Apenas el año pasado, nueve periodistas fueron asesinados en nuestro país.
Las cifras son alarmantes por lo que ya organismos internacionales han calificado a México, como el país más peligroso para ejercer el periodismo.
Muchos coinciden en que tierras mexicanas son de las pocas donde los niveles de terror mortal contra la prensa no se han transformado.
La constante sigue siendo la violencia.
Apenas hace unos días en la ciudad de Veracruz en conocido fraccionamiento fue lesionado el periodista José Luis Gamboa, quien posteriormente falleció en un hospital debido a las heridas recibidas.
El pasado domingo por la noche la periodista Lourdes Maldonado López fue asesinada de un balazo cuando salía de su casa en Santa Fe, en la fronteriza ciudad de Tijuana.
Casi una semana antes, escasos seis días, también allí en Tijuana, sobrevino el asesinato del fotoperiodista Margarito Martínez Esquivel.
Reiteramos, apenas en el comienzo del presente año tres periodistas han sido ejecutados.
Desafortunadamente en nuestro país los periodistas son víctimas de los riesgos de su oficio, ya que cada vez sufren más ataques cuando investigan o informan sobre temas delicados.
Actualmente ha dejado de ser sorpresa que el periodista sea amenazado, torturado, acosado, secuestrado, encarcelado y hasta procesado judicialmente todo por exponer la corrupción, por informar sobre protestas y por hablar con la verdad respecto al actuar del poder.
Lamentablemente muchos son desaparecidos o asesinados.
En los últimos años la represión hacia la prensa se ha intensificado de manera considerable, a grado tal que ya hasta el hacer una cobertura de protestas sociales o políticas es bastante riesgoso. Ya ni se diga el investigar casos de corrupción, malversación del erario público o sobre el crimen organizado.
Lo más sorprendente es el valemadrismo que muestran las autoridades responsables de investigar de manera diligente y exhaustiva los crímenes contra periodistas y sancionar a los culpables.
Lo cierto es que la impunidad imperante alimenta un ciclo recurrente de violencia y los perpetradores de estas atrocidades rara vez rinden cuentas.
Por lo mientras, hoy martes, periodistas, organizaciones y sociedad civil, habrán de llevar a cabo una movilización nacional #Periodismoenriesgo.
A la protesta ya se han sumado cerca de 30 entidades federativas, espacios donde se exigirá justicia de manera simultánea por todos los comunicadores asesinados en el país.
En la entidad las reuniones ya están programadas en la ciudad y puerto de Veracruz, en Orizaba, Córdoba y Xalapa.
En redes sociales se podrá disponer de los hashtags #Nisilencioniolvido, #NoSeMataLaVerdad y #periodismoenriesgo
Es más que lamentable que nuestro país se ubique, a nivel mundial, entre los tres más letales para ejercer el periodismo.
La violencia, en México, sigue azotando a los periodistas.
NO SE VALE – DANTE DELGADO.
El alvaradeño, el dueño de eso que llaman Movimiento Ciudadano anda desesperado. Pero esta vez no actúa solo, sino que hace mancuerna con los panistas.
Le cuento.
En días pasados embarcaron a varios compañeros al soltar la versión de que a Yolli (N), la ex comisionada del IVAI, se le estaba negando la atención médica especializada por una enfermedad coronaria.
No, no hubo nada de eso.
Platicamos con personal médico de hospital civil Dr. Luis F. Nachón y la ex funcionaria estatal únicamente sufrió un ataque de ansiedad, derivando de lo anterior padeció una ligera taquicardia, y hasta allí.
Nada de lo que dejaron correr eso de que en tan noble nosocomio le hayan negado atención médica, así como también en instituciones privadas, lo cierto es que a Yolli “N” ya de paso le ordenaron estudios clínicos en un laboratorio particular.
El asunto es que el alvaradeño y sus aliados únicamente buscan hacer alboroto de lo que sea y con lo que sea, el chiste es llamar la atención, hacerse notar.
Vaya desesperación la que exhibe Dante Delgado y los panistas, los cuales ven como poco a poco se ahueca el asunto de su comisión por los supuestos abusos cometidos en la entidad veracruzana contra quienes han llamado presos políticos.
El ex gobernador veracruzano es tan atravesado que es capaz aferrarse hasta de un clavo ardiendo con tal de levantar polvo.
Por favor.
Usted ya lo conoce. |
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