Le suena este nombrecito, le atino, es uno de los nuevos millonarios que habitan en tierras veracruzanas.
Sus cercanos, con cierto resentimiento y al calor de las copas, resaltan la inmensa fortuna que ha acumulado en tan sólo cuatro años de la administración que mal encabeza el primo, sí, del hijo de Atanasio.
El subsecretario de Finanzas y Administración, no es otra cosa que uno de los tantos advenedizos que trajo la Cuarta Transformación a tierras veracruzanas. El poblano, por cierto, primo hermano del hijo de Atanasio, aunque lo nieguen, es quien lleva la voz cantante en eso de mover el tesoro público, de allí los encontronazos con el morenito de la cuenca, porque el titular de Finanzas el tal Lima Franco, no es otra cosa que una mera figura decorativa en el edificio sede.
Eso de la tan cacaraqueada austeridad únicamente se le puede calificar como una succionada más del tal Guerrero Pérez y su pandilla, porque dinero sí hay, pero no para todos. Únicamente unos cuantos son los privilegiados, unas cuantas dependencias tienen magna ancha y a las demás le sueltan el recurso a cuenta gotas, esa es su forma de presionar.
Sus incondicionales precisan que el poblano se ha dedicado a llenar las alforjas, resaltan que sus ambiciones, tanto políticas como financieras, no conocen límites, tan es así que ahora regentea un membrete llamado “Sumidos Todos”, perdón, error de dedo, “Unidos Todos”, con el cual anda del tingo al tango promocionándose y ensalzando su figura con miras electorales.
Por eso usted lo ve que, de manera seguida, anda acompañado por una retahíla de trabajadores del gobierno del estado los cuales son obligados a participar en sus eventos, bajo la amenaza de ser corridos si no se unen a la causa del poblano.
El primo hermano del hijo del hijo de Atanasio tiene rato que perdió el piso. El membrete que regentea, junto con el amplio poder que posee, lo ha enloquecido.
Lo curioso de todo ello es que la Contraloría General el Estado, allí donde despacha una ingeniera Bioquímica Administradora en Procesado de Alimentos, finge demencia volviéndose cómplice de las corruptelas del poblano. Y lo anterior es normal ya que la Maestra en Control de Calidad y Administración de la Producción en Japón, es experta en eso de los cacahuates nipones y de la elaboración de las manzanas con chamoy.
Y como la familia está de acuerdo, sus vástagos también se reparten el pastel ya que Nytzia Aracely y Eleazar Guerrero Barrera, son de los funcionarios estatales privilegiados, mismos que fueron ubicados en espacios claves y donde, a sus anchas, se le puede meter la mano al cajón.
La hija lleva todo lo referente a los programas sociales a personas vulnerables y compras del DIF Estatal y su hermano, Eleazar, es nada más y nada menos que director de Planificación de la Secretaría de Seguridad Pública, toda una de las alfajías que sostiene la Torre de Seguridad Publica, allí donde despacha el beodo de Ulises Rodríguez Landa, “El Rola”, para sus cuates de borracheras.
Con lo anterior ya se podrá usted imaginar de la vida que lleva el poblano, no así su concuño, Marino Esteban Moreno Díaz, un galeno al que al poblano pretendió hacer alcalde de Jilotepec, simplemente que no contaba con la astucia electoral del ahora alcalde, Balbino Castillo Murrieta, quien los dejó con un palmo en las narices, haciendo morder el polvo al tal Moreno Diaz, aun con la millonada de recursos en especie que anduvo regalando el tal Marino Esteban.
Provecho. |
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