Cada día brotan más las corruptelas que se están dando en la dependencia que regentea el tal Zenyazen Escoba García y su pandilla.
El inmueble ubicado en el kilómetro cuatro y medio es testigo fiel de las porquerías que allí se aderezan y de la cual un tal Moisés Pérez Domínguez, ese que hace las veces de Subsecretario de Desarrollo Educativo, es uno de los protagonistas.
Sus cercanos, esos que trabajan con total resentimiento al no tocarles ni cuando menos las boronas del pastel, bajo los efectos del alcohol, hablan pestes de él, maldicen hasta por los codos.
De entrada, precisan que a este gobierno de la llamada 4T no le importa, en lo más mínimo, el magisterio, a pesar de que el gobernador y el titular de la SEV son profesores.
La ingratitud que les caracteriza, tanto al hijo de Atanasio como al bailarín exótico, les hace olvidar que ambos gozan de las prebendas que otorga el cargo gracias al incondicional apoyo del gremio educativo, ellos han hecho posible que ese dúo haya dejado la miseria muy atrás, las escaseces y el hambre. Pero, fieles a su estilo y costumbre, ahora son malagradecido con los maestros.
De entrada, le han tomado el pelo a más de sesenta mil trabajadores de la educación veracruzanos.
Les prometieron que a más tardar el 15 de diciembre caerá la lana, recurso que no es otra cosa que la nivelación salarial del 1, 2 y 3 por ciento ofrecida por el gobierno federal meses atrás, promesa que, como siempre, no será cumplida.
Lo curioso es que los trabajadores de la educación, ya con su billete del aguinaldo y otras prestaciones en la bolsa, se van de vacaciones por lo que se antoja más que difícil quieran llevar a cabo movilizaciones reclamando el pago de dicha nivelación salarial y, por si fuera poco, aun cuando se movilicen tanto al hijo de Atanasio como al tal Zenyazen no les habrá de importar en lo más mínimo, pues ya no hay clases y, en consecuencia, no habrá afectación al alumnado.
Para de malas de los trabajadores de la educación la algarabía de las fiestas navideñas la tendrán encima, por lo que no habrá quien les preste atención, vaya, ni los padres de familia que en su momento se solidarizaron con la causa.
Curiosamente para lo que sí hay dinero, y de sobra, es para las giras de promoción del tal Zenyazen Roberto Escobar García, un comediante metido a político al que le urge posicionar su mala imagen y así poder figurar en las encuestas para candidato a gobernador.
Los que saben señalan que es el tal Moisés Pérez Domínguez, subsecretario de Desarrollo Educativo, el principal recaudador.
Los enterados subrayan que el maestro rural es quien se ha venido encargando de imponer las cuotas a las escuelas y universidades privadas, a las constructoras y prestadores de servicios, entre otros, para poder figurar en el padrón de proveedores de dicha dependencia.
Se sabe que las ganancias son exorbitantes, que cada mes la recaudación es generosa.
Muchos coinciden en que Pérez Domínguez, es otro de los nuevos millonetas del sexenio, unos más de los nuevos ricos gracias al valemadrismo y descaro del hijo de Atanasio.
De igual forma el tal Moisés, “El Mollejas” para sus malquerientes, es el encargado de llevar a cabo todo el tema electoral, es el operador estrella, de Zenyazen.
Pero, por lo que se percibe “El Mollejas”, no da una, ya que “Tarzancillo” no ha mostrado capacidad para llevar las riendas de tan importante dependencia.
Se dice que la pésima planeación y a las improductivas tarjetitas informativas elaboradas por el subsecretario no están dando el ancho.
En breve le detallamos de las aventuras donjuanescas y del elegante séquito de damas que tiene el maestro rural a su disposición.
Todas las doncellas, al portarse bien, gozan de canonjías jamás imaginadas.
Las ambiciones político - electorales del tal Zenyazen Roberto, están en las manos y la mentecita de Moisés, sujeto que puede provocar un fuerte sisma en dicha dependencia.
Por cierto, Espacios Educativos, donde, se sabe, regalan camionetas, también merece mención aparte.
Provecho.
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