No cabe duda que el solterón anda en lo suyo, él habita en su campanilla, en esa ampolla donde no pasa nada, donde todo es relax y pasatiempo.
Lo demás, es lo de menos.
Claro que sí.
Lo grave es para los veracruzanos, para los de a pie, para los más de siete millones de electores que viven con el Jesús en la boca, con esa pobre población que siente temor al salir de sus casas, la misma que transita en medio de una total incertidumbre al pensar que podría estar en el lugar y la hora menos indicada, ya que las balaceras están a orden del día, las cuales se han convertido en el común denominador y, por citarle un claro y sólo ejemplo, allí tenemos la capital del estado.
Ya no es sorpresa enterarse de eventos donde corren sangre y prevalecen los disparos.
Los sucesos delincuenciales ocurridos en la entidad veracruzana, y en los últimos días asentados con mucha mayor fuerza en la capital del estado, son una diáfana muestra del valemadrismo del regiomontano, de ese que hace las veces de responsable de otorgarle seguridad a los veracruzanos, un tal Hugo Gutiérrez Maldonado.
Y es normal y bastante comprensible su actuar, él nada más viene por sus excelentes mesada, llena las alforjas, se hincha de billetes y se larga, jamás y nunca lo volveremos a ver.
Cuando cree usted que habrá de retornar a Veracruz, le atinó, ¡nunca!
Y, si a lo anterior le agregamos la total y absoluta complacencia del hijo de Atanasio, la protección del dueño de “La Chingada y el presumir del parentesco con la primera dama de Palacio Nacional, ni para donde correr. Por eso actúa tan a la ligera, con un asombroso cinismo.
Reiteramos, tanto valemadrismo asombra.
Su actuar lastima y ofende.
Las luchas intestinas entre los grupos delincuenciales y ante la indiferencia del gobierno del estado, sitúan en un alto riesgo a la población, a los que andan a ras de piso con un riesgo mayúsculo de sufrir un ataque.
A casi cuatro del gobierno de la 4T, de ese que no traiciona, no miente ni roba, no se vislumbra voluntad para enfrentar la delincuencia con la ley en la mano. Al contrario, pareciera que existe complacencia.
Desafortunadamente, aún faltan poco más de dos años para que concluya la administración que mal encabeza el hijo de Atanasio,
Serán más de 24 meses los que continuaremos padeciendo los más de siete millones de veracruzanos esa admirable apatía, meses que subsistiremos bajo el yugo de uno de los peores gobiernos que hemos tenido los veracruzanos, los mismos que prácticamente se han convertido en enemigos de la sociedad.
Cuando será el día en que en tierras veracruzanas impere la certidumbre de seguridad y estado de derecho.
Es pregunta.
SERVICIO URBANO DE XALAPA.
La cooperativa de camioneros no descansa, no baja la guardia y continúa entregando buenos resultados a los usuarios.
La difícil situación económica por la que atraviesa no los ha doblado, al contrario, les vino a inyectar más compromiso, más responsabilidad y en consecuencia la prestación de un mejor servicio. Los socios unieron fuerzas y repicaron campanas, sacando el compromiso adelante.
Gracias a lo anterior la actual comitiva, que atinadamente encabeza, Oscar Ceballos Ramírez, en breve habrá de poner en circulación cuatro unidades más exclusivo para mujeres, cantidad que vendría a sumar la media docena de unidades de Mujer Segura.
Lo anterior no ha sido fácil, pero es parte del gran compromiso que tiene la cooperativa con el género femenino, encargo que seguramente lo llevan a cabo de manera responsable y gustosa.
Bien por tan destacada cooperativa, una gran fuente de trabajo que brinda certeza laboral y económica a más de 500 familias.
Felicidades.
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