Francisco Cabral Bravo
Con solidaridad y respeto a Rocío Nahle García y Ricardo Ahued Bardahuil
No podría empezar esta columna sin comentarle lo que decía Adolfo Ruiz Cortinez, “La política es el arte de tragar sapos sin hacer gestos”.
Algo distinto en este sexenio que arranca, es que son por primera vez en la historia 13 gobernadoras las que actualmente llevan el liderazgo en igual número de entidades, mujeres gobernando estados de todo tipo, algunos altamente prósperos, otros con problemas de violencia grave, y otros más con alto rezago económico.
Sin importar, los partidos políticos que las llevaron al poder, todas tienen altos retos en cada uno de sus estados, y trabajo por delante para retenerlos en el futuro, pero lo más importante, hacer que sus gobernados tengan mejor calidad de vida.
En 2024 Norma Rocío Nahle García fue elegida como la primera gobernadora de Veracruz, y le toca relevar a Cuitláhuac García Jiménez.
La nueva gobernadora, verdadera política que seguramente conoce los diversos problemas del Estado, la respalda una enorme legitimidad, fortalece su propio proyecto político y de trabajo, asumiendo sin descanso la responsabilidad que le toca en esta nueva administración, lo anterior para cumplir con las promesas de campaña y, sobre todo trazar la ruta para los próximos años. Lo que indica que seguramente en el corto y mediano plazo se verán resultados positivos lo cual será notable. El poder femenino ha sido una rareza incómoda para quienes se ven a sí mismos como los legítimos herederos del poder.
Sin duda, el trabajo que realiza por la entidad en la gira de agradecimiento, la gobernadora electa Rocío Nahle García en compañía de Ricardo Ahued, en la que ha establecido acuerdos y acciones a emprender en la próxima administración, tocando temas como el de la seguridad, promoviendo el turismo y el campo y asegurando que no habrá nepotismo, trabajando con todos los alcaldes de todas las fuerzas políticas.
En lo personal me emocionó su visita a la Casa Sacerdotal de la Arquidiócesis de Xalapa, donde se reunió con el arzobispo Jorge Carlos Patrón Wong en compañía del próximo secretario de gobierno Ricardo Ahued Bardahuil en un desayuno de acercamiento y cordialidad.
El alcalde Ricardo Ahued Bardahuil, reiteró, mi título más importante que quiero preservar, es el de la honorabilidad y honestidad.
La lucha de las mujeres en defensa de sus derechos, los cambios en los sistemas productivos y las innovaciones tecnológicas han provocado que las competencias y habilidades se adquieran a través de la educación, campo en el cual los hombres deben competir con las mujeres en un mercado de "competencia perfecta", y en el cual los hombres estamos perdiendo la batalla.
Este tema lo trata de forma magistral el investigador Richard Reeves, del centro de pensamiento Brookings Institution de los Estados Unidos en su libro Ol Boys and Men: (Por qué el hombre moderno está luchando, por qué importa y qué hacer al respecto).
Dicho trabajo presenta datos que demuestran cómo los hombres en Estados Unidos, y otros países como son el Reino Unido, Canadá y Australia, entre otros, están rezagados en el rendimiento académico en casi todos los niveles, lo cual es demostrado por las tasas de graduación, rendimientos en pruebas estandarizadas y calificaciones por desempeño; en todas las cuales las niñas tienden a superar a los niños.
A lo largo de su libro, Reeves establece que este cambio va dejando a muchos hombres y niños en una posición de desventaja en varias áreas de la vida, con consecuencias negativas en su salud mental; a la vez que discute sobre la necesidad de implementar programas de apoyo que fomenten el interés y la participación de los niños en la educación, así como otros que ayuden a disminuir la situación de desesperanza que empiezan a observarse en los hombres.
Las consecuencias de este fenómeno en el funcionamiento de los hogares de matrimonios de sexo opuesto están siendo significativas en este país.
