En el pecado llevó la penitencia.
Sin mayor liderazgo que el del tabasqueño y sin rumbo alguno, este negocio empieza naufragar.
La ambición del dueño de la Chingada fue uno de los motivos de tan grande ruina.
El haberle jugado al gracioso y dar paso de manera anticipada el tema de “Las Corcholatas”, es algo que lo tiene contra la pared.
Para nadie es desconocido que el asunto se la ha salido de las manos por lo que en estos momentos ya no tiene capacidad para controlar la situación, mucho menos a sus “corcholatas”.
Las fracturas hacia el interior del negocio que regentea no habrán de permitir, pero ni de broma, la reconciliación entre la Sheinbaum, Adán y Marcelo. Lo anterior sin contar con el zacatecano, el paisano de la Sra. Nahle, Ricardo Monreal, que también tiene lo suyo.
El señor López, en repetidas ocasiones ha intentado presumir fortaleza y lo único que ha conseguido es más descrédito, lo demeritado nadie se lo quita, ha caído en un sorprendente bache aun cuando los encuestadores ha modo, digan lo contrario.
Lo único que ha demostrado el dueño “La Chingada” es su debilidad, su anemia ciudadana.
La amenaza de no salir victorioso en el 2024, es latente. Y lo sabe, por eso su desesperación y enojo.
Los cercanos al nacido en Macuspana precisan que su única esperanza es mantener firme los acuerdos con el crimen organizado, esa parte es la que lo vendría a salvar y a sacarlo del apuro, ya que el poder legislativo no está de su parte.
Su evidente conflicto camaral no le permitió ver coronados sus caprichos. Ni en la de senadores ni en San Lázaro lo complacen.
A millones de mexicanos no les queda duda que la oposición ciudadana que enfrenta es real es verdadera y un ejemplo bastante diáfano es la marcha del pasado 13 de noviembre, la cual dejo el claro que los mexicanos lo aborrecen, lo excretan.
Dos semanas después se quiso sacar la espina y le fue peor, sus matraqueros lo hicieron quedar en ridículo no fueron capaces de acarrear más de millón y medio de mexicanos y así hartar el egocentrismo del tabasqueño. Por más que lo nieguen el despilfarro de millones de pesos es real, es tesoro que ha salido de nuestros impuestos. Eso es indiscutible.
Lo grave del asunto es que el dinero cada día se le escasea más, el recurso no la va a alcanzar para continuar comprando voluntades hasta el 2024, situación que pone en grave riesgo a su “corcholata” y además trastoca gravemente a su negocio, entiéndase MORENA.
Sin lugar a dudas cada día que pasa, en automático, el señor López, solito, se condena al fracaso.
El haber abierto el proceso de sucesión con exagerada anticipación fue le inicio de debacle.
El señor López, el inventor del hijo de Atanasio está dislocado.
Claro que sí.
Pobre MORENA. |
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