Como reguero de pólvora corrió la detención de fotógrafo oficial de la familia Yunes Márquez y, a la postre, Fiscal General del estado, en el mini gobierno de Miguel Ángel Yunes Linares.
La urgida detención se da en medio de un manoseo inigualable.
Durante casi tres años no pudieron dar con su paradero y ahora, precisamente, cuando está en pleno apogeo la caída de los chairos, cuando en palacio de gobierno ya se dieron cuenta que los números no les dan para levantarse con la victoria en el 2024, el pobre de Jorgito viene a pagar las consecuencias.
Ni modo el hilo se rompe por lo más delgado.
Como era de esperarse el vecino de El Estero, el ex mini gobernador veracruzano deja solo a Winckler Ortiz, para nada que habrá de intervenir, los tiempos electorales que se avecinan así lo requieren y por lo tanto más vale librar el pellejo y no correr la misma suerte que el oaxaqueño.
Reiteramos, la extraña cercanía del hijo de Atanasio hacia la alcaldesa de Veracruz, Patricia Lobeira de Yunes no es producto de la casualidad, no, recordemos que en política no existen las casualidades.
Lo que se busca es evitar que el ex director general del ISSSTE, y actual apoderado total del partido Acción Nacional en la entidad veracruzana, les haga sombra en la contienda electoral del 2024.
En palacio Nacional saben del peso electoral del choleño, están ciertos que el trabajo desarrollado por el hijo de Atanasio, ha sido pésimo, está plagado de corruptelas, con un sobresaliente nepotismo y lleno de servidores públicos que no funcionan pero que sí han llenado las alforjas al por mayor.
El tabasqueño aun cuando lo ambiciona ocultar, ya no soporta al hijo de Atanasio, las fotos oficiales así lo demuestran, pero no tiene otra salida que continuar ensalzándolo y esperar los tiempos para que se vaya.
Aun cuando la detención del ex fiscal es una pírrica victoria del hijo de Atanasio, el estado se encuentra de cabeza, donde las víctimas somos los más de siete millones de veracruzanos.
La detención de Winckler Ortiz deben de tomarla como ejemplo muchos de los actuales directores administrativos impuestos por el poblano Eleazar Guerreo Pérez, poderosísimo subsecretario de Finanzas.
Sí, todos esos incondicionales que hoy en día se sienten intocables, tejidos a mano y hechos de una sola pieza como los botines de Coscomatepec.
Todos esos sujetos que hasta hace una tercia de años viajaban en modestos carros, comían bolillos duros embadurnados con retazos de jamón y aderezados con chiles en vinagre, los mismos que ahora hasta cirugías estéticas se han hecho y residen en exclusivos fraccionamientos.
Lo curioso que ese pasado los atosiga, los persigue, ese jamás los habrá de abandonar.
Quizá estos personajes deban tomar en cuenta que, si en lo futuro no son los culpables, sí serán los responsables de que las cuentas cuadren, de que los números sean parejos en las dependencias donde ahora son todos unos protagonistas de horca y cuchillo o bien unas doncellas emergidas del barrio.
Cuidado.
Ojalá y no olviden que el poblano para nada que habrá de meter las manos por ellos o ellas.
Actualmente todo es con el poder de su firma.
Por cierto, en un resumido comunicado la Fiscalía General del Estado dio a conocer que elementos de la SEDENA, CNI y CONASE, de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, en colaboración con la Policía Ministerial de Veracruz, cumplimentaron en Puerto Escondido, Oaxaca, orden de aprehensión en contra de Jorge “N”.
Allá se precisa que dicha detención se dio por los presuntos delitos de desaparición forzada y privación ilegal de la libertad en su modalidad de secuestro, objetivo prioritario de la Mesa de Coordinación para la Construcción de la Paz.
Provecho. |
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