No hacía falta que el hijo de Atanasio reconociera que fue el acarreo lo que impero en la marcha del resentimiento, perdón en la marcha del 27.
Eso se sabía desde antes.
Ese era un secreto a voces como también lo era el culto al ego del tabasqueño y no otra cosa.
Lo cierto es que las cosas no le salieron al dueño de “La Chingada”, no era lo que esperaba, la borregada no llego al número esperado aun con actos de intimidación.
Lo cierto es que lo del pasado domingo no fue otra cosa que un ramplón acarreo, pagado con recursos públicos y todo para ensalzar el ego del tabasqueño.
Millones de mexicanos están, ahora sí, convencidos que ni obligando a marchar a todos los favorecidos con los programas clientelares, el tabasqueño pudo ver cumplido su capricho. Los gobernadores de su partido no lo ayudaron, lo dejaron solo.
Esta vez el inventor del hijo de Atanasio no logró, con dicha marcha, ocultar la inseguridad tan galopante que aterra al país, por citarle un ejemplo.
Pero, de nueva cuenta, aquí en la aldea el hijo de Atanasio vuelve a parafrasear a su inventor.
Así, a lo vil, el hijo de Atanasio negó que su (mal) gobierno haya hecho uso del tesoro público para el acarreo.
Lo que sí consintió fue que, entre todos, entiéndase comediantes metidos a diputados locales, servidores públicos de medio pelo, titulares de despacho, jefes de departamento y subdirectores, entre otros, le entraron con su cuerno para poder saciar los caprichitos del tal López.
De igual forma el hijo de Atanasio se lució aceptando que entre todos sufragaron para el acarreo, para el llevadero de gente.
Al solterón no le quedaba de otra más que admitir tal situación ya que en las redes sociales el pariente de doña Olga Cordero, un tal Enrique Nachón, ese que dizque es titular de Desarrollo Económico y Portuario, fuera exhibido por una distinguida restaurantera la cual dio a conocer el costo de los “Boxlunch” y del que, el chamaco ese dijera que todo se pagó de su bolsa.
Usted le cree, nosotros tampoco.
No cabe duda que estos de la Cuarta Transformación viven en su mundo, en su burbuja, en esa ampolla donde no pasa nada, donde todo es seguridad, donde no hay pobres, donde la realidad es la que ellos inventan, la que llevan en su mentecita, no la que viven millones de mexicanos.
En estos cuatro años nada de trabajar en obra social seria, de beneficio para el colectivo ciudadano. No señores, puros caprichos del tabasqueño.
Millones de mexicanos desean saber dónde quedo aquello de que la gasolina tendría un costo de diez pesos por litro. Donde andan esas promeses de acabar con la inseguridad, de erradicar la corrupción y de que a la primera concentración de más de cien mil mexicanos se marcharía a su rancho.
Nada de eso. Fiel a su estilo y a su costumbre el dueño de La Chingada” solo dejo muestra de que la marcha en defensa del INE le dolió. Fue todo un arpón al hígado.
De igual forma acento que la marcha del día 13, le estremeció abismalmente y dio cuenta del enérgico mensaje de la población en contra de su gobierno.
Por eso la urgencia de organizar la marcha del acarreo, la marcha de la amenaza para la clase trabajadora y para todos aquellos beneficiarios de los programas sociales pagados con dinero público.
Y como dice el hijo de Atanasio, “el pueblo sabe organizarse, no tengo otros datos, pero cero pesos del presupuesto.
No cabe duda que el hijo de Atanasio no es otra cosa que un parche mal pegado.
Ya vamos en el cuarto año y el gobierno del señor López es un rotundo fracaso para los mexicanos.
Claro que sí.
Provecho. |
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