De manera formal las "corcholatas" presentaron su renuncia al cargo para estar en condiciones de buscar la candidatura de su partido a la presidencia de la República.
Todas salieron desbocadas, echándo las campanas al vuelo. Valiéndoles madre las disposiciones electorales y de paso ignorado al INE
Pero, en breve, también habrán de renunciarle al tabasqueño ocho colaboradores "de varios rangos", según palabras del inventor del hijo de Atanasio.
Las especulaciones no se hicieron esperar pero en el caso particular de Veracruz, todo apunta a que la zacatecana, titular de la SENER, Rocío Nahle habrá de dar las gracias al presidente valiéndole madre esa magna obra llamada refinería "Olmeca" la misma que representa la joya de la corona para la administración federal y la misma que ya debería estar llenado los millones de barriles de hidrocarburo, pero como siempre, fiel al estilo de la zacatecana, es pura arenga y valemadrismo.
La ingeniera química, oriunda de Río Grande, Zacatecas, tiene rato que trae en mente seguir perjudicando a los veracruzanos, pero esta vez desde una trinchera más alta, mostrando su anhelo por gobernar nuestro estado, una entidad que mucho le ha dado y que nada bueno ha recibido de la paisana de Ricardo Monreal.
La zacatecana presume estar entregada a la responsabilidad conferida por el tabasqueño, compromiso que ha cumplido a medias, con mediocridad ya que, en lo referente a Dos Bocas, no tan solo se ha duplicado en costo de dicha obra, sino que no se vislumbra a corto tiempo su puesta en operaciónes. Lo anterior sin mencionar las situaciones que se viven cuando el Dios Tlaloc, deja sentir su furia en esa región.
De igual forma esta obra se ha distinguido por la asignación de contratos a los amigos, a los compadres pero sobre todo a la parentela.
El pastel ha alcanzado para todos, pero más para el compadre, ese que es experto en esto de los negocios emanados del tesoro público, un personaje que sabe mucho de estos "tramites".
Nahle García tiene rato que ya se pasea por la entidad veracruzana con aires de gobernadora, con soberbia y altanería siempre con la complacencia y docilidad del hijo de Atanasio. El sequito que la acompaña es amplio, honeroso y prepotente.
Lo cierto, es que Sergio Gutierrez Luna, el otro chairo, anda muy movido, dispuesto al diálogo y al compromiso. Transita por los municipios veracruzanos a paso firme, con sencillez. Su equipo está conformado por gente seria, comprometida, discreta y bastante responsable, lo que le dejado buenos dividendos al minatiterco.
Todo lo anterior en palacio de gobierno los tiene nerviosos, tanto el hijo de Atanasio como el morenito de la cuenca andan con los nervios de punta, la neurosis los ha invadido.
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