Hasta cuándo.
Esa es la pregunta que se hacen millones de veracruzanos al ver la apatía de la actual administración estatal, y federal también, por frenar esta ola de violencia hacía las mujeres.
La violencia sigue siendo la constante en el gobierno que encabeza el hijo de Atanasio.
Sobra decir que en tierras veracruzanas a las autoridades este asunto les vale madre.
Ello no sufren, los titulares y otros funcionarios de medio pelo, transitan arropados por cuando menos una docena de guaruras, de esos prepotentes sujetos qué armados hasta los dientes, no hacen otra cosa que ofender a los veracruzanos, a quienes les pagan, a quienes les matan el hambre.
Ellos, los titulares, no tienen mayor problema, por eso la nula atención que le prestan a tan grave problema.
A todos ellos no les interesa en lo más mínimo, perdón en el discurso sí, la vulnerabilidad que padecen las mujeres.
Ellos, y los suyos, gozan de una extrema y muy bien equipada seguridad misma que es pagada, en su totalidad, con dinero del tesoro público, de sus carteras no sale nada. Camionetas, armas y equipo humano están a disposición de las familias de los servidores públicos. Todo sin que erogen un centavo.
El feminicidio se puede decir que ya es un crimen de estado, donde impera la impunidad, donde lo único que existe son las frases gastadas, bastante trilladas y hasta ofensivas que siempre emiten al respecto los responsables de ofrecer seguridad a la población.
Ese discurcito que ya a miles de veracruzanos nos tiene hasta la madre. La población ha llegado la hartazgo.
Sobra decir que esta violencia de género es algo que las autoridades han complacido hasta las cachas.
La tolerancia a sido extrema.
Por lo anterior resulta imperante que las instancias responsables empiecen a dar resultados positivos, con hechos, ya basta de discursos, de valemadrismo.
En lo que vale el año, en nuestra entidad, el número de mujeres asesinadas se ha disparado considerablemente, cifra que enciende los focos rojos y que merece ser atendida con responsabilidad, con extrema seriedad.
Nada de variar el delito, mucho menos caer en la apatía.
El feminicidio en Veracruz va en ascenso. Eso es innegable.
Por lo mientras en la entidad que (mal) gobierna el hijo de Atanasio no se percibe, en los hechos, una política pública adecuada que ayude a disminuir las cifras, por lo que el temor crece entre las mujeres veracruzanas, generado temor y zozobra al salir de sus hogares.
Basta.
RICARDO AHUED- AUDIENCIAS CUIDADANAS.
El trabajo que lleva a cabo la comuna xalapeña es cercano a la gente, con una política de puertas abiertas.
Estos espacios han hecho posible que, cada lunes, apoyos sociales y la gestión de distintas obras hidráulicas y de pavimentación sean de las solicitudes presentadas al alcalde.
En la Sala de Cabildo, acompañado por ediles, el presidente municipal recibe a ciudadanas y ciudadanos para escuchar y canalizar sus necesidades a las áreas respectivas siempre buscando brindarles una mejor calidad de vida.
Ahued Bardahuil atendió peticiones y dio trámite a gestiones de vecinas y vecinos de las colonias Moctezuma y Santa Bárbara.
De igual forma con el fin de refrendar el compromiso de esta administración municipal con el deporte, también ha recibido a representantes del clubes de futbol y de otras disciplinas.
Bien.
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