Lo que resiste apoya
Francisco Cabral Bravo
Con solidaridad y respeto a Cuitláhuac García Jiménez, Eric Patrocinio Cisneros Burgos, Ricardo Ahued Bardahuil y Rafael Hernández Villalpando
Pensando después de ver permanentemente que el actuar de legisladores y políticos en general no responden al honor ni a las grandes virtudes que deben tener los hombres públicos, que responden a intereses mezquinos de corto plazo, sin visión de estado y con el único interés de lograr algo en el corto plazo, qué gran país sería el nuestro si los políticos pensaran y actuaran como los grandes hombres de la 1a, 2a y 3aT! Pues ahora, en la 4T, anteponen el interés particular o de grupos y partidos sobre el interés de la nación.
Parecieran que el honor, los valores y la ética son cosas del pasado.
Les voy a recordar una historia de ¡cuando el honor y la palabra eran más importantes que la vida misma!
Armando Fuentes Aguirre, Catón, en su libro La Otra Historia de México, nos ofrece una versión sobre el origen del fuero.
El acontecimiento se remonta las épocas de la Guerra de Reforma.
El general Severo del Castillo, jefe del Estado Mayor de Maximiliano, cae preso por los juaristas y es condenado a muerte, encargando su ejecución del Coronel Carlos Fuero.
El condenado le solicita a Fuero la presencia del padre Montes y de Licenciado José María Vázquez, para confesarse y dictar testamento.
El coronel le responde: No hay necesidad de mandarlos llamar. Usted irá personalmente a arreglar sus asuntos y yo me quedaré en su lugar hasta que usted regrese.
Don Severo del Castillo se quedó estupefacto. La muestra de confianza que le daba El joven Coronel era extraordinaria.
Pero, ¿qué garantía tienes de que regresaré para enfrentarme al pelotón de fusilamiento? Preguntó Don Severo.
- Su palabra de honor, mi General - contestó Fuero.
-Ya la tienes - repuso del Castillo.
La historia relatada por Fuentes Aguirre, Catón da cuenta de un final ejemplar: el General Del Castillo cumplió su palabra: regreso en el plazo acordado para ser fusilado.
El presidente Benito Juárez, al enterarse del suceso, decidió premiar la honorabilidad de los personajes mediante el indulto al general del castillo y la suspensión de todo procedimiento contra el coronel Fuero.
Qué gran país seríamos si el ejemplo de Fuero y Del Castillo cundiera sobre Nuestros hombres públicos, y la visión de Estado y de valores fuera como la del Benemérito de las Américas, que entendió la grandeza aún entre sus enemigos.
En otro contexto una de las reacciones que más ha llamado mi atención desde hace tiempo son las cifras de miles de víctimas por homicidio doloso, decenas de miles huyendo de sus terruños por las extorsiones, maltrato reiterado a las mujeres, robos a granel, actos de corrupción en todos los órdenes de gobierno y amparados por todos los signos partidarios. La madeja es tal que el ánimo se quiebra. El estado de derecho no funciona pero la expresión nos dice todo y nada a la vez. La capacidad para imponer el orden, es nula o casi nula.
Ya estamos acostumbrados a que nada ocurra después de un ilícito.
Se llama impunidad y no se ahoga.
Ella es causa y no mera consecuencia.
Donde hay impunidad habrá corrupción, extorsión y violencia.
Los porqués de la incapacidad de los sistemas de Justicia locales son muy evidentes.
El Sistema de Justicia Penal Acusatorio ya rinde mejores resultados que el sistema inquisitivo. El promedio nacional de eficiencia se duplicó. Ya hay varias lecciones o historias de éxito, pero el panorama general sigue siendo desolador.
El predominio en el enfoque de seguridad pública provoca un descuido en la procuración de justicia.
No basta más presupuesto para obtener confianza ciudadana.
No basta más MP para lograr efectividad.
Sólo si se atienden todas las variables la entidad mejora.
Sólo enfrentando todo a la vez se quiebra el círculo vicioso.
No se denuncia por desconfianza, un investigador poco preparado, una investigación insostenible, defrauda a la ciudadanía y pone el jugador contra la pared. Impredecible mejorar las condiciones de trabajo de investigadores y juzgadores para que estos puedan realmente hacer una carrera en las fiscalías, en los judiciales.
La justicia no debe ser una mercancía política.
Al hartazgo e impotencia sigue la justicia por propia mano.
La CNDH reportó para el 2018 un incremento del 190% de los linchamientos.
La barbarie ya vive entre nosotros. Más claro imposible.
Arrinconar y desechar la impunidad sería la mejor inversión para México.
No podemos negar que la sátira política Busca la verdad por medio de la ridiculización y la exageración.
