La danza de los camaleones.
Pareciera que la mesa esta puesta para que, por fin, el hijo de Atanasio, se decida encarcelar al choleño.
Reza la máxima popular que a las víboras no se les provoca, sin embrago, el hijo de Atanasio, bisoño, como es, hasta ahora no ha hecho otra cosa que perturbar a su antecesor.
Los que le conocen señalan que Miguel Ángel no sólo salió con muchos más bienes de los que inicio el bienio, sino que, además, dejó una estela de abusos y atropellos, por los cuales debe ser llamado a cuentas ante la justicia local y federal.
Sobra resaltar que su gobierno estuvo caracterizado por perseguir única y exclusivamente a sus enemigos y todo aquel alcalde o servidor público diferente partido al que ahora regentea, sin molestar, para nada, a los principales duartistas como Vicente Benítez, Juan Manuel Del Castillo y Ricardo García, entre otros destacados personajes.
Quién no recuerda que en Educación puso a un personaje que se inició con él como chofer. Enrique Pérez no tuvo más mérito que, en 2001 estando a cargo de la dirección de Prevención y Readaptación Social de la Secretaría de Gobernación, curiosamente, ocurriera la fuga Joaquín Guzmán Loera, lo cual, desde luego, no fue cualquier cosa, pero ellos lo convirtieron en peccata munita.
Quizá bien valga la pena recordar que durante una administración panista ocurrió tan sonada fuga, por eso ahora sorprende que los del blanquiazul hagan tanto escándalo porque el dueño de “La Chingada” dejó escapar a Ovidio, si Acción Nacional permitió la evasión dos veces al padre.
De igual forma durante su mini gobierno Yunes Linares incorporó a su gabinete a verdaderas “fichitas” mismas que ya habían dado amplias muestras de su amor por el patrimonio público cuando lo acompañaron en el ISSSTE.
Un claro ejemplo de lo anterior es un tal Miguel Ángel García Ramírez y compañía, prototipo del cual sólo bastaría echar un vistazo del patrimonio con el que entró y con que salió una vez concluida su estancia en la dirección administrativa de la secretaría de salud, escenario que se dice, bien podría dar motivo a pasarse un buen tiempo en la sombra.
También el choleño incorporó a Francisco Montfort Guillén, personaje sin escrúpulos que traicionó a varios actores políticos que en su momento le mataron el hambre y del cual se cuentan historias sobresalientes como aquella protagonizada en la administración de Patricio Chirinos, ya que, se dice, estando al frente de la revista “Confluencias”, maquinó un atraco al vehículo que transportaba una de las tantas ediciones, contexto que analizando bien nadie se roba 50 mil revistas, por lo que sus malquerientes lo calificaron como un auto robo y todo con la finalidad de para dobletear factura.
Chulada.
Otra de sus calaveradas que de manera muy seguida se cuenta es aquella cuando Carolina Hernández Viveros, siendo Consejera Presidente del entonces Instituto Electoral Veracruzano, hoy OPLE, lo exhibió ante Fidel Herrera por desaparecer 20 millones de pesos. El de Nopaltepec, al verlo llorar como una autentica Magdalena, no lo consignó, sólo lo corrió. Eso es un secreto a voces y también se cuenta que dicha cantidad le permitió enviar a uno de sus hijos al vecino país del norte, después de que lo sorprendieron dándole batazos a un coche de Alejandro Montano. Después se decía perseguido por el alemanismo.
Lo único que hizo notable a Paquito Montfort, fueron aquellos trajes color rosa o amarillo claro. Muy acordes con su personalidad.
Hoy sigue trabando para MAYL, intoxicando las redes con lo que favorezca a su patrón y a la derecha blanquiazul.
Entre la clase política veracruzana se menciona que ninguno de los entonces cercanos colaboradores de Miguel Ángel Yunes Linares, sale limpio en una auditoría. Menos el mismo Miguel Ángel, quien, al margen del derecho y la ley, se dedicó a perseguir y, según él, recuperar bienes en favor de los veracruzanos.
Por lo que se aprecia los Yunes del Estero están engallados por su triunfo en el puerto y en su partido, lo que les permite ir a la ofensiva, a la embestida, desestabilizando al estado que mal gobierna el hijo de Atanasio, y después asaltar el poder.
Estos personajes hasta en sus estertores hacen daño.
Solo resta recordar que, aunque ahora estos tres nieguen la cruz de su parroquia, Fidel Herrera, Dante Delgado y Miguel Ángel Yunes Linares, se formaron con Hernández Ochoa y Echeverría.
Pero bueno, si a Jesucristo lo negaron, porque estos simples mortales, no habrían de negar a su inventor y gran benefactor.
Provecho.
|
|