La comparecencia del día de ayer, en la cámara de senadores la dibujo de cuerpo entero.
Si, así como es, egocéntrica, altanera, intolerante y atravesada.
De entrada quiso presumir su magna obra, la refinería Olmeca, esa de la que tanto se regodea y con la cual he pretendido exhibir al ex presidente Felipe Calderón, al señalar que en Kuwait se construye una desde el 2012 y cuyo costo inicial fue de 27 mil millones de dólares y a la fecha llevan invertidos más de 33 mil millones de dólares, lo que nos dice que en diez años se incrementaron siete mil millones de dólares, algo así como un 25 por ciento, y mire usted lo que sucedió aquí en nuestro México, aquí donde no pasa nada, en menos de cuatro años, de acuerdo a las actas dadas a conocer por el Consejo de Administración de Pemex, en ese elefante blanco llamado refinería Olmeca el costo ya supera los 16 mil millones de dólares, cifra que significa más del doble de lo presupuestado al inicio del proyecto. Lo que en números crudos se dobla la cantidad.
Curioso, verdad
Quizá por ello la panista, Xóchitl Gálvez, se le fue con todo a la zacatecana, la misma que ambiciona ser gobernadora de Veracruz, al afirmar que “aquí hay de dos ‘sopas’: o son ineptos o bandidos. Creo que, en este caso, son ambos, usted sabe que, al aumentar la cifra de inversión, la rentabilidad del proyecto se hace inviable”.
Nada más acertado que lo anterior.
Lo que si resaltó la paisana de Ricardo Monreal es que continúan los avances en arranques y pruebas, lo que ya no le entendimos es que si estaba hablando de la refinería o se refería a su alocada ambición por gobernar Veracruz. A esas giras sin motivo y a esos eventos inventados por sus matraqueros para hacerla lucir, para encajarla, a huevo, como veracruzana.
Por lo mientras en la mentecita de la zacatecana la construcción de dicha refinería ha representado un enorme reto para la paraestatal de Petróleos Mexicanos y para el Gobierno del tabasqueño, así como también, para ella y sus amanuenses, es ejemplo a nivel mundial.
Lo que no se sabe es para cuándo habrá de producir su primer barril de combustible.
Pero eso sí, la refinería, en medio de bombo y platillo, fue inaugurada el pasado día primero de Julio.
No cabe duda que la zacatecana vive feliz en su mundo de fantasía.
Por cierto, los senadores no desperdiciaron la oportunidad de recordarle su origen zacatecano, de allí la exaltación de la manejadora del hijo de Atanasio, y la protectora indiscutible del morenito de la cuenca.
Vaya gusto.
AYUNTAMIENTO DE XALAPA.
Gracias a la aplicación honesta y eficiente de los recursos, la comuna que encabeza Ricardo Ahued continúa con la modernización y la construcción de obras de calidad para elevar la calidad de vida de la gente.
Un ejemplo de lo anterior es la entrega de la pavimentación con concreto hidráulico y la rehabilitación del alcantarillado sanitario y red de agua potable en las calles Libertad y República, en la congregación Tronconal.
Esta vez se trata de una infraestructura de calidad de más de mil 327 metros cuadrados, de un trabajo responsable se está entregando en tiempo y forma y con los mejores materiales.
Con la edificación de estas obras sociales sin lugar a dudas que se mejora la accesibilidad en zonas donde antes era casi imposible desplazarse, por lo que el alcalde Ahued Bardahuil, agradeció a los integrantes del Cabildo y el Consejo de Desarrollo Municipal (CDM) por el respaldo para aprobar este tipo de obras en beneficio de la sociedad.
Sin mediar pretexto alguno el edil instruyó a que los alcances de estos trabajos se amplíen en 2023, con la introducción de postes e instalación de luminarias de gama alta, que permitirán brindar una adecuada iluminación y cumplir con el compromiso de que toda la obra pública que se realiza en Xalapa sea integral e incluya redes sanitarias, hidráulicas, señalética y pavimentación.
Bien por la comuna xalapeña ya que de esta forma se trabaja para lograr la igualdad social en todo el municipio con labores de imagen urbana, hermosamiento, modernización e infraestructura y, como siempre, fiel a su estilo y costumbre se lleva a cabo con transparencia, sin robar, haciendo rendir más los recursos para poder hacer más obra con los impuestos recaudados.
Bien.
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