Francisco Cabral Bravo
Con solidaridad y respeto a Ricardo Ahued Bardahuil y Eric Patrocinio Cisneros Burgos
Me refiero hoy desde los orígenes de El arte de la guerra de Sun Tsu hasta nuestros días, siempre se ha sabido que las guerras se libran entre personas y las personas, con independencia de cuál sea nuestro origen étnico, religioso, social o de cualquier otro orden, tenemos un repertorio de acciones y reacciones derivado de nuestros sentimientos y estado de ánimo. Dicho de otra forma, los seres humanos muchas veces nos dejamos llevar más por lo que sentimos que por la lógica y la razón.
Todo aquel que es un buen guerrero sabe que la guerra sólo puede ser total y que una cosa es usar tambores de guerra para asustar a la gente y otra cosa es que una vez que la guerra empieza, no hay espacio para dudas y todo se resume en dos posibilidades: vencer o ser vencido.
O bien se utilizan todos los medios para conseguir la victoria o, de lo contrario, el enemigo se aprovechará de la tibieza mostrada y no pensará dos veces para alzarse con el triunfo.
Las guerras en el México de la época previa a la llegada de Hernán Cortés eran salvajes y brutales, sírvase como ejemplo las batallas libradas entre aztecas, toltecas, tlaxcaltecas.
El aparato de propaganda de Morena despliega una estrategia tan anticuada como las guerras: hacer creer que su candidata ya tiene ganada la elección. Desmoraliza a opositores, capta a indecisos que prefieren estar del lado ganador, refuerza la idea que tienen los abstencionistas de "para qué votar" si ya se sabe quién va a ganar.
Que no le digan, que no le cuenten, porque a lo mejor le mienten.
Xóchitl Gálvez tiene la misma posibilidad de ganar la Presidencia que Claudia Sheinbaum. Esa es la realidad.
El oficialismo satura con mensajes que hacen ver a su candidata como la próxima presidenta de la República, como un valor entendido. Eso no es guerra sucia, se llama estrategia. "Un ejército victorioso gana primero y entabla la batalla después", dijo el general Sun Tsu, 500 años antes de Cristo, en El arte de la Guerra. Eso es propaganda, nada más.
Hay quienes lo creen, y se disemina una percepción hasta convertirla en realidad. Para eso es la propaganda, el rumor, el manejo de medios de comunicación. Es El arte de la guerra aplicado a la política. Otra vez el general Sun Tsu: "Si utilizas al enemigo para derrotar al enemigo, serás poderoso en cualquier lugar a donde vayas".
Ya es costumbre observar la danza de las estadísticas como algo cotidiano, con la misma importancia de un juego que se puede resolver durante los cinco minutos del tiempo libre. Durante mucho tiempo se pensaba en la incuestionable trascendencia de la estadística como una herramienta que nos permitiría desentrañar la realidad, que colocaría en la mesa de la objetividad todo aspecto que, gracias a la ciencia matemática, estaría bajo la lente de un espíritu crítico que nos ofrecería una perspectiva sin visos de duda.
Sí, tendemos a idealizar, con mucha facilidad, aquello que suma a consolidar nuestra perspectiva del mundo o a alimentar las más descabelladas mentiras. Vaya paradoja que se revela en cada uno de esos pequeños símbolos. Cuando se observan esos caprichosos juegos de piezas geométricas y líneas que trazan una imaginaria red en el vacío, llega a la mente aquella frase que, como muchas otras, es atribuida a Mark Twain "Here are three kinds of lies: lies damned lies, and statistics". En efecto, ya en el idioma en el que escribió el poeta Francisco de Quevedo, "hay tres tipos de mentiras: la mentira, la maldita mentira y las estadísticas "se constituye como un juego de palabras en el que Mark Twain ya ponía en entredicho a quienes, mediante la prestidigitación de los números y los porcentajes, nos quieren convencer de que la verdad
es sólo aquello que nos muestran sus propias coordenadas en el mapa de los intereses y el engaño.
Por ello, se busca que no haya lugar a dudas ni suspicacias cuando las estadísticas sirven como los calzadores que se colocan en las mesas que se tambalean con los primeros movimientos.
Y, si ya mencionamos a Quevedo, por qué no recordar aquellos versos que pertenecen a una de sus más famosas letrillas y que se clavan como un recordatorio de que el humor descifra cualquier porcentaje, "Madre, yo al oro me humillo, él es mi amante y mi amado pues de puro enamorado, hace todo cuanto quiero, poderoso caballero es don Dinero". Ah, ese sonido que obra milagros y hace relucir, ante la mirada de los miopes, los mejores atuendos del emperador.
