Y no tan solo en lo político, sino en lo referente a la economía familiar, allí donde día a día las amas de casa tienen que ingeniárselas para dar de comer a la parentela, también.
Ya el gobierno federal, sabedor que en estos días todo es algarabía y valemadrismo, emitió el comunicado donde anuncia el incremento de precio a productos como los cigarrillos y los refresco, pero también a las gasolinas y el diésel, lo que en automático incrementa los precios de los productos básicos, los de primer consumo, esos que deben estar en la mesa de millones de mexicanos.
Fue la Secretaría de Hacienda la que, por medio del Diario Oficial, emite el acuerdo donde a partir del día primero de enero el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) sufre un incremento mismo que se deberá pagar en dichos productos.
Lo anterior seguramente tendrá una gran repercusión en la mesa de millones de hogares mexicanos, ya que no será necesario que las autoridades hacendarías hagan otro anuncio para que los productos que integran la canasta básica sufran un incremento en sus precios.
No señores, esa alza de precio, en automático, la resentirán las amas de casa, ya que la excusa, muy válida, por cierto, será que toda mercancía se mueve con gasolina y diésel, luego entonces no hay que de otra que subirles el pesito o el tostón a los productos de consumo primario.
Allí es donde habrá de golpear a las clases más necesitadas, a los de a pie, a esos que no ganan millonadas ni se transportan en lujosos autos. A los mismos que a diario medio comen y medio se nutren.
Lo curioso es que este incremento a los cigarros y refresco, aparte del gravamen fiscal, se está manejando dizque para inhibir su consumo ya que son bastante dañinos para la salud de los mexicanos. Pero de cuando acá el gobierno realmente se preocupa y ocupa de ellos. Esa preocupación y ocupación sólo está en el discurso, en la imaginación del funcionario en turno.
Lo cierto, es que la cuesta de enero viene para quedarse por unos meses más, no se espante si esa pendiente nos dura más allá de mayo o junio, la situación económica viene muy cabrona. Claro, para unos cuantos, porque los que están en el poder a esos les vale madre, esos todo facturan, nada les cuesta. Total, el presupuesto da para eso y mucho más, hasta para el mayate alcanza, a ese sí hay que procurarlo, que atenderlo porque de lo contrario se va.
Provecho.
Feliz Año Nuevo.
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