Francisco Cabral Bravo
Con solidaridad y respeto Ricardo Ahued Bardahuil y Eric Patrocinio Cisneros Burgos
Tengo dos opciones para iniciar el año: revisar lo ocurrido en 2022, o tratar de imaginar lo que pasará en éste. Y tengo también un abanico amplísimo de temas. Vamos qué logro.
Como acertadamente tituló su libro Lourdes Mendoza, Con la frente en alto, así derrotó la malquerencia, el desprecio, la andanada poderosa que intentó exterminarla como periodista y como persona. Su dignidad se transformó en su columna vertebral y así, bien derechita, buscó apoyo legal y jurídico, y encontró en amigas y amigos apoyo para sostenerse y dar la batalla. Hasta hoy, ha ganado no sólo dos veces en lo legal, sino también un espacio en la consideración y estima de muchísimas personas. Su profesionalismo ha salido fortalecido y a muchas su ejemplo nos ilumina.
Ojalá muchas otras que tienen cargos públicos sigan su valiente ejemplo. Además, enciende nuevamente la idea de que la meritocracia sí es el mejor de los caminos para avanzar en la vida. No, no basta el "échale ganas", pero sí que ayuda, y tanto que hizo trizas el lamentablemente famoso techo de cristal.
Escribir bien notas periodísticas es resultado de investigaciones acuciosas y de entender uno de los principios que defiende la novela Matar a un ruiseñor. Escuchar a las partes involucradas en una contienda y después de reflexión, mostrar las certezas a las que conducen las huellas de las palabras pronunciadas, respaldadas por hechos comprobables. Lourdes ha logrado hacer realidad el deseo de Mary Wollstonecraft: "Yo no deseo que las mujeres tengan poder sobre los hombres, sino sobre ellas mismas". Debe haberse sentido, al escribir su libro, como Rosario Castellanos dijo a Beatriz Espejo: "La escritura fue para mí, no sólo la búsqueda de una forma estética de expresión, sino también una suerte de conjuro para aplacar las potencias de lo incomprensible".
Creo que será verdaderamente glorioso cuando las mujeres sean personas realmente auténticas y tengan todo el mundo abierto a ellas. Karen Blixen. Su vida no será más fácil, pero su deber es seguir en ése, su camino.
No hay remanso posible cuando se intenta comprender qué sucede en el país. Nuestros estados de ánimo van de un extremo a otro, en un zigzag trepidante, al enterarnos de las muy diversas noticias que nos
hablan acerca de la realidad en la cual vivimos y sufrimos. Pasamos de la tristeza al enojo, de un renglón al otro, de la sorpresa a la incredulidad, de la preocupación a esa ligereza que es tan propia del conformismo. Toda esta suerte de catarsis tragicómica puede experimentarse en cuestión de minutos y, en definitiva, resulta abrumadora; sin embargo, no podemos desviarnos del punto medular que esto implica al subrayar la importancia de mantenerse informado acerca de lo que ocurre en el país, no mirar hacia otro lado y ser conscientes de que la realidad está muy alejada de los discursos políticos.
Si bien todos los sexenios nos han regalado numerosas páginas de sinsentidos y despropósitos, durante la presente administración parece que tiene una competencia por llevar cada vez más lejos su propia caricaturización. Por cierto, no deja de llamar la atención el trabajo del Centro de Análisis SPIN que, en voz de su director Luis Estrada, ha llegado a contar los miles de veces en las que la falsedad, la mentira y la información poco comprobable son parte de una retórica que sostiene al actual sexenio.
