Hoy, lo que más soportan las clases altas es a quienes hacen trabajo intelectual. Así se consolidó durante siglos, milenios, este principio ético aristocrático.
En otro contexto, Muna Dora Buchahin, quien como ex directora general de la Auditoría Forense, de la Auditoría Superior de la Federación, evidenció los esquemas de desvíos de dinero del sexenio de Enrique Peña Nieto conocidos como Estafa Maestra.
En su libro La casa sucia (Grijalbo), que salió recientemente, Buchahin analiza los mecanismos detrás de la corrupción y ofrece un retrato pesimista sobre los avances en la materia, pues sostiene que, en México, "no es cierto que el bien triunfa sobre el mal". "Todo mundo intercambia los mejores puestos para los cuates; lo que negocian los partidos políticos lo pudren".
DIARIO DE XALAPA
Buchahin sigue asombrada por una noticia reciente: el pasado 6 de mayo, las cúpulas del PAN, PRI y PRD presentaron una denuncia contra Eukid Castañòn Herrera por entrometerse ilegalmente en el proceso electoral de Puebla, en favor de Morena. Castañón, oscuro operador del exgobernador Rafael Moreno Valle, estuvo tres años en la cárcel, pero salió en octubre pasado; renunció a su militancia en el PAN y se alió a Morena.
La ex auditora señala el cinismo de los panistas, Pues en su libro narra una anécdota en la que Marko Cortés, el líder nacional del partido blanquiazul, abrazó con efusión al mismo Castañón, cuando este era diputado federal por el PAN, era operador entonces gobernador poblano Rafael Moreno Valle y formaba parte de la Comisión de Vigilancia de la ASF.
"Él está con Morena ahora, y los mismos que lo abrazaban y le decían cachorro dicen que es el mismo corrupto de siempre. ¡Sí ellos lo tenían!
Hace años me dijo de alto nivel del PAN que el mismo Marko Cortés lo había puesto de diputado, y lo tenía haciendo una guerra sucia. Ahora dicen que Morena lo liberó para hacer el trabajo sucio, el mismo que les hacía a ellos en su momento.
¡Qué maravillas de cínicos! exclama. si bien confiesa su escasa esperanza en un cambio rápido en materia de combate a los vicios de la política mexicana, Buchahin se integró al equipo de cinco expertos en materia de fiscalización encabezado por Javier Corral Jurado, ex gobernador de Chihuahua, para diseñar un modelo de "agencia anticorrupción". Principalmente porque la corrupción no se erradica, se inhibe. La desinformación sirve para manipular los datos y negar las realidades. Lo demás importante es transparentar el uso de cada peso, pero también dar a conocer el proceso de toma de decisiones.
Buchahin, en su libro, revela un modus operandi aterrador sobre la gestión de la ASF por parte de David Colmenares Páramo, su titular desde 2018. Según Buchahin, Colmenares entregó cuotas de cargo a cada partido político, y ha convertido a la institución en una máquina de redes de influencias y de negocios basadas en auditorías a modo. Y recuerda que Colmenares llegó a la ASF en 2018 con el patrocinio de cuadros del PRI.
Día con día, las preguntas que nos formulamos acerca del país y su futuro se van subrayando con muy diversos ya no hablemos del
mundo y el galimatías ideológico, militar y económico en el que estamos enfrascados sin que se vislumbre una pronta solución.
Durante estos días se impone preguntarnos cuál es la nación que queremos, el tipo de vida cotidiana que necesitamos y todo aquello que, como sociedad debemos aprender a exigir para que no solo sea parte de un discurso electoral simplón y oportunista, como las promesas de un embustero.
Ante las sórdidas campañas electorales, podemos mantener una mirada crítica que nos permita iluminar y hacer visibles nuestras propias carencias, las incongruencias y la apatía de una ciudadanía que observa o escucha con suspicacias, incluso desinterés, las palabras de quienes pretenden acceder al poder luego de las elecciones.
Así plantear que hay alternativas para un futuro que depende de la sociedad y no solo de la llamada "clase" política es encender esa vela que nos permite contar con algo de luz en medio de la vorágine y su obscuridad. Porque en efecto, poco hay de metafórico cuando se plantea esta imagen, aunque, en sí misma, nos coloca a nosotros como sociedad, ante esa posibilidad de que los engranajes del mundo no se detengan. No, a los fenómenos climáticos, que día con día nos llevan a dilucidar acerca de nuestras capacidades como seres humanos, no se les enfrenta con ideología trasnochada, ocurrencias, maniqueísmo ni el oportunismo político. A fin de cuentas, en esa cotidianidad que buscamos se concentra la luz del posible futuro.
Qué les cuento la izquierda es esa corriente política que a lo largo de la historia hizo suyo uno de los valores fundamentales de la ilustración: la igualdad. Al paso de los años, las izquierdas más progresistas incorporaron otras causas de la modernidad: el compromiso con la educación y la ciencia contra la ignorancia y el fanatismo. Con el laicismo, frente al oscurantismo religioso. Las izquierdas más comprometidas con las libertades además fueron desde la Guerra de Vietnam, pacifistas. A la luz de la devastación
de los ecosistemas, se incorporó la agenda medioambiental. Las izquierdas también se identificaron como la reivindicación de los derechos de las mujeres y, después con la lucha de la diversidad sexual y las minorías.
México, tan desigual, necesita una sólida izquierda democrática, lejos de los resortes autoritarios y antilustrados del gobierno que concluye.
En México, el gobierno que termina suele proclamarse de izquierda, pero sus actos evidencian lo contrario.
Recuerde en el mundo moderno el concepto de ciudadano alude fundamentalmente a la figura del hombre libre capaz de tomar sus propias decisiones y asumir las consecuencias por ello. Es finalmente la respuesta de la modernidad ante la condición estamentaria medieval que impedía a cualquiera actuar más allá de sus responsabilidades asignadas.
Las democracias representativas partieron del principio según el cual es viable encontrar un equilibrio entre lo público y lo privado para así garantizar que las mayorías gobiernen pero jamás puedan violentar los derechos individuales de las minorías.
Esto es lo que decidiremos el próximo 2 de junio. Ser ciudadanos responsables o someterse al dictado de lo que en nombre del pueblo se asumen como sus redentores permanentes. |
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