Pero todavía más, el informe de Pew Research indica que la proporción de mujeres que ganan tanto o más que sus parejas del sexo opuesto en Estados Unidos sea triplicado durante los últimos 50 años ascendiendo a alrededor de un tercio de los hogares (un 29%); además de que hay un 16% las mujeres actúan como únicas proveedoras económicas de los mismos.
En otro orden de ideas la administración de justicia es sin duda un problema en México.
Inicia en los ministerios públicos que para levantar un acta toman horas y exigen generalmente un pago, continúa por la investigación que realiza la policía y que no necesariamente aporta los datos suficientes para proceder contra algún delincuente, abusador o acosador. Se integra la carpeta de investigación con elementos que muchas veces no son útiles para definir hechos y responsabilidades. Las procuradurías, a cargo de las investigaciones, poco aportan al esclarecimiento de lo acontecido. Se desechan los mismos, se archivan o a veces, se turnan a un juez especializado, conforme el delito de que se trate.
El juez recibe el expediente. Él no investiga. Escucha a los abogados de las partes, sin tener la certeza de que sus dichos correspondan a la realidad y toma el camino de la ley para determinar lo que cree procedente.
Sin duda hay jueces honestos y otros que no, y pueden pedir ayuda para resolver la sentencia a alguna de las partes. Quién pierde se va a la segunda instancia donde ya son tres magistrados, los que deciden sobre el caso, si las procuradurías no aportan más pruebas, se analiza la información y se ratifica o se anula la decisión del juez, sigue la tercera instancia. Cuando llegan con juzgadores federales es más fácil que los hechos se puedan esclarecer y se procure la justicia.
Esto lo saben los abogados y todo el Poder Judicial.
Sin embargo, la reforma a la justicia solo pasa por Corte, tribunales y juzgados. A las procuradurías y ministerios públicos, ni los tocan, ni los cuestionan, pues son cómplices en diversos hechos. Se quejan procuradores de que ellos atrapan criminales y los jueces lo sueltan. Pero callan respecto a la insuficiente y sesgada investigación que realizan.
Como apunté en una columna previa Erasmo De Róterdam, humanista, defensor de la educación, la cultura y la civilización, dice que no puede democratizarse todo y que es necesario cuestionar con argumentos, no quedarse en zonas marginales de la inteligencia. Eso, ¿Se parece al humanismo mexicano?
Graham Green tituló así su libro sobre México, 1939. Hoy México es eso y más. El gobierno para variar no augura mejoría. Solo ver al Periquillo Sarmiento dirigiendo un indignante espectáculo, hace sentir el terror que sembró Robespierre en Francia 1789-1799.
Adiós a la seriedad. La pandilla de Don gato, feliz. Apuesta a hacer de nuevo, mandamás en la Suprema.
La Celestina, encargada de dialogar con los desencuentros. Calisto y Melibea recurren a ella y muchos otros y otras. Tras una muerte accidental, queda solo la desolación total de su dueño Pleberio.
Historia lejana. Idi Amin Dada. En 1978, Radio Uganda anunció, "Su excelencia, el presidente vitalicio Mariscal de campo Alhaji Dr. Idi Amin Dada, declaró la guerra a Tanzania. Perdió y huyó.
Fue muy popular por sus orígenes humildes, por hablar varias lenguas del país, y por descontento con el anterior gobernante. Fue recibido con entusiasmo.
El filósofo Javier Gomá, afirma: "Nadie puede atropellar la dignidad sin envilecerse, sin degradarse y sin degradar".
Las dos peores derrotas de un sistema político contemporáneo son el fracaso de su autoridad y el fracaso de su libertad. El triunfo de ambas no es sencillo sino complejo, porque tienden a excluirse con inversa reciprocidad. O mucha autoridad y poca libertad, como los asiáticos, o mucha libertad y poca autoridad como los latinos. Pero mucha autoridad con mucha libertad, como los europeos y los estadounidenses, es una aleación difícil que cuesta inteligencia, esfuerzo y voluntad. El peor de los mundos posibles es la libertad restringida y la autoridad derruida.
Frente a ello debemos ser realistas. El gobierno honesto funciona bien en las sociedades honestas.
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