Conocido por todos como un verdadero gandalla, el ahora diputado local por MORENA, no pierde el tiempo y ya se ha puesto a trabajar con la ambición de ver coronado su siguiente proyecto político electoral y que es la alcaldía de Veracruz.
Con una pésima reputación entre el electorado porteño el famoso “Huevo” no quita el dedo del renglón al encapricharse en ser primera autoridad en este paradisiaco puerto, solo que al ver que los morenos no lo quieren, que ya se dieron cuenta de lo mezquino que es, ahora busca endulzarle el oído el dueño de la franquicia petista en la entidad a un tal Vicente Aguilar, y buscar la candidatura por el Partido del Trabajo. Sí, el negocio que a nivel nacional regentea el Profe Anaya.
Lo anterior después de que, en la pasada visita del titular de Gobernación a la entidad, los enviados del secretario de despacho se dirigieron al hijo de Atanasio solicitándole el apoyo para movilizar las bases morenistas porteñas, siendo canalizados de inmediato con la diputada federal Rosa María Hernández Espejo, que es quien realmente se ha venido ocupando con las bases morenas. La representante popular federal es la que ha trabajado muy a fondo en dicha demarcación electoral entregando buenos resultados y obteniendo una votación nunca vista.
¿Y “El Huevo”? ese no es otra cosa que un verdadero advenedizo, un oportunista que lo mismo se vista de azul que de rojo, de amarillo, de verde o de guinda, como actualmente, muy hipócritamente, lo hace. Todo es según los intereses políticos del momento.
Sobra reseñar el negro historial que distingue a Fernandito, ese pasado escabroso que lleva sobre su enclenque espalda, toda la porquería que ha dejado a su paso por las distintas administraciones estatales.
Fernando es muy dado a imaginar lo que no tiene, de entrada, anda presumiendo poseer una muy amplia estructura ciudadana en todas las colonias del puerto de Veracruz, cuando en realidad Arteaga Aponte no tiene ni amigos, mucho menos simpatizantes, debido a que lo conocen, a que saben de su fuerte inclinación a la mentira, a la traición.
Los morenos ya saben quién es, ya no los volverá a sorprender, por lo tanto, la candidatura a la silla municipal del puerto de Veracruz, no la conseguirá por MORENA.
Todo lo contrario, sucede con la representante popular federal, ella sí cuenta con el apoyo absoluto de las bases morenas en el puerto, la pupila de San Lázaro goza de una excelente aceptación entre el electorado porteño, su alto sentido de responsabilidad y la sencillez que le caracteriza, además de los excelentes resultados que ha entregado, han sido componentes fundamentales en su caminar proselitista.
Por cierto, allí les va otra de Fernandito.
Cuentan que en las pasadas fiestas decembrinas una noble empresaria de pollos asados le financió, por no decir le dio fiado, doscientos animalitos mismos que muy decorosamente "El Huevo" entregó en varias colonias populares.
La promesa del entenado político de Eric Cisneros Burgos fue que a inicios de año se los liquidaría, pero es hora que no ha cubierto la deuda, al contrario, se sabe que en días pasados la pobre comerciante se apersono en las oficinas del representante popular a requerir su pago, recibiendo como respuesta una sarta de majaderías por parte del diputado local.
Quienes lo conocen aseguran que así fue.
Usted les cree, nosotros también.
Esta es la clase de políticos que abandera MORENA, estos son los entenados de Eric Cisneros, o al menos eso presumen los incondicionales de “El Huevo”. De ser cierto lo anterior, pobre de Cisneros Burgos, lo están dejando como lazo de marrano.
Allá él.
Quien está feliz es “El Carnal” Marcelo, al saber que tiene de su lado a un brillante comediante como lo es Fernandito.
Provecho.
MARTÍN ÁLVAREZ FONTÁN- SCT VERACRUZ.
En la próxima entrega le platicamos sobre este grisáceo personaje. Ese comediante metido a político y que actualmente hace las veces de titular del Centro SCT en la entidad.
Sí, el mismo que ante los señalamientos del empresariado constructor veracruzano adopta la postura del avestruz, oculta la cabeza, pero enseña todos los glúteos.
Por lo mientras, se dice, que entre la clase empresarial veracruzana se preguntan ¿acaso le está metiendo la mano al cajón?
Esa es una buena interrogante.
Provecho.
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