En días pasados la representante popular de MORENA, fiel a su estilo y a su costumbre, vino de paseo a la capital del estado, claro con gastos pagados, y sólo lo hizo para llamar la atención, buscando los reflectores y emitiendo declaraciones que única y exclusivamente la dibujan de cuerpo entero.
Le cuento.
En dicho desplazamiento de vagabundeo la parlamentaria critico la labor de la actual comuna xalapeña, aventó pestes argumentando que la poda de árboles se lleva a cabo en desorden, destacando que los arbustos “no son propiedad del gobierno municipal, son de la ciudadanía”.
Pero eso no es todo, la entenada política del tabasqueño se atrevió a precisar que “no es posible que mientras el presidente de México está sembrando árboles, en Xalapa se estén talando”.
Vaya descaro.
Los xalapeños no preguntamos con que calidad moral se atreve a cuestionar las labores de la actual comuna, cuando ella, en un total acto de irresponsabilidad dejó tirada la sindicatura en la administración que encabezó el nefasto Hipólito Rodríguez Herrero.
Que acaso ya tan pronto olvidó que, valiéndola madre todo, le dio preferencia a labores partidistas del negocio que regentea el nacido en Macuspana y, un 26 de noviembre de 2018, pidió licencia para incorporarse al aparato oficial.
Posteriormente, al siguiente año, de nueva cuenta traiciona la confianza depositada en las urnas y esta vez es nombrada responsable de la Comisión Nacional de Protección Social de Salud.
Pero eso no es todo Cisneros Lujan, también, mientras tenía la alta responsabilidad electoral, adquirida en las urnas, con cientos de miles de xalapeños, se fue a formar parte de la Comisión Nacional de Encuestas de su partido, MORENA, tiempo en que le toco sacar adelante la caprichosa llegada de Mario Delgado a la dirigencia nacional del negocio que regentea el señor López.
Pero veamos el nivel de cinismo de la parlamentaria federal.
En esa ocasión, por medio de sus redes sociales, Cisneros Lujan, pomposamente, dio a conocer
“Dejo por ahora la función pública para dedicarme de cuerpo y alma a esta honrosa encomienda. Agradezco con mucho entusiasmo y responsabilidad, al @ConsejoMorenaMXde la confianza depositada en nosotros”.
Por favor, eso es cinismo no fregaderas.
¿Y la sindicatura?
¿Y la confianza que le otorgaron miles de xalapeños?
Eso no tenía ni una pizca de importancia.
Cuando dejo tirada la sindicatura ni cuando menos tuvo la delicadeza de emitir un comunicado, se fue así, con toda la soberbia y el valemadrismo por delante, dejando en total orfandad a Rodríguez Herrero.
Como ya sabemos fue la LXV legislatura local, la que la avaló todos estos caprichos al aprobarle los permisos correspondientes.
Es una lástima que ahora, que retorna de nuevo a la capital del estado, con gastos pagados, sólo venga a criticar, a reprochar, sin aportar nada positivo, nada en favor de esos electores que en su momento confiaron en ella y les pagó con una gansada, con una insolencia.
Vaya que es ocurrente la morenista.
Ojalá venga de paseo más seguido.
Provecho. |
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