Por otro lado el silencio. Sí, en contraste con la resonancia del populismo y el acto de fe que implican los acordes de la mentira, también hay otras estadísticas que se van quedando atrás en el concierto de las sonrisas y la bravura del poder sostenido en el tabique de la impunidad. Así, también nos enfrentamos a números y porcentajes que no son augurios ni comparsas del presupuesto aquellos que apenas son el atisbo de una realidad qué si bien se expresa con lo minúsculo de un garabato, nos conduce hacia el ensordecedor silencio de la muerte, la pobreza, la injusticia y la desmemoria. En efecto, lo que circunda a la realidad que se observa a través de lo cotidiano es lo que descalifica y minimiza todo aquello que puede detonar un análisis, fundamentar una crítica y señalar la desnudez del poder en turno. No, eso tiene cabida en medio de los gritos que proclaman la victoria de un simple espejismo.
En otro orden de ideas como el que tiene pocas ganas de irse, el largo adiós del Ejecutivo Federal será una álgida batalla contra el Poder Judicial hasta el fin de su mandato.
El conflicto, que domina la relación en el sexenio, amenaza con derivar en un franco bloqueo entre Poderes hacia la elección de 2024. Los tambores de "guerra" anticipan que el choque contamine
la sucesión presidencial en las elecciones más grandes en la historia del país.
El Poder Judicial ha servido de "cabeza de turco" a la que quiere hacerse culpable de casi todos los males, de traspiés de las reformas y proyectos prioritarios de la 4T, para exculpar a otros implicados como el Congreso. Los jueces y ministros de la Corte son el receptáculo de la crítica presidencial contra él "pensamiento conservador".
La incomunicación se plasma hasta en símbolos como dejar fuera de invitación de la SCJN Norma piña a conmemorar la Independencia.
Pero como toda política de obstrucción institucional, la parálisis tiene siempre dos sentidos y acaba por afectar a ambos, y a la ciudadanía, en asuntos tan delicados como la justicia e impunidad. Como apunté en una columna previa los que tienen la mejor tonada, pero aún no encuentran la letra para acompañarla un grupo de legisladores afines al senador Ricardo Monreal Ávila, quien terminó en último lugar de la encuesta de Morena para definir la candidatura a las elecciones presidenciales de 2024, llegó al rescate de Marcelo Ebrard Casaubón y anunció su incorporación al bloque de diputadas y diputados aglutinados en la agrupación "El Camino de México", que todavía apoya al ex canciller en su proyecto presidencial.
Después de una exitosa operación de convencimiento de Claudia Sheinbaum Pardo y de la cúpula de Morena, el equipo de Ebrard lo definió como una campaña de "presiones", el grupo de Ebrard se había reducido a una veintena de legisladores de Morena, PT y PVEM, reduciéndose a una fuerza irrelevante en la Cámara de Diputados.
Sin embargo, un grupo de apoyo de Marcelo Ebrard anunció el pasado miércoles 4, con cierta satisfacción, que se sumaron a su movimiento 26 diputados vinculados con Monreal, quien inició el sexenio como influyente líder de la bancada de Morena en el
Senado, pero terminó ignorado por AMLO y como paria al interior del partido. Juntos, el nuevo "bloque" cuenta con "50 legisladores".
La cercanía entre Ebrard y Monreal en el entorno adverso de Morena no es nueva: hace dos años, en septiembre de 2021, los dos políticos sellaron una suerte de "pacto de no agresión" en la perspectiva de la lucha por la candidatura del partido a las elecciones presidenciales, en la que Claudia Sheinbaum Pardo ya despuntaba como favorita.
A raíz de ese entendimiento, ambos políticos se han respaldado en momentos de crisis, y Monreal ha hecho varios favores a Ebrard en el marco de las precampañas, como cederle "su lugar" para colocar su empresa encuestadora.
"Tenemos el gusto de darle la bienvenida a más compañeros, compañeras legisladoras que se adhieren a este bloque denominado "El Camino de México", presumió hoy la diputada Selene Ávila en una conferencia de prensa, en la que minutos antes aclaraba que "no se trata de una traición".
Acto seguido, la diputada Benelly Hernández, quien se reivindicó como parte de los diputados federales que hemos participado muy de cerca con el senador con licencia, el Doctor Ricardo Monreal, anunció que se sumarán a los seguidores de Ebrard para "luchar las causas de la gente en cuestión del presupuesto".
La alianza entre las disminuidas fuerzas de Monreal y de Ebrard se da en medio de los escenarios complicados para sus jefes. |
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