Tan mala la que corrieron como tan pésimo el que llega.
Como siempre, buscando una salida diplomática a la ex titular de Turismo en la administración del hijo de Atanasio, la enfermaron o se enfermó, como quiera usted llamarle, el caso es que la corrieron.
Le cuento.
Resulta que a las vacas sagradas del palacio de gobierno no les agradó, pero ni nadita, que la ahora ex funcionaria estatal se haya tomado una foto con la nuera del panista Miguel Ángel Yunes Linares, sí, con la alcaldesa del municipio de Veracruz, con Paty Lobeira.
Lo anterior fue lo que derramo el vaso, pues a la inexperta servidora pública ya la traían entre ojos, en la mira, solo estaban buscando un mínimo pretexto para correrla.
Y no es para menos, la pobre dama no dio el ancho, nada de buenos resultados, nada de cuando menos, promocionar la entidad.
Por espacio de tres años a Veracruz solo llegaba turismo de pambazo y garnachas, puro paseante que dormía en su auto o bien en la arena, allí cerca de las olas.
Porque eso de que a litorales veracruzanos llegarían lujosos cruceros fue puro rollo de la dama, eso de que estas potentes máquinas dejarían una derrama económica bastante considerable en tierras veracruzanas no fue otra cosa que una autentica succionada.
Por eso la corrieron.
Lo anterior sin mencionar eso de las playas de Poza Rica.
Por favor.
Y el que llega un tal Iván Martínez Olvera, no es otra cosa que una designación al vapor, una decisión tomada en las rodillas, al calor de la emoción hormonal.
De entrada, es tanto el cinismo, o valemadrismo, que, hasta el propio hijo de Atanasio, así sin mayor empacho y en público, reconoció que el nuevo titular de la Secretaría de Turismo y Cultura, Iván Martínez Olvera, es hermano de la Jefa del Programa de Gobierno, Waltraud Martínez Olvera.
Eso es frescura no chingaderas.
Estos sí son diferentes.
Al hermano de la poderosa funcionaria publica le esperan unos meses tempestuosos.
Lo que se le avecina no está fácil, ya que habrá de cargar sobre su espinazo al tradicional Carnaval de Veracruz, esa fiesta que por varios días llama la atención de propios y extraños, de gente de todas las latitudes.
También deberá quebrarse la cabeza para darle cuadratura al círculo y sacar adelante el Festival de la Salsa, transcendental evento que se habrá de realizar en el vecino municipio de Boca del Rio.
Otro de los espectáculos que le habrá de espantar el sueño será el Costa Esmeralda Fest, así como también el Festival Olmeca. Ambos eventos que requieren de verdaderos conocedores del tema, de gente experimentada y docta en estos menesteres. Aquí no caben las improvisaciones, los ensayos.
Lo cierto es que nuestra entidad veracruzana en cuestiones de turismo está en ceros, nada de promocionarla, nada de darla a conocer.
El sector está abandonado, la llamada industria sin chimeneas, aquí en Veracruz es una utopía, miles de prestadores de servicios turísticos tuvieron que emigran abandonar el estado y hasta el país con tal de sobrevivir en estos tiempos de pandemia.
En la entidad este sector retrocedió considerablemente y el hijo de Atanasio, ni cuando menos, volteo a verlo.
Le valieron madre las familias que viven del turismo, de los paseantes.
Lo anterior aunado a la galopante inseguridad que azota a Veracruz, dio paso a que el estado fuera el menos visitado, teniendo dicho sector el peor desplome en varias décadas.
El impacto tan negativo que tiene Veracruz en cuestiones de turismo la administración estatal no ha sido capaz de dimensionarlo, ha prestado oídos sordos al tema.
Los empresarios están viendo cómo salir adelante, se encuentran diseñando estrategias para preservar las fuentes de empleo y trabajando en equipo para poder sobrevivir.
Claro todo lo anterior sin ayuda oficial.
El hermano de Waltraud, se sacó la rifa del tigre.
Nada más lo empinaron. |
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