En la entidad veracruzana prácticamente el camino al 2024 esta dibujado.
Son varios los actores políticos que ya han mostrado su ambición por suceder en el cargo al hijo de Atanasio. Cualquiera de los chairos que resulte elegido sabe que la lleva fácil, está cierto que ante tanta dejadez y excesivos tropiezos no será difícil superar las adversidades, los chairos, al menos por este sexenio, no dejaran de apoyar a MORENA y eso lo ubica como virtual ganador. Y si a lo anterior le agregamos que en la entidad veracruzana la oposición es inexistente, no hay porque sufrir. Todo está dado en charola de plata.
Pero, para no padecer ansiedades y para asegurar el triunfo bien vale la pena ir pensando en reconquistar a todos aquellos ciudadanos que no tienen preferencia partidista, a ese electorado que no comulga con este o aquel instituto político.
Sobra decir que una considerable mayoría de mexicanos no tienen preferencia partidista, no pertenecen a ninguno de ellos. Miles deciden el voto a la mera hora, cuando ya están frente a la boleta electoral y otros, lo hacen de manera anticipada unas semanas antes de la jornada electoral ya tienen a su preferido.
Miles o millones de mexicanos no tienen confianza en los partidos políticos, la credibilidad de que gozan esta por los suelos, la farsa y la ambición personal los ha acabado, las luchas internas los tienen contra la pared y la decisión de las cúpulas es algo que aborrece la militancia, sea del partido que sea.
Enumerar los institutos políticos que se han distinguido por corruptos, por ser manejados por una camarilla de ladrones es cuento de nunca acabar.
En ellos abundan los políticos populistas, oportunistas, gandallas y cleptómanos.
Son una bola de bandidos.
El pecado del negocio que regentea el tabasqueño es que no ha terminado de convertirse en un partido político, no tiene una estructura electoral firme, sólida y, por si fuera poco, todos se pelean contra todos y por todo.
Ellos mismos son sus adversarios, entre ellos mismos se carcomen.
Para que quieren contrincantes.
Los morenos han venido a superar lo que tanto criticaron, todo aquello que expelieron para arriba ahora les cae en la cara.
Ya en repetidas ocasiones han dejado muy en claro que actúan de manera muy semejante al pasado, nada de lo que tanto prometió su inventor, el dueño de “La Chingada” han podido llevar a cabo.
Las siglas las han ocupado para cometer sus pillajes, han mal utilizado el erario público y ha sido tanto el descaro que los distingue que ya en repetidas ocasiones varios de ellos, han hecho públicas sus porquerías, valiéndoles madre todo.
Es más, uno de ellos cuyo nombre no recordamos pero que sus iniciales son “G” de Gibrán y “R” de Ramírez, sin mayor empacho subrayó que “Morena es el partido más autoritario de México”.
Usted le cree, nosotros también. Pues el chamaco no habla al vapor, tres o cuatro pelos de la burra, los debe tener en la mano. Eso ni negarlo.
Así que, a trabajar por los que no tienen partido, un voto es un voto.
Provecho.
BOGAR RUIZ
El edil alvaradeño continúa trabajando como lo he venido haciendo desde el primer día. No baja la guardia mucho menos lo invade el desánimo.
Su trabajo no tiene precedente y de eso están ciertos sus paisanos, en las congregaciones los vecinos ya desfrutan de los beneficios, en las colonias el panorama es otro, la obra social es toda una realidad.
Ruiz Rosas no descuida renglón alguno y al poseer su municipio un amplio potencial turístico se ha metido de lleno a rescatar dicho sector.
El presidente municipal es un convencido que la industria sin chimeneas es una alternativa viable para promover el beneficio económico de su comarca y así alentar a los prestadores de servicios turísticos de la región. Por lo anterior Ruiz Rosas, ha impulsado diversos proyectos para detonar con determinación el turismo en la Riviera Veracruzana.
Y un claro ejemplo de lo anterior es el plan de desarrollo turístico Riviera Veracruzana-Alvarado.
La actual administración municipal le está cumpliendo a sus paisanos, está entregando buenas cuentas.
El trabajo de Bogar, no tiene desperdicio. |
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