El candidato presidencial de los morenos será “El Carnal”, Ebrard Casaubón y el coordinador de campaña, el zacatecano, el paisano de Rocío Nahle, Monreal Ávila.
Que el piso no esté parejo para todos, que las “preferencias” sean para la dama, que el paisano del López de palacio nacional y que quién sabe cuántas cosas más, no son otra cosa que parte del show, parte de entramado y meras corinas de humo, pero lo cierto es que el dueño de “La Chingada” ya tiene inclinada la balanza hacia “El Carnal”.
Con el paisano de Norma Rocío, entiéndase Ricardito, tampoco hay tal pleito, nada de diferencia mucho menos distanciamientos, no señores lo único que existen son estrategias político electorales y no otra cosa.
O acaso usted le cree eso de que el zacatecano, el paisano de la funcionaria federal, se va a ir de MORENA, por supuesto que no, nunca, todo fue, o está siendo, parte del plan.
El López de palacio nacional no es tonto, lo podrán señalar de todo menos de que es bobo, al contrario, es toda una chucha cuerera en cuestiones de política.
Eso de que, en días pasados, Ricardo Monreal haya considerado permanecer en MORENA es una señal clara de que no habrá, ni existe, tal rompimiento, como también le asiste toda la razón cuando precisa que no tan solo tiene propuesta, sino que también, como dice, es poseedor de una vasta experiencia política acumulada, lo anterior sin dejar de lado que igualmente es dueño de ecuanimidad “y tengo ponderación de conducir al país hacia estadios de desarrollo económico, político, social y cultural mejores que los que ahora tenemos”.
Bien vale la pena resaltar que la amistad entre López de Palacio Nacional y el zacatecano data de 25 años atrás, en los meros tiempos en que el paisano de Rocío Nahle era un priista recalcitrante. A finales de la década de los noventa el oriundo del municipio de Plateros, aspira a gobernar su estado natal, anhelo que le es negado en las filas priistas, coyuntura que es bastante bien aprovechada por Andrés López, y así correrle la invitación a pasar a forma parte de las filas perredistas, donde la brindan la oportunidad de ser candidato a gobernador obteniendo un triunfo arrollador, levantándose con la victoria.
Algo que ni Claudia ni al oriundo Paraíso Tabasco, poseen.
De igual forma Marcelo Ebrard es bien visto por el electorado mexicano, la apreciación que tienen de él es que es un político bastante bien preparado, lo ubican como el más capaz para liderar al país.
El haber creado ya una estructura nacional en los 300 distritos electorales, con titulares responsables para promover su candidatura, es una señal más que diáfana de que él será el abanderado de los morenos. Ese es un signo relevante que define, en parte, el rumbo que habrá de tomar la candidatura presidencial de MORENA en el 2024.
Y decimos que es una señal muy clara porque “El Carnal” no habrá de tener necesidad de depender completamente de las estructuras electorales de MORENA en los estados, así, de tajo, ya tiene su propia red, nada de jalarse el pellejo con las estatales. En pocas palabras habrá de ser independiente, molestando lo menos posible a los chairos donde son poder.
Su caminar más extenso por todo el territorio mexicano dio comienzo junto con el año que estamos viviendo. Durante los meses por venir su acercamiento con la población habrá de ser más constante y a ras de suelo, algo muy parecido a lo que hizo el oriundo de Macuspana en su férrea lucha por alcanzar la presidencia de la república mexicana.
De igual forma en breve habrá boda. No tardando se ventila el tema matrimonial.
Lo cierto es que el López de Palacio Nacional ha dejado de ver el futuro de México teniendo al frente a la Sheinbaum.
No los pierda de vista, Marcelo candidato y Ricardo coordinador de campaña.
Provecho.
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