El chiste se convierte en un pretexto para develar una verdad oculta. La sátira descubre la hipocresía, la ambición, la mentira, la estupidez, los errores y la ignorancia de los políticos y poderosos de una forma que la discusión seria y el análisis académico no pueden hacerlo.
La sátira llega a más gente, hacer transparente lo complejo y lo desenreda. La verdad oculta detrás de la oscura retórica política.
El humor político nos aborda con una mejor disposición, desata nuestras defensas, nos libera de la lógica antagónica del debate y a vernos ante el mundo, desnudos, abrazando nuestras contradicciones y prejuicios.
Pareciera que la política y la sátira nacieron juntas.
La sátira es importante porque, idealmente, busca cambiar las mentes de las personas revelando con el humor una verdad que no es evidente.
La importancia fundamental de la sátira se encierra en el hecho de que es un termómetro del Estado de la libertad de expresión.
Una sociedad en la que, por cualquier medio o pretexto, se impide la sátira política, no puede considerarse una sociedad libre.
Cuando el propio político se convierte en un personaje de parodia el chiste como instrumento del debate democrático nace muerto, y las posibilidades que tiene la parodia política para filtrar la verdad, descartarla y presentarla a los ciudadanos atravesando un ambiente de confusión mediática, se cancela.
Necesitamos una parodia política que desmenuza lo complejo, que tenga valor y que sea arriesgada.
En otro contexto conforme se conocen más detalles, sigue el análisis del Paquete Económico 2020.
Sigo pensando, que, en general, el presidente ha enviado un presupuesto razonablemente realista y ortodoxo que cumple con su promesa de mantener la disciplina fiscal.
Finanzas públicas sanas, racionalidad en el gasto, austeridad en la administración pública, inflación acorde con los parámetros fijados por el Banco de México. El presupuesto aumenta sólo 1.2% en términos reales. El gasto extra vendrá de los "ahorros" provenientes de las medidas de austeridad republicana y de la disposición de recursos provenientes de la disminución de la evasión fiscal.
No obstante, sí hay algunos detalles que generan polémica. Uno de ellos tiene que ver con el objetivo de producción petrolera para 2020.
Pemex incremento su presupuesto en 4.7% y Energía, en 73%.
La interrogante es cómo detonar el crecimiento.
A López Obrador le asiste la razón en que al Estado le toca entre otras cosas, promover el desarrollo y fomentar la distribución del ingreso. Pero esto se consigue con inversión y con impuestos. Y nada de esto hay en el Paquete Económico salgo la intención de elevar la recaudación sin elevar los impuestos.
En este contexto, lo que más me preocupa es el subejercicio del primer semestre de 2019 por 197 mil millones y la disminución en el gasto de inversión estimado en el presupuesto de Egresos de 2020.
Si se piensa crecer al 2% como lo dicen las previsiones de Hacienda para los 2020, la apuesta de crecer al 2% recaerá en los empresarios, quienes han prometido invertir 32 mil millones de dólares. La apuesta es arriesgada.
La inversión privada en México disminuyó 7.4% en el primer semestre y hasta el momento no se ven condiciones para el optimismo.
En síntesis el gobierno se basa en dos supuestos fundamentales, el crecimiento de la recaudación no petrolera en 3.7% y aumentar el volumen producido de petróleo a 1.95 barriles por día, ambas metas ambiciosas y con riesgos.
Hay más riesgo si nos alcanza la meta de mayor producción de petróleo y gas, el precio internacional baja, la falta de firma del T-MEC.
Los mercados están preocupados de que no se alcance el déficit primario planteado, pues la producción petrolera, aún cuando AMLO ya aceptó la participación de privados no es fácil de alcanzar.
Por otro lado lograr recaudar un 3.7% más con las medidas propuestas, pues implica un gran esfuerzo, en un momento en el cual no crece la economía.
Las calificadoras por su parte siguen viendo un riesgo en la inversión en Pemex, cuya deuda ya fue degradada, y que puede contaminar la calificación de la deuda soberana mexicana.
La cantidad a transferir a Pemex es importante, 46 billones de pesos, pero las calificadoras no esperan que esta inversión sea suficiente para recuperar grado de inversión.
No se corrige el rumbo, se establecen metas ambiciosas y poco realizables, que de lograrse tampoco resuelven crecimiento ni empleo.
La perspectiva del presidente es hacer valer objetivos sociales y políticos con una fuerte carga moral, que por necesidad genera tensiones en la racionalidad del lucrofria, carente de ética que mueve la economía.
Y recuerde lo que se atribuye a Don Jesús Reyes Heroles, quizás el más lúcido ideólogo del PRI, la frase "Lo que resiste, apoya". |
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