Así, mientras no se generen elementos contundentes para comprobar estos dichos, todo queda en palabrería sin fundamento. Discursos huecos y anodinos que manipulan, buscan manipular con efectividad. Tal vez sea el momento de recordar las palabras de la filósofa Hannah Arendt, quien escribió en su ensayo La mentira política: "Es esta fragilidad humana la que hace del engaño tan fácil hasta cierto punto y tan tentador. Nunca llega a entrar en conflicto con la razón porque las cosas podrían haber sido como el mentiroso asegura que son. Las mentiras resultan a veces mucho más plausibles, mucho más atractivas a la razón, que la realidad, dado que el que miente tiene la gran ventaja de conocer de antemano lo que su audiencia desea o espera oír. Ha preparado su relato para el consumo público con el cuidado de hacerlo verosímil mientras que la realidad tiene la desconcertante costumbre de enfrentarse con lo inesperado, con aquello para lo que no estamos preparados". (Crisis de la República, Ed. Trotta).
En otro contexto, mientras viví en casa de mis padres nunca me faltó un regalo de Reyes.
A mi manera y tratando de superar el estilo de mis padres, respeté la tradición con mis hijas haciendo lo mismo con mis nietos. Benditos sean entonces Melchor, Gaspar y Baltasar.
Uno que es mal pensado, porque me había hecho a la idea de que nos traerían los reyes el endiablado regalo que pidió el Presidente y que
cargaríamos con la supuesta licenciada Yamín Esquivel como Presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
El otro tema que me trae a mal dormir es el asunto del INE, a mi juicio la única manera de conservar un cierto nivel de confianza en nuestra democracia es por conducto de una institución neutral, independiente y funcional.
Este año trataré de meterme y escribir menos en política, hay en eso infinidad de profesionales, cuya opinión tiene más rigor y visión que la mía, que es tan sólo la de un ciudadano que habla de la feria según en ella le va.
Me sigue gustando la socialdemocracia de los países escandinavos y soy un poquito más partidario de los demócratas que de los republicanos en lo que a Estados Unidos se refiere.
Por otra parte, el día de Reyes es una buena ocasión para hacer ejercicios de altruismo, ablandar el corazón, aflojar la cartera y donar juguetes o dinero a instituciones que atienden a niños necesitados. No me canso de repetirlo, todo lo que das para ayudar se revierte de manera inmediata, resulta una inversión para uno mismo porque se siente bien hacer el bien y en ese sentimiento, aún con la enorme carga de egoísmo que conlleva, está la recompensa inmediata. Hay una frase que me encanta, creo que era de Bonnard, la busqué para confirmarla y no la encontré, usted sabrá perdonarme si equivoco al autor o si no la reproduzco con total literalidad, pero el contenido es el que es: "Es necesario que el rico tenga el corazón muy duro, para que pueda negarse al gozo que se siente el dar a los demás".
Las remesas que envían los trabajadores mexicanos en Estados Unidos a sus familias volvieron a ser de las mejores noticias para el país y la principal fuente de ingresos, inclusive muy superior a la inversión extranjera directa que en los tres primeros trimestres del año pasado fue de 32 mil 147 millones de dólares y del ingreso neto por turismo que ronda por los 15 mil 526 millones de dólares. Mientras que por los envíos de nuestros paisanos en el mismo periodo se obtuvieron 42 mil 978 millones de dólares, esperándose que al cerrar las cifras del año superen 55 mil millones de dólares, un nuevo récord.
Estas divisas son sustento y motor de la economía nacional que, aunadas a la inyección de los 700 mil millones de pesos de los programas sociales del gobierno federal y a la inversión en los proyectos prioritarios de infraestructura, alientan el consumo interno y mueven al país.
Los emigrantes son los superhéroes de la economía, pero su lealtad es una buena noticia sólo a medias, pues es el resultado de la falta de
empleos en sus lugares de origen o de la violencia que impera en algunas regiones.
En materia económica, lo bueno fue que el país creció más de lo anticipado y el nearshoring avanza colocando a México en la lista de los países con más ventaja para invertir. Lo malo es que la inversión privada nacional no repunta y, lo feo es la debilidad del Estado de derecho y la inseguridad pública, que siendo factores transversales continúan como un lastre y amenaza para el crecimiento del país.
Ojalá que 2023 sea mejor en todos los aspectos. Lo mejor para ustedes, amables lectores, mucha salud y alegría. |
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