Francisco Cabral Bravo
Con solidaridad y respeto a Cuitláhuac García Jiménez, Eric Cisneros, Ricardo Ahued Bardahuil y Rafael Hernández Villalpando.
Ni duda, nunca dejará de sorprenderme la capacidad de olvido que tenemos los seres humanos. Pará nosotros siempre todo es y todo suena. Y lo peor de todo es que olvidamos que todo ya pasó antes.
La capacidad contenida de desesperación, reivindicación y de violencia en los seres humanos es tan grande que nadie, o muy pocas personas, en el mundo dedicó tiempo para prever las consecuencias que traería consigo la era de la Comunicación en la que vivimos.
Al esperar que todo sea instantáneo, hemos hecho de la comunicación un sentido de frustración inmediata. Lástima que los teléfonos no sangran, porque el día en que la sangre se vuelva física en el Twitter, Instagram o Facebook, ese día seremos testigos de la reacción en cadena que hemos producido.
Todo pasa como sucedió antes, sólo que ahora los hechos vienen acompañados con una reacción en cadena que se produce de manera inmediata y ahora la gente es más consciente y activa de lo que fue en el pasado. Ahora, en esta época de los sentimientos y de la afinidad por la frustración y la reclamación, el sentimiento es inmediato y no hay vanguardia que la respalde. Estábamos tan aparentemente felices viviendo en la era de la comunicación que se nos olvido el hecho de que las personas estamos compuestas de alma y vísceras.
Y con ello olvidamos que cuando ya sea, la vida o la política laceran las vísceras y siempre huele mal. En la actualidad los tiempos han dejado de existir. Vivimos en una época en la que ya no madura nada y donde todo se ataca, se protesta, se destruye y se goza en el momento.
Las sociedades se han convertido en un gigantesco videojuego en red, en la que para ganar hay que cazar el orden establecido o el palacio prometido.
Pero al final del día ninguna de la comunidades de los bots o de los trolls funcionan para dar gracias ni para reconocer que hay alguien en este mundo que está bien. Nunca hicimos el cálculo de lo que significa que hoy el gobierno no esté basado en la reflexión y la oferta, sino en la emoción y la reacción.
Frente al mundo que conocimos, todo es un desafío al buen gusto.
Entre las cosas que se pueden hacer es importante saber que ha pesar de que hoy el eje central de nuestras vidas gire en torno a estos pequeños y terribles aparatos, sus días están contados. Y esto se debe a que la crisis medioambiental en la que vivimos trae consigo la necesidad de destruir las fuentes primarias, de lo que hoy nos dan el esquema energético de nuestras vidas en forma de baterías de litio.
Hasta que los teléfonos sangre.
Y es que, en lugar de utilizar estos aparatos para gritar, para destruir o para quemar, los deberíamos estar utilizando para empezar a construir.
En otro contexto de manera más clara los mandatarios que siguieron más de cerca la caída de la hora expresidente de Bolivia, Evo Morales, seguramente fueron los dos presidentes de
Venezuela y el de Nicaragua. El escape de película de Evo a México ¿será la hoja de ruta para, Nicolás Maduro y Daniel Ortega? ¿Será que el otro presidente de Venezuela, Juan Guaidó, pensó que México podría también jugar un papel en facilitar una transición menos violenta en Venezuela?.
El hecho es que los tres amigos tienen algo en común, el uso o abuso de la Constitución, los procesos democráticos y abuso de la fuerza, para mantenerse en el poder.
¿O será que Evo, Nicolás y Daniel no confían en qué las personas que lleguen al poder van a proteger a sus reformas, su legado, sus actos criminales y corrupción?.
Algo que es fundamental en una democracia, aún en las democracias fallidas latinoamericanas, es que eventualmente habrá un cambio de régimen.
Sucedió lo increíble, AMLO, siendo vecino de El irascible Donald Trump, rescató a Evo Morales. ¿Podría ser esto una señal del salvavidas que podría lanzar México a Daniel Ortega y Nicolás Maduro?.
Está situación abona bien para Maduro y Ortega cuando tengan que salir de sus países porque simple y llanamente no podrán controlar las protestas y porque probablemente perdieron el apoyo de la población y sus aliados políticos.
No debemos criticar el hecho de que México le está dando asilo a Evo Morales, al contrario, al sacarlo del país probablemente le salvó la vida, pero debería permitir una transición democrática y constitucional en Bolivia.
Pero no sólo tiene tintes políticos la decisión de permitir la llegada de Evo a México. Pues México acaba de cometer un gran error histórico de apoyar aquellos que estarán en el lado incorrecto de la historia.
Evo Morales no es Salvador Allende.
Evo es un personaje chiquito que salió huyendo de su país porque se robo las elecciones y la gente enfureció y tomó las calles. Morales perdió el control de la situación porque violó la Constitución, al buscar un cuarto período presidencial consecutivo.
Su caída fue posible porque el país se había foto.
Morales utilizó los recursos de la democracia para minar la democracia.
Le fallo el cálculo y la sensibilidad política. Pará Bolivia, lo que debe seguir es la consumación de una verdadera democracia, en donde los mandatarios respeten la Constitución que rige a su país. Cuando el resentimiento alimenta la política, la pira está ardiendo.
En otro tema, ruego al lector me permita expresar que el Congreso de la Unión ha tenido capítulos bochornosos, pero la sección de toma de protesta de Rosario Piedra como titular de la CNDH, con el pianista Gustavo Madero arrojado al suelo, pasará a la historia como el zafarrancho que muestra lo peor de la clase política, no importando de qué partido se trate.
Tras la gresca entre morenistas y panistas, confrontados por no haberse repetido la votación, Olga Sánchez Cordero, la secretaria de Gobernación, aclaró que lo ocurrido queda en el terreno del debate legislativo y que lo mejor será darle seguimiento al trabajo que desempeñará la hija de la activista social. “Lo importante será evaluar si próxima gestión al frente de la CNDH”.
PRD y PAN amargan con impugnar la elección. Esto no se acaba y podría ponerse peor.
¿Quién frena la discusión?. Una vergüenza.
En un período en donde los simbolismos parecen importar muchísimo. Las formas el fondo. Terrible. Con qué facilidad se golpean las instituciones. Qué gratuito.
Si la política es el instrumento para reformar la ley o evitar la guerra, nada menos que eso podía esperarse del Senado en la elección en la CNDH.
Algo anda mal, pero muy mal, en los excesos y soberbia política que permiten la protesta de la defensora de las víctimas de violaciones a derechos humanos en medio de escenas de violencia y acusaciones de fraude entre partidos y legisladores.
El costo de violentar el proceso legislativo es debilitar las instituciones que permiten a la democracia resistir amenazas y tentaciones autoritarias, no al revés. La envenenan y terminan por recortar libertades a la ciudadanía.
La designación es la más controvertida en 30 años de la CNDH, por su cercanía con el Ejecutivo y con Morena.
En su caso, la nueva titular tendrá que arrancar una nueva gestión con el desconocimiento de la segunda fuerza política y el riesgo de que el nombramiento se judicialice en tribunales locales e internacionales por acusaciones de fraude.
La antítesis para el nacimiento de una institución que necesita fortaleza institucional y política para investigar violaciones de derechos humanos de las autoridades.
El mensaje de falta de contención es fatal.
Su deterioro degrada la política y deja al Estado a merced de ciudadanías descontentas y convencidas de que el uso de canales institucionales de presión o para transformar las cosas no surten efecto más que a la fuerza.
Rosario Piedra Ibarra no es Rosario Ibarra de Piedra.
El orden de los apellidos sí altera el producto. |
|