Estos personajes, uno recalcitrante priista y el otro un auténtico mercenario electoral, no representan otra cosa que la derrota.
Pepe, es institucional, rodeado de una retahíla de rémoras qué mucho perjuicio le ha ocasionado, no le dan números para levantarse con la victoria, al otro, al convenenciero, al choleño, al tal Héctor, ya no le cree nadie, es atravesado y oportunista, ése sólo ambiciona el poder para no vivir en el error, valiéndole madre el electorado.
La urgencia de un buen candidato la tienen todos los partidos políticos, pero el Revolucionario Institucional está en la lona, no se levanta con nada.
Al PRI se lo acabaron esos qué ahora se rasgan las vestiduras y buscan afanosamente a los sectores, a esa base tricolor qué por mucho tiempo abandonaron y sólo la utilizaron, cómo hoy en día, en las épocas electorales.
Ahora ya se quieren vestir de redentores, actualmente andan llorando como mujer, lo que no supieron defender como hombres, por lo que, en los meses venideros, se habrán de enfundar la vestimenta de la humildad, serán todo calidez y, cuales reinas de carnaval, repartirán abrazos y sonrisas.
Pura dulzura y promesas, pura tramoya.
Más de lo mismo.
Al choleño le habrá de brotar, por los poros, la amabilidad, la sonrisa la traerá a flor de piel. Pero eso sólo será por un tiempo, unos meses.
Ni Pepe ni Héctor representan una oposición fuerte, no son autocríticos, sus mensajes son los mismos, sus discursos suenan huecos.
Héctor, con una humildad fingida y sin propuestas, intenta vacilar de nuevo a los veracruzanos.
Pepe, un peroteño qué no levanta, hace la intentona por convencer al electorado recorriendo el estado sin ton ni son. Se reúne con todos y con cualquiera.
Ambos caminan con una estructura partidista fraguada, débil y olvidada. Lo que queda de ella.
Que acaso Pepe y Héctor será lo mejor que tiene el PRI, en Veracruz.
Triste realidad, pero al parecer así es.
En la entidad veracruzana el tricolor ya dejo de ser ese bastión electoral qué tanto presumía, su fuerza es ampliamente débil, famélica, en tierras veracruzanas de nueva cuenta la población le habrá de cobrar las facturas pendientes.
Claro que sí.
Pero a lo anterior debemos agregarle qué en las elecciones del año venidero, el Revolucionario Institucional no habrá de ir solo, las fuerzas no le dan para transitar en solitario, esta vez será comparsa en eso que llaman Frente Amplio Opositor y, aquí viene lo bueno, al tricolor le habrá de tocar sentarse, el PRI ya bailó en el Estado de México y en Coahuila, por lo tanto, nada de candidatura para el PRI, en Veracruz.
Pobre Pepe, de nuevo cuenta lo vacilaron, otra vez a morder el polvo, bueno sí es qué algún instituto político tiene las agallas de abanderarlo, eso es lo que le espera.
Y Héctor, esa anda en el valemadrismo total, él anda en lo suyo, en su especialidad, engullir el presupuesto, buscar acomodo a la parentela.
Provecho.
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